Sospechas de que Australia pag¨® para desviar barcos con migrantes
Indonesia investiga a la tripulaci¨®n que recibi¨® hasta 20.600 euros por cambiar el rumbo

La pol¨ªtica de inmigraci¨®n de Australia ha dado un nuevo giro pol¨¦mico. Despu¨¦s de poner en marcha un acuerdo firmado con Camboya para que este pa¨ªs reciba a cambio de dinero grupos de inmigrantes recluidos en centros especiales en territorio australiano, se ha conocido que la Marina ha pagado a la tripulaci¨®n de al menos un barco que transportaba a indocumentados y que trababa de alcanzar las aguas territoriales australianas. La embarcaci¨®n habr¨ªa dado la vuelta y puesto rumbo a Indonesia, que investiga ahora el caso.
El capit¨¢n y la tripulaci¨®n de la embarcaci¨®n ¡ªtraficantes de personas¡ª recibieron hasta 30.000 d¨®lares australianos (unos 20.600 euros), alrededor de 5.000 cada uno, por desviar su ruta, seg¨²n varias informaciones publicadas en medios australianos. Unas revelaciones que el primer ministro, Tonny Abbot, ha evitado desmentir. Australia, ha declarado el mandatario este viernes, ha desarrollado enfoques ¡°incre¨ªblemente creativos¡± para detener los barcos con solicitantes de asilo que llegan a sus costas.
¡°Lo que hacemos es parar las embarcaciones, por las buenas o por las malas; eso es lo que tenemos que hacer y lo que hacemos con ¨¦xito¡±, ha declarado el conservador Abbott a Radio 3AW de Melbourne. ¡°No entramos en detalles sobre las medidas para luchar contra el crimen, no entramos en detalles sobre medidas de seguridad nacional y sin duda no entrar¨¦ en detalles sobre cuestiones operacionales ahora¡±, ha dicho. Sin embargo, la titular de Exteriores, Julie Bishop, y el responsable de Inmigraci¨®n, Peter Dutton, negaron que Australia pague a la tripulaci¨®n de estos barcos para que alteren su rumbo y no lleguen a su territorio.
El barco redirigido transportaba a 65 personas de Bangladesh, Birmania y Sri Lanka y fue interceptado por los guardacostas australianos a kil¨®metros de la isla indonesia de Java. All¨ª, en medio del mar, habr¨ªan recibido el dinero y, tras el pago, variaron el rumbo hacia la isla indonesia de Rote, donde fueron detenidos.
Las autoridades de Indonesia se han mostrado muy preocupadas por la f¨®rmula escogida por Australia e investigan ahora el caso, seg¨²n ha asegurado este viernes un portavoz del Ministerio de Exteriores. "Esto supone poner vidas en peligro. Estaban en medio del mar y fueron rechazados¡±, ha declarado a los medios locales. Un oficial de polic¨ªa de la isla de Rote ha denunciado tambi¨¦n que hay indicios del pago. ¡°Yo vi el dinero con mis propios ojos¡±, dijo a la agencia France Presse.
James Lynch, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), declar¨® a la BBC que su organizaci¨®n entrevist¨® a los 65 pasajeros y todos afirmaron haber visto el pago. Lynch explic¨® que los migrantes fueron trasladados por las autoridades australianas a uno de sus barcos, donde pasaron cuatro d¨ªas. Despu¨¦s, montaron en otras dos peque?as embarcaciones y fueron devueltos hacia Indonesia, que les intercept¨® a finales de mayo.
Las f¨®rmulas de Australia para afrontar la inmigraci¨®n son muy controvertidas. La semana pasada, este pa¨ªs envi¨® a Camboya el primer grupo ¡ªcompuesto por cuatro personas¡ª de refugiados, seg¨²n un nuevo convenio firmado con las autoridades camboyanas, que implica el pago de un paquete de ayuda de 40 millones de d¨®lares australianos (27,5 millones de euros) a cambio de acoger a personas que pretenden solicitar asilo en Australia. Una pol¨ªtica que las organizaciones de defensa de los refugiados definieron como ¡°moralmente repugnante¡±.
