Venezuela¡ pero nada pasa
Maduro se niega hasta el momento a convocar elecciones legislativas para evitar el golpe, no militar sino de opini¨®n
El expresidente Felipe Gonz¨¢lez sale de Venezuela en un avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea Colombiana como abandonando un territorio enemigo del que hay que huir a la mayor brevedad. Su visita a la naci¨®n bolivariana visibiliz¨® como ya hab¨ªa ocurrido d¨ªas atr¨¢s con las de otros ex mandatarios, un boliviano y un colombiano (pero no el que descansa en Unasur) la precaria situaci¨®n que viven los venezolanos y la debilidad en los cuerpos de los presos pol¨ªticos por las sucesivas huelgas de hambre para presionar cambios. Sus visitas en apoyo a las familias de Leopoldo Lopez, de Antonio Ledezma, de Daniel Ceballos siguen mostrando al mundo el rostro de la dictadura. Pero nada pasa.
Human Rights Watch y el Club de Madrid se pronunciaron. Los diarios venezolanos que luchan contra la censura ahora incluyen entre sus secciones una llamada Presos Pol¨ªticos como puede verse en El Nacional de Miguel Henrique Otero. Pero nada pasa. Las p¨¢ginas de los medios internacionales se llenan de las mismas noticias de Venezuela.
Los diarios venezolanos que luchan contra la censura ahora incluyen entre sus secciones una llamada Presos Pol¨ªticos
El presidente Juan Manuel Santos saca a Gonzalez de Venezuela en un avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea Colombiana, en un abierto desaf¨ªo a Maduro, en lo que algunos interpretan como un cambio de pareja, como en un baile. Pareciera que con esta decisi¨®n se ha privilegiado el apoyo europeo al proceso de paz, tan esquivo en La Habana, en lugar de mantener a toda costa el apoyo de Maduro a las negociaciones. O ser¨¢ que el papel de Venezuela ya no cuenta como antes para los jefes de las FARC.
La oposici¨®n dividida se resiste. Y a¨²n no tiene claro cu¨¢l es la salida. La movilizaci¨®n popular se diluye para ir hacer fila a los supermercados. Los ciudadanos, ahora bachaqueros compran productos escasos regulados y revenden a los m¨¢s necesitados. El general Antonio Rivero se declara en huelga de hambre frente a la ONU en Nueva York. Pero nada pasa.
En Washington, Luis Almagro, nuevo secretario general de la OEA anuncia que la esta instituci¨®n debe recuperar su papel pero no menciona a Venezuela tal como ha pasado desde hace a?os en esta entidad hemisf¨¦rica. No se vislumbra entonces una salida institucional. Y tampoco parece haber una extra institucional. Tumbar a Nicol¨¢s Maduro no estar¨ªa contemplado en ning¨²n mapa pues los militares lo apoyan, y los que no, est¨¢n al lado de Diosdado quien, aparte de sus ¨ªntimos deseos que nadie conoce, ha quedado bastante disminuido en el plano internacional por las investigaciones divulgadas por el Wall Street Journal sobre sus presuntos v¨ªnculos con el tr¨¢fico de drogas. Los otros militares ya no son golpistas, seg¨²n explica un analista regional.
Pareciera que con esta decisi¨®n se ha privilegiado el apoyo europeo al proceso de paz, en lugar de mantener a Maduro
Todos ellos, los unos y los otros, son parte de una mezcla de evidente solidaridad militante con la revoluci¨®n bolivariana, adicionado a un papel militar que va mucho m¨¢s all¨¢ de sus funciones propias. Los militares controlan no solo sus tropas, sino tambi¨¦n empresas, ministerios, permisos, cupos de divisas. Son quienes manejan la hiper controlada econom¨ªa venezolana. Y como en todas partes, de los grandes controles, surge la gran corrupci¨®n.
El gobierno de Maduro se niega hasta el momento a convocar elecciones legislativas para evitar el golpe, no militar sino de opini¨®n, que podr¨ªa representar un triunfo relativo de la oposici¨®n. Y digo relativo porque en Venezuela para obtener la mayor¨ªa se requiere del 58 por ciento de los votos. Quiz¨¢ esas elecciones bajo la lupa internacional prometan un cambio. Pero no soy optimista. Est¨¢ pervertido el sistema. O mejor, el sistema est¨¢ dise?ado para que el gobierno no pierda.
Dif¨ªcil vislumbrar una transici¨®n democr¨¢tica en Venezuela. La visita de Gonzalez, la m¨¢s reciente de muchas, pareciera que no mueve sino m¨¢s p¨¢ginas en la prensa del mundo. Y lo que se observa es que la base en la que se soporta Maduro sigue siendo ideol¨®gica, mantiene fidelidades multitudinarias y adem¨¢s la herramienta escogida para perdurar es la cooptaci¨®n y el control de la econom¨ªa. Dif¨ªcil cuando las libertades pol¨ªticas desaparecen hasta imposibilitar m¨ªnimos consensos sobre el camino a seguir. Pero no imposible. Ya lo pudo Venezuela en el 58.
Diana Calder¨®n es directora de Informativos y Hora 20 de Caracol Radio Colombia. @dianacalderonf
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