Obama sobre Ir¨¢n: ¡°La alternativa a la diplomacia es la guerra¡±
El presidente pide a los norteamericanos que valoren el pacto nuclear en su dimensi¨®n hist¨®rica y sienta los argumentos para una dura batalla en el Congreso
Despu¨¦s de convencer a Ir¨¢n de firmar un acuerdo para renunciar en la pr¨¢ctica a construir una bomba nuclear, el presidente de Estados Unidos se enfrenta al reto de convencer a la opini¨®n p¨²blica norteamericana y combatir el argumento republicano de que se trata de una capitulaci¨®n y una traici¨®n a sus aliados. El acuerdo firmado el martes en Viena es ¡°el mejor para asegurarnos de que Ir¨¢n no tiene la bomba nuclear, y esa ha sido mi prioridad desde el principio¡±, dijo Obama. El acuerdo con Ir¨¢n es ¡°una oportunidad que puede no volver a presentarse en nuestras vidas¡±.
Los ojos de la comunidad internacional se vuelven ahora hacia el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado, donde se aventura una fenomenal batalla pol¨ªtica sobre la aprobaci¨®n del acuerdo en la que el presidente se juega parte de su credibilidad. En el mismo discurso en el que anunciaba el acuerdo al mundo, Obama dej¨® claro que vetar¨¢ cualquier texto que se oponga al mismo. El Congreso necesita una mayor¨ªa reforzada de dos tercios para oponerse al veto presidencial. Las primeras impresiones del Congreso recogidas por la prensa de Washington apuntan hacia un escenario de veto, que mantenga el acuerdo pero lo deje muy d¨¦bil como activo pol¨ªtico. La rueda de prensa del mi¨¦rcoles es el principio de una dura campa?a de dos meses para conseguir el mayor respaldo pol¨ªtico posible para la que ser¨¢ la clave de su legado internacional.
Obama env¨ªa a Biden al Congreso a convencer a los dem¨®cratas
Tras el acuerdo con Ir¨¢n, la prioridad de Obama es impedir que el pacto descarrile en el Congreso. Ante la abierta oposici¨®n de la mayor¨ªa republicana, la clave est¨¢ en los dem¨®cratas, que pueden frenar cualquier intento de rechazar el acuerdo. Pero tambi¨¦n entre ellos persisten las dudas con el documento de Viena. Por eso Obama ha recurrido a su baza m¨¢s segura cuando se trata de hablar con un Congreso con el que no acaba de congeniar: Joe Biden, que antes de ser su vicepresidente pas¨® d¨¦cadas en el Senado. Biden se reuni¨® ayer en el Capitolio con legisladores dem¨®cratas ¡°para responder a preguntas y explicar el acuerdo¡±, dijo. ¡°Me siento confiado en que les gustar¨¢ cuando lo comprendan bien¡±, adelant¨®. Seg¨²n legisladores que estuvieron en el encuentro, Biden les asegur¨®, entre otros, que ¡°nada en el acuerdo quita de la mesa la opci¨®n militar¡±.
En tono de alegato, el abogado de Harvard hizo una defensa del que puede ser su mayor legado en pol¨ªtica exterior, ya que pone las bases para en el futuro desactivar el mayor foco de conflicto de la regi¨®n m¨¢s vol¨¢til del mundo. ¡°Ayer fue un d¨ªa hist¨®rico¡±, comenz¨® su alocuci¨®n. El presidente dijo esperar que ¡°el debate sea potente¡±. ¡°As¨ª debe ser, eso nos hace m¨¢s fuertes¡±, a?adi¨®. Pero a?adi¨® que espera que los norteamericanos sepan ver el ¡°cuadro general¡± y ¡°la oportunidad que representa¡± el acuerdo. Ese cuadro general es el siguiente: ¡°Este acuerdo hace a nuestro pa¨ªs y al mundo m¨¢s seguro. La alternativa supone un mayor peligro. Esa es la disyuntiva¡±.
