Grecia se juega su permanencia en Europa en una negociaci¨®n ag¨®nica
El Gobierno de Alexis Tsipras no dispone ya casi de fondos, pero se resiste a aceptar las condiciones de los dem¨¢s pa¨ªses
El viejo drama existencial de la Uni¨®n Europea vuelve a programarse en el teatro griego. La crisis de Grecia detesta la l¨ªnea recta: tras innumerables idas y venidas, despu¨¦s de una gran depresi¨®n desde 2010 seguida de una fugaz recuperaci¨®n el a?o pasado, el pa¨ªs llega a uno de los cap¨ªtulos definitivos de esta saga de nuevo con el agua al cuello por la imposibilidad de llegar a un acuerdo con sus acreedores. La tensi¨®n alcanz¨® ayer nuevos m¨¢ximos tanto en los mercados como en las declaraciones de los l¨ªderes pol¨ªticos en todo el continente.
Los mandarines del euro est¨¢n hastiados tras una larga negociaci¨®n que no acaba de llevar a ninguna parte. Grecia est¨¢ pr¨¢cticamente sin fondos, pero se resiste con u?as y dientes a aceptar las condiciones de los socios europeos y el FMI: descarta recortar las pensiones y quiere una reestructuraci¨®n de deuda. La aparente paradoja es que las diferencias econ¨®micas entre ambas partes no son insalvables.
El problema es pol¨ªtico: ¡°La probabilidad de alcanzar un acuerdo en la pr¨®ximas horas es muy baja¡±, dijo el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, a pesar del acercamiento entre las propuestas de Grecia y las europeas. La canciller alemana, Angela Merkel, apoya esa tesis pesimista. El Banco de Grecia dijo ayer que sin un acuerdo, el pa¨ªs podr¨ªa salir del euro e incluso de la UE. Londres asegur¨® que lo tiene todo listo por si llega esa opci¨®n extrema. Y los mercados pusieron la guinda, con el miedo cotizando al alza en la t¨ªpica jornada de pesadilla y nerviosismo: las Bolsas caen y las primas de riesgos llevan varias semanas peligrosamente al alza en Grecia, pero tambi¨¦n en Portugal, en Espa?a y en todos los pa¨ªses que podr¨ªan sufrir el contagio si la crisis del euro vuelve por donde sol¨ªa.
Reino Unido acelera planes para un 'Grexit'
El Reino Unido acelera los planes de contingencia para una posible salida de Grecia de la zona euro y "estar¨¢ tan preparado como se puede estar" para esa eventualidad, seg¨²n asegur¨® ayer una portavoz del Gobierno.
Aunque el Ejecutivo de David Cameron desea que se logre una soluci¨®n, "est¨¢ tomando todas las medidas posibles", que no ha detallado, para el caso de que fracasen las negociaciones.
"La posible quiebra o salida de Grecia presenta algunos riesgos econ¨®micos graves; por eso, adem¨¢s de los planes de contingencia, es importante que nos aseguremos de que tenemos una econom¨ªa que crece y que nuestras finanzas p¨²blicas est¨¢n en orden", subray¨® la portavoz.
El mayor ruido lleg¨® ayer, curiosamente, desde Atenas: en la sede del banco central. El Banco de Grecia, comandado por Yanis Stournaras ¨Cuno de los archienemigos del primer ministro Alexis Tsipras¡ªavis¨® de que, sin se?ales de un acuerdo, Grecia se encamina hacia un impago de consecuencias imprevisibles, incluida una eventual salida del euro e incluso de la UE. Es la primera vez que una instituci¨®n griega pone en duda el v¨ªnculo con Europa desde la entrada del pa¨ªs en la UE, hace casi 35 a?os. Y se trata de un aviso importante porque Atenas est¨¢ en manos de los bancos centrales: sus entidades financieras dependen del Banco de Grecia y del BCE, que desde hace semanas amenaza a Grecia con cortarle el grifo de liquidez en caso de desacuerdo. A esa advertencia se uni¨® el estruendo procedente de Reino Unido, cuyo Gobierno asegur¨® que lo tiene todo listo si al final llega el accidente y Grecia sale del euro.
