Un candidato camuflado
La OEA elige a cuatro nuevos jueces para integrar la Corte Interamericana de Derechos Humanos
En estos d¨ªas, la OEA elige a cuatro nuevos jueces para integrar la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En lugar de tomar en cuenta la "ninguneada" opini¨®n p¨²blica sobre la dilatada trayectoria de los candidatos, el proceso de nominaci¨®n y elecci¨®n de los candidatos se lleva a cabo secretamente. Apenas se conoce un informe reciente de un panel de expertos convocado por la Open Society Justice Initiative, dependiente de una organizaci¨®n internacional que financia organizaciones civiles liberales y progresistas. Su director y principal financista es George Soros. De all¨ª que, en honor a la verdad, el panel convocado puede ser independiente de la OEA pero no de los intereses financieros globales.
El documento se ajusta a determinados criterios de evaluaci¨®n de los candidatos. ?Cu¨¢les fueron las apreciaciones de este panel de expertos sobre el candidato argentino? Respecto del criterio de la "Autoridad moral", y sobre Eugenio Zaffaroni, el panel declara que "ha recibido el t¨ªtulo de Doctor Honoris Causa en m¨¢s de 30 universidades de la regi¨®n y de Europa. (...) M¨¢s del 80 por ciento de los estudiantes de derecho de la Universidad de Buenos Aires vot¨® a [su] favor".
Es extra?o que en la evaluaci¨®n de la autoridad moral, se destaquen los premios acad¨¦micos y una votaci¨®n estudiantil, mientras se omite que el juez jur¨® por los estatutos de dos dictaduras, tuvo fallos re?idos con los derechos humanos y alquilaba doce apartamentos de su propiedad para el ejercicio de la prostituci¨®n. Sorprende, entonces, que el panel concluya sin m¨¢s: "Todo esto da fe del respeto que ha ganado Zaffaroni a nivel internacional y nacional, y muestra su alto car¨¢cter moral". El Panel no prob¨® ¡ªni puede hacerlo¡ª que Zaffaroni goce de una reputaci¨®n moralmente intachable.
En cuanto a la "Competencia en el campo de los derechos humanos", quien ha seguido su controvertida trayectoria se interroga: ?puede considerarse un defensor de los derechos humanos a quien reduce la condena al abusador de una menor, con el argumento de que con la luz apagada no sufri¨® da?o ps¨ªquico? ?A qui¨¦n niega la figura del femicidio?
Se omite que el juez jur¨® por los estatutos de dos dictaduras, tuvo fallos re?idos con los derechos humanos y alquilaba apartamentos para el ejercicio de la prostituci¨®n
El panel destaca el "historial de muchos a?os dedicados a la elaboraci¨®n de las normas de derechos humanos en Argentina", desconociendo que Zaffaroni es el responsable de que la Argentina sea el ¨²nico pa¨ªs de la OEA que carece de un r¨¦gimen de responsabilidad penal juvenil ¡ªtal como lo dispone la Convenci¨®n de los Derechos del Ni?o¡ª, vac¨ªo legal en el que los j¨®venes sobreviven en un limbo residual de un decreto de la Dictadura de 1976. Y en lo que toca a la elaboraci¨®n de normativas, mejor arrojar a las aguas del olvido su proyecto de C¨®digo Penal, abucheado por la ciudadan¨ªa por la semi abolici¨®n de las penas de prisi¨®n para delitos grav¨ªsimos.
En los "Requisitos para la oficina judicial" se incurre en una falsedad cuando se sostiene que "re¨²ne las condiciones para ejercer las funciones judiciales superiores bajo la ley de la Argentina", puesto que el art. 4 del Estatuto estipula que el candidato debe cumplir las mismas condiciones exigidas por la Ley del Estado que lo postula. Y a Zaffaroni se lo impide su edad: seg¨²n la ley argentina, un juez debe abandonar su cargo al cumplir 75 a?os.
A juicio del panel, "nada en su historial muestra que el juez Zaffaroni no ha sido independiente o imparcial en sus acciones". Incurriendo en una nueva falsedad, el panel omite tres cargos pol¨ªticos partidarios relevantes: fue Constituyente, Legislador e Interventor. Y su incondicional sumisi¨®n al oficialismo condujo a que s¨®lo estuviera presente en las votaciones de la Corte cuando su alineamiento con el gobierno lo requer¨ªa.
Sorprende que un panel de expertos, presuntamente independiente, destinado a mejorar "la visibilidad, transparencia, consistencia y legitimidad de las elecciones", s¨®lo eval¨²e a los candidatos leyendo los antecedentes remitidos por ellos mismos, sus propios res¨²menes biogr¨¢ficos y sus datos personales, admitiendo incluso que prescindi¨® de "informes de prensa o informaci¨®n de segunda mano". Simplemente conf¨ªan en la palabra de los candidatos.
?Puede confiarse en las conclusiones de este panel basadas en la palabra ¨Cinteresada- de los candidatos tras contrastarlas con la realidad? ?Acaso prescindir de la prensa no es una maniobra ideologizada que privilegia los personalismos en detrimento de la voz de la sociedad civil representada por la prensa libre?
Pese a tan elevados objetivos para quien supo conseguir los pergaminos y miserias de p¨²blico conocimiento, el enigma es: ?por qu¨¦ se ocultan los antecedentes extra acad¨¦micos del candidato? ?A qu¨¦ intereses locales beneficia? Los gobiernos nacionales intentan socavar el poder de la Corte Interamericana enviando candidatos adictos que someter¨¢n a la Corte a los gobiernos que se est¨¢n perpetuando en el poder en Latinoam¨¦rica, invalidando los propios principios del organismo.
A quienes perjudica, muy claro est¨¢: a los ciudadanos doblemente desprotegidos: por sus propios gobiernos y por la OEA, cuyo sentido fundacional es, precisamente, custodiar los abusos de los Estados nacionales.
Diana Cohen Agrest es Doctora en Filosof¨ªa por la Universidad de Buenos Aires y ensayista. Es miembro del "Foro Usina de Justicia", organizaci¨®n dedicada a la promoci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas contra la impunidad.
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