Incertidumbre absoluta ante el riesgo de contagio por Grecia
La UE se ha dotado de nuevos instrumentos para afrontar episodios de crisis
De nuevo la incertidumbre. La eurozona vuelve, cinco a?os despu¨¦s del primer rescate a Grecia, a pisar un terreno desconocido y lleno de inc¨®gnitas. Desde 2010, la Uni¨®n Europea se ha dotado de nuevos instrumentos para afrontar episodios de crisis como el de Grecia, pero a¨²n no han sido evaluados por el mercado. Y la primera prueba llegar¨¢ hoy.
El Banco Central Europeo (BCE) dispone ahora de la capacidad de comprar deuda soberana, con el visto bueno del Tribunal de Justicia Europeo, y se han producido importantes avances hacia la uni¨®n bancaria, lo que rompe el c¨ªrculo vicioso que se dio entonces entre la deuda soberana y los bancos de los distintos pa¨ªses. La coyuntura econ¨®mica y financiera tampoco es la misma que cinco a?os atr¨¢s. Irlanda, Portugal y Espa?a han llevado a cabo un profundo saneamiento de sus bancos y sus econom¨ªas han vuelto al crecimiento. Pero, aun as¨ª, hasta los m¨¢s optimistas calculan que el coste de financiaci¨®n de los pa¨ªses de la periferia se multiplicar¨¢ por dos si la situaci¨®n deriva en una salida de Grecia del euro. Un elemento que no est¨¢ contemplado en los tratados y que reabre el debate sobre la irreversibilidad del euro. ¡°Si ese escenario se abre, el mercado puede exigir a la eurozona que d¨¦ un paso m¨¢s en la integraci¨®n, con la garant¨ªa com¨²n de los dep¨®sitos¡±, aseguran fuentes financieras internacionales.
El mercado confi¨® en un acuerdo de ¨²ltima hora durante el fin de semana. Las se?ales recibidas la semana pasada permit¨ªan pensar en una soluci¨®n aceptada por todas las partes y la decepci¨®n suele traducirse en n¨²meros rojos en las Bolsas. ¡°Las noticias de este fin de semana eran claramente inesperadas. El mercado hab¨ªa se?alado que esperaba un acuerdo, especialmente a lo largo de la semana pasada, y los mercados respondieron a ese escenario¡±, asegura Jens Nordvig, de Nomura. Si sus c¨¢lculos son correctos, el euro, que el viernes se cambiaba a 1,116 unidades por d¨®lar, sufrir¨¢ considerables p¨¦rdidas en las primeras horas de apertura de los mercados asi¨¢ticos, ¡°pero la verdadera prueba ser¨¢ qu¨¦ suceda cuando abran los mercados europeos y especialmente las Bolsas de la periferia¡±, recalca Nordvig.
No faltan motivos para el nerviosismo. Los analistas de Goldman Sachs recordaban ayer que un escenario de ¡°impago de deudas, controles de capital y emisi¨®n de una especie de pagar¨¦s (IOU) para poder hacer frente a las pensiones y salarios p¨²blicos¡± dentro de una uni¨®n monetaria presenta demasiadas inc¨®gnitas y abre muchas incertidumbres. Como el precedente de Chipre y el de Islandia demuestran, aunque en circunstancias diferentes, los controles de capital son una medida f¨¢cil de imponer, pero muy dif¨ªcil de retirar. Dos a?os ha tardado el Gobierno de Nicosia en poder dar carpetazo a los controles y siete a?os ha tardado Islandia en dar los primeros pasos hacia su disoluci¨®n.
La convocatoria de un refer¨¦ndum para que el pueblo heleno decida si apoya o no las condiciones de las instituciones s¨®lo aumenta las probabilidades de un caos pol¨ªtico y social en el pa¨ªs, con reverberaciones no menores en la cuenta del Mediterr¨¢neo, sumido en pleno desaf¨ªo migratorio y terrorista. Un rechazo al acuerdo har¨¢ dif¨ªcil la permanencia de Grecia en el euro. Un s¨ª, en contra de la posici¨®n del Gobierno, provocar¨¢ irremediablemente una convocatoria electoral y nuevos meses de inestabilidad para el pa¨ªs.
La deriva geopol¨ªtica ha hecho saltar las alarmas en Washington. Los expertos insisten en que los pa¨ªses de la regi¨®n han establecido cortafuegos en estos a?os para reducir los v¨ªnculos entre las filiales locales de los bancos griegos y sus matrices, pero la situaci¨®n se puede descontrolar si el miedo de los ciudadanos se traduce en largas colas en los bancos y retiradas de dep¨®sitos. Otra vez, terreno desconocido.
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