Grecia: La Troika Derrotada
El rechazo de los votantes griegos a las pol¨ªticas de austeridad me remonta a Per¨² en 1984 con la presidencia Fernando Bela¨²nde
El rechazo de los votantes griegos a las pol¨ªticas de austeridad me remonta a otra ¨¦poca y a otro pa¨ªs. En 1984, el presidente Fernando Bela¨²nde?decret¨® la suspensi¨®n del pago de la deuda externa que el Per¨² hab¨ªa contra¨ªdo con la banca comercial norteamericana. Para ¨¦l, estadista amante de su pa¨ªs y con credenciales democr¨¢ticas intachables, el asunto era bien sencillo: cumplir con los pagos acordados significaba empobrecer m¨¢s a su gente. Al tacho entonces con el programa de ajuste que el Per¨² hab¨ªa acordado en 1982 con el Fondo Monetario Internacional, el celoso guardi¨¢n de los intereses de los bancos comerciales. Refiri¨¦ndose al presidente, un alto funcionario del Fondo me dijo: "Ese se?or no sabe de econom¨ªa."
Yo creo m¨¢s bien que es al rev¨¦s. Porque comprend¨ªa que sin la posibilidad de que creciera la producci¨®n no era viable sostener el nivel de deuda, el presidente sab¨ªa m¨¢s de econom¨ªa que los economistas del Fondo. Sab¨ªa m¨¢s porque los resultados de las pol¨ªticas que el Fondo suger¨ªa siempre delataban proyecciones erradas y peor, deven¨ªan en menos crecimiento, m¨¢s desempleo, m¨¢s pobreza y miseria. Y fundamentalmente porque ¨¦l, a diferencia de funcionarios internacionales que llegan de visita y se van, palpaba las necesidades y angustias de la poblaci¨®n. Como tal, conoc¨ªa el l¨ªmite de lo que era econ¨®mico, pol¨ªtico y socialmente permisible.
El presidente sab¨ªa m¨¢s de econom¨ªa que los del Fondo porque palpaba las necesidades y angustias de la poblaci¨®n?
Grecia tiene desde principios de este a?o un Gobierno que ha estado empe?ado en ense?ar econom¨ªa a los guardianes de los acreedores, en este caso, la famosa Troika compuesta por el Banco Central Europeo, la Comisi¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional. Su esfuerzo ha sido infructuoso porque el meollo del asunto nada tiene que ver con econom¨ªa y todo con pol¨ªtica. En este caso, no una pol¨ªtica cuyo fin es resguardar el bien colectivo de un pa¨ªs miembro de la Comunidad Europea, sino una que propone el ejercicio descarado del poder para someterlo mediante las pol¨ªticas de austeridad. La explicaci¨®n econ¨®mica que las fundamenta es nada m¨¢s que una insensatez que sirve para maquillar esta realidad. Una realidad, subrayemos, ajena a principios de justicia porque ignora la corresponsabilidad de los bancos comerciales en la gestaci¨®n de la crisis, aunque no a la hipocres¨ªa: uno de los pilares de la recuperaci¨®n de Alemania en la post guerra fue la condonaci¨®n de su deuda.
S¨ª, someter a Grecia pero hay que preguntarse para qu¨¦ fin. ?Para asegurar el pago de la deuda? Vamos todos saben que el saldo de la deuda es impagable. Lo que esto quiere decir es que la imprudencia de los bancos comerciales privados, sobre todo los franceses y alemanes, fue extraordinaria. La Troika de hecho los rescat¨® imprimiendo euros que los circul¨® a trav¨¦s del gobierno y bancos griegos para recapitalizarlos. M¨¢s honesto hubiera sido darles los dineros directamente porque, salvo migajas, los euros no se quedaron en Grecia. Si algo le qued¨® a este pa¨ªs ha sido el peso de una deuda enorme que ahora es p¨²blica y que la Troika sistem¨¢ticamente se ha negado a restructurar.