Obama admiti¨® que la preocupaci¨®n de Israel ¡°es leg¨ªtima¡±, por cuanto es una potencia que niega su derecho a existir. Pero ¡°de todas las objeciones que han hecho el primer ministro Benjamin Netanyahu o la oposici¨®n republicana ninguno de ellos me ha propuesto una alternativa mejor. No lo he o¨ªdo. El 99% de la comunidad internacional y la mayor¨ªa de expertos nucleares ven este acuerdo y dicen que esto impide a Ir¨¢n conseguir una bomba nuclear. Si tienes objeciones al mismo deber¨ªas tener una alternativa. Pero en realidad solo hay dos alternativas, o se resuelve por la diplomacia, o por la guerra¡±. Reducido a una frase, el argumento de la Casa Blanca es que un acuerdo acerca a la paz, un no acuerdo acerca a un eventual conflicto armado.
Las relaciones entre Ir¨¢n y EE UU, inexistentes o abiertamente hostiles desde 1979, hacen dif¨ªcil centrarse en ese ¡°cuadro general¡± en el que el presidente quiere situar el debate. Por ejemplo, durante la rueda de prensa fue preguntado por la situaci¨®n de los norteamericanos detenidos en Ir¨¢n. Obama explic¨® que poner temas como ese sobre la mesa habr¨ªa permitido a Ir¨¢n aumentar sus exigencias. ¡°No se han resuelto todos los problemas¡±, es otra de las l¨ªneas de defensa de este acuerdo. Se ha resuelto solo uno, el m¨¢s importante, insiste Obama. Y eventualmente si sale bien eso permitir¨¢ abordar otros. Eso es lo que pide que se valore. ¡°Pero vivimos en Washington y la pol¨ªtica afecta¡±.
El presidente dej¨® claro el mi¨¦rcoles que no se trata de un acuerdo de paz ni mucho menos de una normalizaci¨®n de relaciones con Ir¨¢n, como ha ocurrido con Cuba. Los contactos diplom¨¢ticos seguir¨¢n siendo espor¨¢dicos. Sin embargo, Obama ha transmitido a muchos la impresi¨®n de que el acuerdo era m¨¢s importante que el contenido del acuerdo. El senador republicano Marco Rubio lo expres¨® el mi¨¦rcoles con estas palabras: ¡°Para ¨¦l, todo esto, ?saben lo que es? Es una exposici¨®n en su biblioteca presidencial. Lo ¨²nico que quiere es poder decir: ¡®Esto es lo que consegu¨ª, paz en nuestra ¨¦poca, este gran acuerdo con Ir¨¢n¡±.
Al mismo tiempo que pide a los norteamericanos que valoren las consecuencias generales del acuerdo, Obama pidi¨® ayer a los republicanos que centren sus objeciones en el contenido del acuerdo. Que se lo lean y discutan los detalles. ¡°Respecto al Congreso, mi esperanza es que todo el mundo eval¨²e este acuerdo bas¨¢ndose en los hechos, no en poses pol¨ªticas¡±.
En el acuerdo, Ir¨¢n mantiene una peque?a capacidad nuclear. No desactiva completamente el programa nuclear de ese pa¨ªs, sino que establece cortafuegos, que las potencias firmantes han considerado suficientes, en caso de que Ir¨¢n mantenga la intenci¨®n de construir una bomba nuclear. Esos cortafuegos antes no exist¨ªan. En su efectividad o no es en lo que quiere centrar Obama el debate parlamentario.
Mientras la oposici¨®n republicana promete torpedear el acuerdo mientras pueda en el Congreso, la llamada comunidad internacional ha tardado 24 horas en convertirlo en hechos consumados. El mi¨¦rcoles, el vicecanciller de Alemania confirmaba que se presentar¨¢ en Teher¨¢n el domingo en misi¨®n comercial. El Gobierno de Espa?a confirm¨® que va a organizar una misi¨®n comercial en la que participar¨¢n al menos dos ministros. La ONU se prepara para votar una resoluci¨®n de respaldo al acuerdo en el plazo de una semana.
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