Polonia teme un ¡®bye-bye¡¯

Se han vuelto locos los brit¨¢nicos?¡±. As¨ª reaccionan los polacos a la noticia de que el primer ministro, David Cameron, va a convocar un refer¨¦ndum sobre la continuidad de su pa¨ªs en la UE. Los polacos son muy euroentusiastas y, entre los nuevos socios, son los campeones en gastar el dinero de los fondos estructurales. Gracias a ello, a lo largo de los 10 a?os de pertenencia a la UE, nuestro pa¨ªs se ha vuelto irreconocible. Todav¨ªa a principios del siglo XXI, una revista econ¨®mica l¨ªder en Europa acompa?aba las informaciones sobre Polonia con la foto de un campesino subido a un carro. Hoy d¨ªa, los carros son dif¨ªciles de encontrar fuera de los museos.

En la escena pol¨ªtica polaca, los partidarios de la salida brit¨¢nica no encontrar¨¢n aliados. Durante las pasadas elecciones presidenciales, el candidato de Ley y Justicia, Andrzej Duda, ganador de los comicios, declar¨® en repetidas ocasiones que la pol¨ªtica exterior de Polonia debe defender los intereses del pa¨ªs. Pero al mismo tiempo dijo estar a favor de la Uni¨®n Europea y de una mayor integraci¨®n. El debate polaco sobre la dictadura de Bruselas, o la p¨¦rdida de la soberan¨ªa, se produce de forma espor¨¢dica.

Tenemos miedo de que un esp¨ªritu maligno se apodere de los brit¨¢nicos y en el refer¨¦ndum digan bye a la Uni¨®n. Nuestra historia est¨¢ repleta de decisiones desafortunadas que llevaron a cambios dram¨¢ticos. Y, seg¨²n los expertos polacos, las consecuencias de la salida de Reino Unido las sentir¨¢ toda la UE. Pero no se trata solo de cuestiones econ¨®micas. El club comunitario ser¨¢ m¨¢s d¨¦bil sin Reino Unido. Al otro lado de la frontera oriental, Vlad¨ªmir Putin est¨¢ dise?ando sus pr¨®ximos movimientos tras la anexi¨®n de Crimea y despu¨¦s de haber prendido fuego en el este de Ucrania. El debilitamiento de la UE puede animarle a provocar el siguiente incendio en nuestro vecindario.

Si se produce la marcha de Londres, ser¨¢ de esperar que Escocia, favorable a la UE, declare la independencia. Nosotros observamos con inquietud los cambios que se est¨¢n produciendo en las fronteras de Europa. Las polacas han sido desplazadas demasiadas veces sin haber consultado la opini¨®n de los polacos, y a su costa.

El debate brit¨¢nico concierne a Polonia. Uno de los principales esl¨®ganes de Cameron y de los chillones brit¨¢nicos antieuropeos es la lucha contra la inmigraci¨®n que obtiene de forma enga?osa los beneficios sociales. Los polacos ya representan en las islas brit¨¢nicas el tercer grupo de extranjeros, tras los irlandeses y los indios. Algunos c¨¢lculos hablan de alrededor de medio mill¨®n de personas; otros, de 800.000 inmigrantes que podr¨ªan haberse establecido tras la adhesi¨®n de Polonia a la UE. Disfrutaron por aquel entonces de los privilegios de la libre circulaci¨®n de personas. En la mayor¨ªa de los casos han trabajado duro y fortalecido la econom¨ªa brit¨¢nica. Los pol¨ªticos antieuropeos los convierten en timadores y ladrones.

Hace poco, el pr¨ªncipe Jan Zylinski, el polaco m¨¢s rico de Reino Unido, no pudo soportar m¨¢s los ataques del UKIP y desafi¨® p¨²blicamente a su jefe, Nigel Farage, que destaca por los ataques m¨¢s agudos a los polacos, a un duelo con sables en Hyde Park. Todos los medios de comunicaci¨®n brit¨¢nicos escribieron sobre este suceso, y Zylinski fue invitado, con su sable, al plat¨® de la BBC. Farage, en cambio, se acobard¨® y no se atrevi¨® siquiera a un duelo de palabras. Perdi¨® ignominiosamente las elecciones de mayo a la C¨¢mara de los Comunes. Ahora Zylinski deber¨ªa desafiar a Cameron. Tal vez se produzca alg¨²n cambio.

Bartosz T. Wielinski es periodista de Gazeta Wyborcza.

Traducci¨®n de News Clips.