El pol¨¦mico diagn¨®stico del Doctor Rogoff

Con poco m¨¢s de media docena de autores se podr¨ªa hacer una formidable antolog¨ªa de esta crisis. El liberal belga Paul De Grauwe cont¨®, en un art¨ªculo premonitorio hace m¨¢s de 10 a?os, los graves defectos del euro y por d¨®nde pod¨ªa comenzar el jaleo. El estadounidense Daron Acemoglu revel¨® en su d¨ªa por qu¨¦ demonios fracasan pa¨ªses como Grecia. Barry Eichengreen, de Berkeley, ha contado como nadie c¨®mo son las crisis financieras, y c¨®mo encaja la variante europea en esa sucesi¨®n de tormentas que convirtieron casi en doctrinas esot¨¦ricas las hip¨®tesis del mercado eficiente y de las expectativas racionales (y que el lector perdone al corresponsal que firma esta cr¨®nica, pero esa frase est¨¢ tomada de un tal George Soros). Un novelista brit¨¢nico, John Lanchester, y un periodista del New Yorker, John Cassidy, han permitido entender ¨Cy renovar¨C el lenguaje econ¨®mico cuando m¨¢s falta hac¨ªa. El anglosaj¨®n Martin Wolf ha demostrado c¨®mo la madre de todas las crisis es capaz de convertir a un thatcherista de pro en una especie de neokeynesiano (¡°el capitalismo que surgi¨® de la contrarrevoluci¨®n promercado ha ido demasiado lejos¡±). Y el analista Wolfgang M¨¹nchau acaba de definir el liderazgo alem¨¢n y las pol¨ªticas de la canciller Angela Merkel como ¡°un alzamiento de bienes¡±; ¡°no pedir su dimisi¨®n es signo de que la pol¨ªtica alemana est¨¢ enferma¡±, escrib¨ªa hace poco en Der Spiegel. Pero quiz¨¢ el mejor libro de la Gran Recesi¨®n siga siendo el monumental Esta vez es distinto, donde Ken Rogoff resume (es un decir: son 472 p¨¢ginas del ala) ¡°ocho siglos de necedad financiera¡± y vaticina que todas las grandes crisis de deuda, como la de Grecia, suelen terminar mal.

Economista brillante ¨Cy precoz gran maestro de ajedrez¨C, Rogoff es un conservador moderado con una gran capacidad para derribar t¨®picos. ¡°La austeridad que ha sufrido el pueblo griego es una exageraci¨®n: 10 puntos de PIB en menos de cinco a?os¡±, describe para abrir boca en una conversaci¨®n con este corresponsal, ¡°pero no se enga?e: sin los cr¨¦ditos subvencionados de Europa, que han sido una especie de regalo, el dolor hubiera sido incluso mayor¡±. ¡°Queda mucho sufrimiento por delante¡±, vaticina este profesor de Harvard, que se sorprende de c¨®mo ha calado el debate griego en toda Europa, casi como un asunto puramente nacional. Rogoff carga contra los Stiglitz, los Krugman y otros economistas que b¨¢sicamente daban la raz¨®n a la Syriza de Alexis Tsipras: ¡°Los sospechosos habituales que han atacado a la troika por forzar a Grecia a hacer duros recortes y a aprobar enormes subidas de impuestos en el ¨²ltimo lustro no parecen caer en la cuenta de que el Gobierno griego hubiera tenido que recortar mucho m¨¢s sin la ayuda de la troika¡±. ¡°Los intelectuales hacen un flaco favor a Grecia cuando dicen que el pa¨ªs crecer¨ªa a toda velocidad y saldr¨ªa de la crisis como un rayo con solo declarar el impago de su deuda y salir del euro¡±. Sin reformas estructurales, ¡°el pa¨ªs no puede mejorar de forma sostenible, m¨¢s all¨¢ del rebote c¨ªclico que tarde o temprano va a experimentar¡±.

El Gobierno griego hubiera tenido que recortar mucho m¨¢s sin la ayuda de la troika¡±

Rogoff, que no se ha librado de la pol¨¦mica en los ¨²ltimos a?os por un influyente trabajo que inspir¨® a los partidarios de la austeridad europea y conten¨ªa datos equivocados, carga tambi¨¦n contra los parches que ha ido aprobando Europa en Grecia. Los anglosajones describen ese parcheo con una expresi¨®n intraducible: kick the can down the road. Rogoff insiste en que m¨¢s all¨¢ de esa patada hacia adelante, tarde o temprano habr¨¢ que activar un ambicioso programa de reformas en Grecia. Ese programa, dice, nunca funcionar¨¢ sin un Gobierno que de verdad se lo crea y que aspire a que el pa¨ªs deje de ser ese Estado clientelar y cleptocr¨¢tico que ya era mucho antes de la llegada de la izquierda radical al poder: 40 a?os de Gobiernos socialdem¨®cratas y de centroderecha han hecho exactamente lo mismo que Syriza en seis meses; pr¨¢cticamente nada. Rogoff critica a los griegos por el victimismo que supone culpar a la troika de todos los males. Pero critica tambi¨¦n a la troika por insistir con un tercer paquete demasiado parecido a los dos anteriores, que no dieron resultado.

Los europeos deber¨ªan dar a Grecia un generoso paquete de ayuda, incluida una reestructuraci¨®n de la deuda?

¡°Dicho esto¡±, se anima, ¡°creo que los europeos deber¨ªan dar a Grecia un generoso paquete de ayuda, incluida una reestructuraci¨®n de la deuda que reconozca de una vez que Atenas necesita una quita¡±. En eso se alinea con Syriza y con el FMI, instituci¨®n de la que fue economista jefe. Lejos del optimismo profesional que a buen seguro se escuchar¨¢ en Bruselas si este cap¨ªtulo de la crisis griega se soluciona, Rogoff no es precisamente optimista: ¡°Los controles de capital van a estar ah¨ª durante mucho tiempo. ¡°Si la crisis griega implica que otros pa¨ªses de la periferia europea puedan beneficiarse tambi¨¦n de reestructuraciones de deuda, quiz¨¢ la crisis del euro se resuelva m¨¢s r¨¢pidamente. Porque esas reestructuraciones son probablemente inevitables, m¨¢s all¨¢ de Grecia¡±, vaticina. Rogoff contra Krugman y Stiglitz. Rogoff contra Syriza. Pero Rogoff, tambi¨¦n, o tal vez especialmente, contra Berl¨ªn.