El Papa pide ayuda a las grandes ciudades frente al cambio clim¨¢tico

El papa Francisco busc¨® este martes la complicidad de m¨¢s de 60 alcaldes ¡ªentre los que se encontraban los de Nueva York, Par¨ªs, Buenos Aires, Bogot¨¢ o Madrid, pero tambi¨¦n los de peque?as ciudades de todo el mundo¡ª para ¡°cambiar el centro desde las periferias¡±. Jorge Mario Bergoglio se dirigi¨® a los participantes en el foro sobre cambio clim¨¢tico y nuevas formas de esclavitud organizado por el Vaticano y les pidi¨® ¡°conciencia ecol¨®gica¡± para influir en las decisiones de la Cumbre sobre el Clima que la ONU tiene previsto celebrar a final de a?o en Par¨ªs.

Sin papeles delante y en espa?ol se dirigi¨® Bergoglio a los alcaldes venidos de todo el mundo. Lo hizo as¨ª porque su discurso no ten¨ªa previsto anunciar nada nuevo ¡ªtodo estaba ya dicho en su reciente enc¨ªclica sobre ecolog¨ªa y durante su m¨¢s reciente a¨²n viaje a Latinoam¨¦rica¡ª, sino encontrar aliados. ¡°?Por qu¨¦ esta convocatoria?¡±, se sincer¨® Francisco ante los alcaldes, para explicarles a continuaci¨®n: ¡°Porque el trabajo m¨¢s serio y profundo se hace de la periferia al centro, desde ustedes hacia la conciencia de la humanidad. La Santa Sede o tal pa¨ªs podr¨¢n hacer un buen discurso en la ONU, pero si no hay trabajo desde la periferia al centro, no tendr¨¢ efecto. Y ah¨ª, en la periferia, es donde est¨¢ el trabajo de los alcaldes¡±. Un aplauso cerrado, un¨¢nime, respondi¨® a un discurso breve, de apenas 20 minutos, con el que Bergoglio quiso demostrar dos cosas a los alcaldes: que lo suyo no es marketing ¡ªsino preocupaci¨®n real por los m¨¢s desfavorecidos¡ª y que su guerra va m¨¢s all¨¢ de los confines de la religi¨®n.

De hecho, el Papa no habl¨® del cielo, sino m¨¢s bien del infierno en la tierra. Francisco advirti¨® de que la primera consecuencia del maltrato al medio ambiente es la aparici¨®n de cinturones de pobreza alrededor de las grandes ciudades: ¡°Es un fen¨®meno mundial. La gente sufre los efectos de un descuido del ambiente. El mundo rural ya no les da oportunidades. Aunque con mucho respeto, se debe denunciar la idolatr¨ªa de la tecnocracia. La tecnocracia lleva a despojar de trabajo, a crear desocupaci¨®n¡±. Bergoglio dibuj¨® ante los alcaldes un paisaje terrible que ya conocen ¡ªlos altos ¨ªndices de desempleo juvenil, las tasas de suicidio, la b¨²squeda de una salida tras falsos ideales que incluyen la delincuencia o el fanatismo¡ª y lo vincul¨® a un pecado original: ¡°No se puede separar al hombre del resto, hay una relaci¨®n de incidencia mutua, sea del ambiente sobre la persona, sea de la persona en el modo como trata el ambiente; y tambi¨¦n, el efecto de rebote contra el hombre cuando el ambiente es maltratado. La ecolog¨ªa es total, es humana. Eso es lo que quise expresar en mi enc¨ªclica. Me preguntaron si es una enc¨ªclica verde. No, es una enc¨ªclica social¡±.

Los alcaldes participantes elogiaron la actitud del papa Francisco. El alcalde de Bogot¨¢, Gustavo Petro, dijo que su apuesta por una nueva actitud ante la ecolog¨ªa es una ¡°revoluci¨®n¡±. La alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo, destac¨® ¡°la potencia extraordinaria e in¨¦dita¡± de la enc¨ªclica de Bergoglio, y Bill de Blasio, primera autoridad de Nueva York, asegur¨® que est¨¢ deseando recibir al Papa el pr¨®ximo mes de septiembre para ¡°seguir compartiendo experiencias¡±. Tambi¨¦n la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, intervino ante el foro y pidi¨®, entre otras cosas, un debate sobre las causas del consumo de prostituci¨®n entre los j¨®venes. Carmena asegur¨® que se trata de un debate vivo en los colegios pero que la sociedad esconde: ¡°Entre los muchachos se suscita el tema de por qu¨¦ uno va de putas, por qu¨¦ uno acepta la prostituci¨®n, etc¡­¡±. La alcaldesa de Madrid dijo tambi¨¦n que ¡°no se puede desglosar¡± el cumplimiento de los derechos humanos con la lucha contra la corrupci¨®n: ¡°La corrupci¨®n pol¨ªtica lo que hace es plantear dos sociedades diferentes: la aparente o formal y la real¡±.

El foro fue abierto con el testimonio de dos j¨®venes mexicanas, Karla Jacinto y Ana Laura P¨¦rez, que narraron su experiencia de esclavitud. La primera explic¨® que, tras una infancia terrible dentro de su propia familia ¡ª¡°mis hermanos me violaban y mi madre me odiaba¡±¡ª, se enamor¨® de un joven que la oblig¨® a prostituirse durante a?os: ¡°Incluso despu¨¦s de dejarme embarazada, tuve que prostituirme hasta los ocho meses de gestaci¨®n¡±. Ana Laura P¨¦rez explic¨® con detalle la forma en qu¨¦ fue esclavizada en un taller de sastrer¨ªa. Dijo que, hasta que consigui¨® escapar y denunciar su situaci¨®n, recibi¨® golpes, vejaciones, falta de alimentaci¨®n y hasta fue encadenada para que no se separara del puesto de trabajo.