Los cuatro solicitantes de asilo ¡ªtres iran¨ªes y un birmano de la etnia de mayor¨ªa musulmana rohingya¡ª llegaron a Pnom Penh desde la rep¨²blica insular de Nauru, donde hab¨ªan permanecido encerrados en un campo de refugiados durante meses mientras el departamento de Inmigraci¨®n australiano procesaba sus solicitudes de asilo.

Australia retiene a los demandantes de asilo que llegan en barco en centros de detenci¨®n fuera de su territorio. La llamada soluci¨®n del Pac¨ªfico, que se puso en marcha en 2001 con centros de detenci¨®n en las islas de Manus, en Pap¨²a Nueva Guinea, y Nauru, ha sido duramente criticada por Naciones Unidas, que ha afirmado que viola la convenci¨®n sobre la tortura y el trato degradante.
Al principio, quienes llegaban en barco permanec¨ªan encerrados de forma temporal en estos centros. Pero el Gobierno de Abbott gan¨® las elecciones con la promesa de evitar que los solicitantes de asilo que lleguen en barco pisen territorio australiano. Esta pol¨ªtica prev¨¦ trasladar a los indocumentados a pa¨ªses como Camboya o Pap¨²a Nueva Guinea una vez aceptadas sus solicitudes de asilo.
¡°Lo llaman un acuerdo, pero es una pol¨ªtica extremadamente perversa¡±, denunci¨® el director del Refugee Council of Australia, Paul Power. ¡°Los cuatro refugiados se enfrentaban a una elecci¨®n imposible: vivir en Nauru sin perspectivas de poder trabajar o ir a Camboya, donde su seguridad y su bienestar no est¨¢ asegurado¡±, continu¨®, recordando que Camboya ha retornado refugiados degar y uigur a las autoridades de Vietnam y China en los ¨²ltimos meses.
Power denunci¨® que el Gobierno ha gastado 15,5 millones de d¨®lares australianos (unos 10 millones de euros) para trasladar solo cuatro refugiados. La cifra se suma a los 1.200 millones de d¨®lares (unos 800 millones de euros) que Australia gast¨® en solo un a?o para mantener los centros de detenci¨®n en Manus, Nauru y la isla de Christmas, en territorio australiano.
La senadora de los Verdes, Sarah Hanson-Young, denunci¨® que la factura aumenta de forma exponencial a medida que Australia endurece su pol¨ªtica migratoria: ¡°Si el Gobierno realmente quisiera ahorrar dinero deber¨ªa cerrar esos gulags multimillonarios en Manus y Nauru¡±, reclam¨®.
Adem¨¢s, a lo largo de los ¨²ltimos meses, varios informes han roto el muro de silencio que rodea los centros de retenci¨®n. La Human Rights Commission de Australia, ACNUR y Human Rights Watch han denunciado las p¨¦simas condiciones en que viven las 1.648 personas encerradas en Manus y Nauru. Los demandantes de asilo duermen en tiendas de campa?a y comparten ba?os infestados de insectos. Alrededor del 30% de ellos sufre problemas psicol¨®gicos graves como resultado de los traumas sufridos en sus pa¨ªses de origen, o durante el encierro. Un informe de la Human Rights Commission desvel¨® que los 222 ni?os retenidos all¨ª tienen derecho a solo una semana de clase al a?o y denunci¨® que el maltrato, el abuso sexual, la automutilaci¨®n y los intentos de suicidio son habituales en los campos.
El Gobierno argumenta que la estricta pol¨ªtica migratoria salva vidas porque disuade a quienes intentan llegar a Australia por mar. ¡°Tras los flujos de demandantes de asilo est¨¢n la guerra, la violencia y el abuso de los derechos humanos, no las pol¨ªticas de los pa¨ªses de acogida¡±, refuta el portavoz de la Refugee Action Coalition, Ian Rintoul. El experto apunta que quienes llegan a Australia en barco representan menos del 1% del total de refugiados que el pa¨ªs acoge cada a?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.