La escalada de declaraciones se extendi¨® por todo el continente, m¨¢s a¨²n despu¨¦s de que Tsipras lleve d¨ªas denunciando el ¡°saqueo¡± que han supuesto los rescates y la ¡°responsabilidad criminal¡± del FMI por la imposici¨®n de excesivas medidas de austeridad. Berl¨ªn quit¨® hierro a los reproches de Tsipras e insisti¨® en seguir con la negociaci¨®n. La canciller Angela Merkel se mostr¨® conciliadora. Pero eso fue por la ma?ana. Por la tarde, el secretario general de la CSU (uno de los partidos de la coalici¨®n que preside Merkel), Andreas Scheuer, acus¨® a los negociadores griegos de actual ¡°como payasos¡±. Las encuestas dicen que el 58% de los alemanes considera que Grecia deber¨ªa abandonar el euro. Aunque ni las encuestas ni las declaraciones subidas de tono consiguieron mover un ¨¢pice la posici¨®n de Atenas: el jefe negociador de Grecia, Euclides Tsakalotos, explic¨® que Atenas est¨¢ dispuesta a hacer concesiones para alcanzar un acuerdo con los acreedores internacionales en el Eurogrupo de hoy en Luxemburgo, pero siempre que sean ¡°econ¨®micamente viables¡±. Esto es: que no exijan recortes de pensiones e incluyan promesas de reestructuraci¨®n de deuda (tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos y plazos de devoluci¨®n m¨¢s holgado) y de inversiones. ¡°Sin eso, no tiene sentido un pacto¡±, explic¨® Tsakalotos a Reuters.
El Eurogrupo de hoy era una especie de ultim¨¢tum, de examen definitivo, de d¨ªa D para la crisis griega. Pero ya no lo es: los europeos han dado a entender que existe la posibilidad de convocar una nueva reuni¨®n la semana pr¨®xima, o incluso una cumbre del euro para debatir al m¨¢s alto nivel las condiciones del acuerdo. El segundo rescate a Grecia vence el 30 de junio y Bruselas juraba y perjuraba que el acuerdo deb¨ªa llegar con al menos dos semanas de antelaci¨®n para que varios parlamentos (como el alem¨¢n) dieran la imprescindible luz verde. Pero ayer las fuentes consultadas dejaron claro que eso podr¨ªa hacerse en menos tiempo. Las instituciones anteriormente conocidas como troika llevaban semanas amagando con que un impago el 30 de junio al FMI (se cumple un vencimiento de 1.600 millones de euros) desencadenar¨ªa una cascada de defaults de consecuencias imprevisibles: fuentes del Eurogrupo explicaron ayer que el memorial de da?os podr¨ªa ser muy inferior, con la entrada en una lista de morosos al FMI (pero no una declaraci¨®n de impago) que tendr¨ªa efectos limitados.
Grecia, en fin, es una especie de callej¨®n sin salida. A¨²n hay esperanzas de que Atenas y los acreedores firmen un ¡®acuerdo Gatopardo¡¯ en breve: uno de esos ¡°prorrogar y fingir¡±, una ampliaci¨®n del rescate actual que no resolver¨ªa los males m¨¢s profundos de la econom¨ªa griega pero que al menos calmar¨ªa los ¨¢nimos en los mercados. ¡°El consenso est¨¢ claro: la deuda griega es insostenible. Pero la reestruturaci¨®n es muy improbable porque tendr¨ªa enormes consecuencias pol¨ªticas en Irlanda, Portugal o Espa?a, con partidos como el Sinn Feinn, los socialistas portugueses o Podemos que se agarrar¨ªan a esa bandera y pondr¨ªan en una situaci¨®n muy complicada a sus Gobiernos¡±, explicaron fuentes europeas. ¡°A la vez, un acuerdo sin reestructuraci¨®n supone ganar unos meses para que los problemas acaben volviendo como un bumer¨¢n, con una fatiga cada vez mayor entre los acreedores.
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