Una receta innovadora contra la corrupci¨®n
La identificaci¨®n biom¨¦trica puede ser una soluci¨®n ya que reduce los espacios donde dejarse arrastrar por los peores instintos
A finales de mayo m¨¢s de 60.000 personas protestaron en las calles de Guatemala por casos de corrupci¨®n que involucran a la c¨²pula de gobierno. Poco antes en Brasil, durante un discurso televisado de la presidenta Dilma Rousseff, miles de brasile?os la abuchearon y tocaron cacerolas. El motivo: la corrupci¨®n que ha corro¨ªdo a la petrolera estatal Petrobras. En Chile, M¨¦xico, Panam¨¢, Honduras, Per¨², Venezuela y Argentina, esc¨¢ndalos de corrupci¨®n copan o han copado recientemente las primeras planas.
La corrupci¨®n sigue siendo una plaga para la regi¨®n. Y sus m¨²ltiples manifestaciones hacen dif¨ªcil combatirla. Sin embargo, avances tecnol¨®gicos en identificaci¨®n biom¨¦trica podr¨ªan reducir efectivamente, si no erradicar, ciertos tipos de corrupci¨®n. Estas innovaciones no son tan glamorosas y publicitadas como las de Apple y Google. Pero en la lucha anticorrupci¨®n, as¨ª como en otros ¨¢mbitos, podr¨ªan tener grand¨ªsimas repercusiones. De hecho, estos sistemas podr¨ªan cambiar el mundo.
La identificaci¨®n biom¨¦trica no es algo nuevo. Siempre hemos utilizado los rasgos ¨²nicos que cada individuo posee para identificarnos unos a otros. Lo nuevo no es el concepto sino la tecnolog¨ªa. Ahora contamos con dispositivos m¨¢s baratos y f¨¢ciles de usar para medir y reconocer con milim¨¦trica precisi¨®n huellas dactilares, iris del ojo, frecuencias de la voz, y las formas del rostro. Tambi¨¦n contamos con sistemas digitales m¨¢s sofisticados para almacenar estos datos.
Cada mes los beneficiarios van a un cajero autom¨¢tico, ponen su dedo en el lector, y reciben su pensi¨®n
Piensen en una de las principales funciones de los gobiernos: proveer bienes y servicios a sus ciudadanos. El desorden, la ineficiencia y la corrupci¨®n caracteriza a los ¨®rganos encargados de estas labores. Se erigen burocracias in¨²tiles o disfuncionales para distribuir subsidios o ayudas. Pol¨ªticos locales cobran comisiones por la entrega de becas y dinero en efectivo o simplemente se quedan ellos mismos con los recursos. Las triqui?uelas para abusar del sistema son infinitas. Y el desperdicio es enorme. Un estudio calcul¨® que el 40% de los subsidios y el gasto social de un per¨ªodo de cinco a?os en India nunca llegar¨ªa a los destinatarios.
La buena noticia es que los sistemas de identificaci¨®n biom¨¦trica pueden ayudar a solucionar este problema. Y no castigando o tratando de corregir las flaquezas morales del hombre, que siempre van a existir, sino simplemente reduciendo o eliminando los espacios donde los individuos son m¨¢s proclives a dejarse arrastrar por sus peores instintos. Modificar un sistema puede ser mucho m¨¢s f¨¢cil y eficaz que luchar contra la naturaleza humana.
Un ejemplo que ilustra el potencial de esta idea es el innovador pago de pensiones en Sud¨¢frica. El gobierno tom¨® las huellas dactilares de los beneficiarios, hizo un registro digital y luego instal¨® cajeros autom¨¢ticos que pueden leer las huellas. Cada mes los beneficiarios van a un cajero autom¨¢tico, ponen su dedo en el lector, y reciben su pensi¨®n. El sistema elimina intermediarios y burocracias ineficientes. Y el pago directo a cada persona cierra muchas ventanas de oportunidad a los corruptos.
La identificaci¨®n biom¨¦trica sirve para combatir otro problema: los trabajadores fantasmas, personas que cobran un sueldo sin trabajar. Polic¨ªas, maestros y bur¨®cratas ficticios abultan las n¨®minas p¨²blicas de muchos pa¨ªses. Funcionarios corruptos los incorporan a cambio de una comisi¨®n o un porcentaje del sueldo. Una auditor¨ªa reciente en Nigeria determin¨® que de los 337.000 polic¨ªas en la n¨®mina p¨²blica 107.000 eran trabajadores fantasmas. Obviamente, un sistema de identificaci¨®n biom¨¦trica, que impide las inscripciones dobles, el pago a fallecidos o ni?os, y deja un registro digital de cualquier intento de fraude, hace m¨¢s dif¨ªcil la trampa.
La identificaci¨®n biom¨¦trica sirve para combatir otro problema: los trabajadores fantasmas, personas que cobran un sueldo sin trabajar
Pero los beneficios de la identificaci¨®n biom¨¦trica van mucho m¨¢s all¨¢ de la lucha contra la corrupci¨®n. Alrededor del 40 por ciento de los ni?os en los pa¨ªses en desarrollo no tienen un certificado de nacimiento?¡ª?cuatro millones de ni?os en Am¨¦rica Latina. Esta personas no existen formalmente porque est¨¢n excluidos de los puntos de contacto entre el Estado y la ciudadan¨ªa. No se puede votar en una elecci¨®n sin un documento identidad. Tampoco se puede abrir una cuenta bancaria, pedir un cr¨¦dito, sacar una licencia o acceder a los sistemas de salud y educaci¨®n p¨²blica. La identificaci¨®n biom¨¦trica ofrece una manera r¨¢pida y eficaz de convertir en verdaderos ciudadanos a millones de excluidos.
India est¨¢ a la vanguardia de esta revoluci¨®n. El pa¨ªs tiene el sistema de identificaci¨®n biom¨¦trica m¨¢s grande del mundo, que ya cubre a 850 millones de personas. Para muchos indios antes excluidos esto podr¨ªa traducirse pronto en acceso a los derechos, servicios, bienes y ayudas que les corresponden como ciudadanos. Tambi¨¦n significa que India podr¨¢ infligir duros golpes a la corrupci¨®n.
La identificaci¨®n biom¨¦trica conlleva riesgos. El mismo sistema que puede hacer a los gobiernos m¨¢s transparentes puede ser utilizado para la vigilancia masiva o la discriminaci¨®n. Las leyes de protecci¨®n de la privacidad se deben adaptar a estos avances tecnol¨®gicos. Pero es un error ignorar las incre¨ªbles oportunidades que ofrece la identificaci¨®n biom¨¦trica. Mejor es aprovecharlas mientras se encuentran maneras de cerrarle el paso a los peligros.
Alejandro Tarre es periodista venezolano. Twitter: @alejandrotarre
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