Ahora bien, cuando los bancos franceses y alemanes "salieron" otros inversores financieros, especialmente los fondos de cobertura desregulados, "entraron" para hacer lo que mejor saben: especular, comprando bonos soberanos al 12% de su valor nominal y vendiendo al 60%. Pero muchos, los m¨¢s aventureros sin duda, no se desprendieron de estos t¨ªtulos cuyos precios ya deben estar tocando el s¨®tano. Optaron por seguir en un juego que los llev¨® incluso a invertir en bancos griegos descapitalizados y en empresas p¨²blicas que no se van a privatizar. Vaya problemita que tienen gracias a un gobierno totalmente "irresponsable" que osa dar primac¨ªa a las necesidades de supervivencia de su gente y no a las ganancias de los que especulan.
Grecia tiene desde principios de este a?o un Gobierno que ha estado empe?ado en ense?ar econom¨ªa a los guardianes de los acreedores
S¨ª, someter a Grecia para salvar lo que se pueda de las malas inversiones. No hay duda que los inversores "atrapados" deben estar ejerciendo presi¨®n a la Troika para solucionarles el problema. Presumo que si son importantes y los montos expuestos grandes, las Troika los va a rescatar de la misma manera como la Reserva Federal y el Tesoro salva a los suyos. El mismo criterio rige en el trato a los deudores. A la Rusia azotada por la crisis de 1998 se le extendi¨® la mano generosa. Pero con los pa¨ªses chicos no hay misericordia, m¨¢s a¨²n cuando sus l¨ªderes los enfrentan. Para ellos el castigo es particularmente severo, y lo aplican con proclamas teos¨®ficas que revelan fe en la supuesta infalibilidad del mercado libre. Es una gran mentira pero los guardianes la creen. En tantos funcionarios del Fondo que personalmente he conocido reconozco la mentalidad del ide¨®logo y la convicci¨®n de Torquemada. Api¨¢dense de los griegos que negocian con ellos.
S¨ª, someterla para preservar la ideolog¨ªa del libre mercado que no cuestiona las ganancias obscenas del capital financiero pero s¨ª las pensiones y los beneficios sociales de los jubilados, y que legitima las propuestas de privatizaci¨®n de los activos p¨²blicos griegos, entre ellos sus islas. Esto no es una desfachatez sino una barbaridad, una elemental falta de respeto explicable solo por la insensibilidad y desd¨¦n que se hacen ver en la conducta de la Troika. M¨¢s a¨²n, por su rechazo al refer¨¦ndum convocado y por su intento de influir en el voto, una conducta que tambi¨¦n delata desprecio a los principios de la democracia. Queda demostrado que la supuesta simbiosis entre los mercados libres y la democracia es un mito que solo lo creen los c¨ªnicos o los intelectuales ilusos.
Pero el voto del domingo ha movido el tablero. Creo que la Troika nunca se esper¨® la rotunda derrota que acaba de encajar. Su c¨¢lculo no consider¨® el hartazgo de la poblaci¨®n por las pol¨ªticas ruinosas impuestas durante cinco a?os consecutivos. Ni tampoco, me temo, el valor de su dignidad. Todos los que repudian el arrogante uso del capital financiero para aplastar al d¨¦bil est¨¢n en deuda con Grecia.
Jorge L.Daly dicta c¨¢tedra en la Universidad Centrum ¨C Cat¨®lica de Lima.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Fernando Bela¨²nde Terry
- Troika
- Crisis econ¨®mica
- Comisi¨®n Europea
- BCE
- FMI
- Grecia
- Rescate financiero
- Per¨²
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Balcanes
- Coyuntura econ¨®mica
- Crisis financiera
- Bancos
- Europa sur
- Uni¨®n Europea
- Latinoam¨¦rica
- Mercados financieros
- Sudam¨¦rica
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Banca
- Am¨¦rica
- Finanzas
- Relaciones exteriores