Hollande naveg¨® entre la solidaridad con Tsipras y la lealtad a Merkel

Francia se declara moderadamente satisfecha por el acuerdo alcanzado con Grecia porque se aleja la amenaza de la salida del euro, pero tambi¨¦n asume que las dr¨¢sticas condiciones impuestas a Atenas han ido m¨¢s lejos que lo deseado por Par¨ªs y que la grave crisis de estos d¨ªas ha erosionado al eje franco-alem¨¢n. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, ha sido el l¨ªder europeo que estos d¨ªas se ha mantenido m¨¢s pr¨®ximo al griego, Alexis Tsipras, pero tambi¨¦n ha estado en permanente contacto con la canciller Angela Merkel. Su labor de intermediaci¨®n en busca de un ¡°compromiso¡±, como lo ha definido Hollande, le ha situado en un dif¨ªcil equilibrio entre la solidaridad con Atenas y la necesidad de preservar su relaci¨®n con Berl¨ªn, que ha pesado m¨¢s, como admiten colaboradores del presidente franc¨¦s.

¡°El papel de Francia ha sido acercar posiciones, respetar al pueblo griego, pero tambi¨¦n a las otras naciones que integran la zona euro¡±, se?al¨® Hollande nada m¨¢s cerrar el acuerdo. Alemania ocupa el primer lugar entre esas ¡°otras naciones¡± y, para Hollande, es b¨¢sico salvar ¡°los fundamentos¡± de Europa, como dicen sus colaboradores, es decir, el entendimiento franco-alem¨¢n. El presidente franc¨¦s lo ha dejado muy claro este lunes: ¡°Hab¨ªa que preservar la relaci¨®n franco-alemana, esa relaci¨®n entre Merkel y yo mismo, que es necesaria si se quiere lograr un compromiso. Si no hay esa solidez, que no impide a veces diferencias, si no hay esa relaci¨®n para buscar un compromiso, no hay acuerdo¡±.

Esas ¡°diferencias¡± han sido notables en el desigual pulso entre Berl¨ªn y Par¨ªs. La m¨¢s importante se destap¨® cuando el s¨¢bado se difundi¨® que Berl¨ªn planteaba una salida temporal de Grecia de la zona euro, una opci¨®n jam¨¢s planteada hasta ahora en Europa. ¡°Eso no existe; o se sale o se permanece, pero la salida temporal no existe¡±, respondi¨® de inmediato Hollande. Para ¨¦l y su Gobierno, era una l¨ªnea roja infranqueable. El objetivo ¨²ltimo de todas sus gestiones era precisamente impedir la salida de Atenas, ¡°por el bien de Grecia, de Francia y de Europa¡±, porque entend¨ªa que esa opci¨®n pon¨ªa en riesgo todo el proyecto de construcci¨®n europea.

La primera divergencia, y en p¨²blico tambi¨¦n, se produjo cuando Tsipras ya hab¨ªa convocado el refer¨¦ndum. Hollande se?al¨® entonces que a¨²n hab¨ªa margen para un acuerdo in extremis. Su ministro de Econom¨ªa, Emmanuel Macron, se propuso para viajar a Atenas. Pero Merkel cort¨® por lo sano: no habr¨ªa negociaci¨®n alguna hasta despu¨¦s de la consulta. Tras el triunfo del no, Merkel avis¨® a Hollande durante su encuentro en Par¨ªs que no descartaba la salida griega del euro y que solo pod¨ªa evitarse si Tsipras aceptaba unas dur¨ªsimas condiciones en la UE.

El momento m¨¢s complejo para Hollande fue cuando Berl¨ªn plante¨® la opci¨®n de la salida temporal de Grecia de la zona euro

Fue entonces cuando Hollande propuso a Tsipras que varios altos funcionarios franceses le asesoraran para presentar una propuesta ¡°seria y cre¨ªble¡±. ¡°Estoy dispuesto a ayudarte, pero ay¨²dame a ayudarte¡±, le hab¨ªa dicho la misma noche del triunfo del no, despu¨¦s avisado d¨ªas antes de que el refer¨¦ndum incrementaba "el riesgo" de salir del euro. El viernes 10, Grecia puso la propuesta sobre la mesa. Hollande la calific¨® exactamente de ¡°seria y cre¨ªble¡±. Solo unas horas despu¨¦s comprob¨® que para Merkel era totalmente insuficiente.

Los asesores franceses entraron nuevamente en acci¨®n con los griegos. Su objetivo: lograr con nuevas concesiones que Berl¨ªn retirara la opci¨®n de la salida de Grecia del euro. Fueron las horas m¨¢s complejas en esa intermediaci¨®n de Hollande para no humillar a Atenas y tampoco desairar a la canciller.

Mientras, en Francia, la negociaci¨®n y la actitud de Hollande eran seguidas con lupa. El l¨ªder de la oposici¨®n, el expresidente Nicolas Sarkozy, le afe¨® no estar m¨¢s unido a Merkel frente a Atenas. Los cr¨ªticos del Partido Socialista le empujaban a defender con m¨¢s fuerza a Tsipras y a vetar las propuestas alemanas, pruebas de los ¡°ego¨ªsmos nacionales¡±, en palabras del dirigente Christian Paul.

¡°Francia ha jugado su papel hasta el final¡±, ha sentenciado el primer ministro, Manuel Valls. Los dos grandes partidos, PS y Los Republicanos, recibieron con alivio el pacto, solo criticado con dureza en la izquierda radical, que destaca "la brutalidad" de Alemania, y en la extrema derecha, que cree "Europa est¨¢ bajo hegemon¨ªa alemana" y que Grecia debiera haber sido de la moneda ¨²nica en lugar de dejarse "llevar al matadero", en palabras de Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional.

El acuerdo ser¨¢ sometido al voto de la Asamblea Nacional el mi¨¦rcoles. No es vinculante, pero el resultado y el debate previo reflejar¨¢n el doble juicio que merece a las fuerzas pol¨ªticas francesas la actuaci¨®n de su presidente y la nueva era abierta en una Europa que, por vez primera, ha amenazado a un socio con expulsarle de la zona euro. No se ha concretado la amenaza y eso ha permitido a Hollande presentar el arreglo con dignidad: "Francia buscaba este acuerdo, lo quer¨ªa y ah¨ª est¨¢". Pero tambi¨¦n asume que Tsipras ha necesitado mucho "coraje" para aceptar unas medidas tan draconianas: "Sab¨ªa que era la condici¨®n para obtener una nueva financiaci¨®n".