Informar desde Siria, una misi¨®n imposible
Trabajar en zonas controladas por grupos yihadistas conlleva un alto riesgo de secuestro
Siria es hoy el conflicto m¨¢s peligroso del mundo en t¨¦rminos de cobertura medi¨¢tica. Tras m¨¢s de cuatro a?os en guerra, 46 informadores y 134 de los llamados periodistas ciudadanos se han dejado la vida, seg¨²n Reporteros Sin Fronteras, para contar una guerra que se ha cobrado ya m¨¢s de 230.000 muertos.
Dividido en tres frentes ¡ªel rebelde, el leal y el yihadista de Al Qaeda (AQ) y el Estado Isl¨¢mico (EI)¡ª, la cobertura informativa desde Siria se ha convertido en una misi¨®n casi imposible. Los que entran por el lado rebelde no pueden regresar al leal y viceversa. Informar desde las zonas controladas por Al Qaeda o el Estado Isl¨¢mico conlleva un alto riesgo de secuestro. A pesar de ello, decenas de j¨®venes periodistas freelance han decidido apostar por seguir cubriendo una guerra cada d¨ªa m¨¢s violenta y econ¨®micamente cara para trabajar.
Alepo, en el cruce de frentes
La ciudad siria de Alepo se ha convertido en una de las zonas m¨¢s peligrosas en el pa¨ªs. Para entrar en esta localidad, ya sea desde la parte leal o desde Turqu¨ªa, es preciso sortear territorios en los que convergen los tres frentes: las tropas regulares, el Frente de la Conquista (Coalici¨®n compuesta por Al Qaeda y diversos grupos de oposici¨®n de mayor o menor corte islamista) y el Estado Isl¨¢mico (EI).
La brutalidad de las ejecuciones de reporteros y cooperantes que ha sido mediatizada por el EI ha hecho de los periodistas extranjeros un objetivo en la guerra siria. Estos se convierten a un cheque andante entre una poblaci¨®n exhausta econ¨®micamente.
La diversidad de grupos yihadistas o rebeldes y la falta de coordinaci¨®n entre ellos hace que en muchas ocasiones sea un grupo peque?o el que ponga en riesgo la vida de los periodistas para m¨¢s tarde venderlos a Al Qaeda o al Estado Isl¨¢mico.
Contar Siria y lo que en ella ocurre desde la zona leal permite un desplazamiento m¨¢s fluido en el pa¨ªs, aunque ello implique que parte del tiempo el reportero deba ir acompa?ado por un funcionario del Ministerio de Informaci¨®n. En las ciudades, los ataques de morteros son constantes en las zonas colindantes al frente rebelde o yihadista. La seguridad en las arterias que conectan las grandes ciudades como Damasco y Homs o Alepo queda sujeta a los avances y retrocesos de los frentes, y ello var¨ªa semanal o incluso diariamente.
En los frentes de l¨ªnea leales, los francotiradores son habituales. Para protegerse, soldados y milicianos afines al r¨¦gimen abren boquetes entre los muros de las casas o cuelgan amplias s¨¢banas entre edificios para torpedear la visibilidad. De entre todos los controles militares que siembran el pa¨ªs, siempre queda la duda de cu¨¢l de ellos pueda ser un falso ret¨¦n, sobre todo en las zonas cercanas a los territorios bajo el yugo yihadista. Todos visten de caqui, muchos lucen largas barbas.
Al otro lado del frente, el arma m¨¢s mort¨ªfera sigue siendo la aviaci¨®n, que prosigue los ataques en las zonas rebeldes y yihadistas. Decenas de freelance espa?oles y extranjeros han informado desde la zona rebelde siria. Un campo que se ha radicalizado desde el inicio de la guerra, en 2011. Entonces, un simple cruce a pie o en coche de los pasos fronterizos que separan Turqu¨ªa o L¨ªbano de Siria hac¨ªa posible cruzar a esa zona.
Cuatro a?os despu¨¦s, pasar al lado rebelde sirio conlleva un alto coste en t¨¦rminos de riesgo y tambi¨¦n, como se han quejado muchos freelance, de bolsillo. Encontrar un fixer (persona que hace las veces de traductor, acompa?ante y, sobre todo, negocia el cruce seguro de los controles armados) se antoja la prioridad n¨²mero uno. Este ser¨¢ el que, seg¨²n sus contactos, negocie en los distintos puntos de control de los diversos grupos armados, en ocasiones enemistados entre s¨ª. Al coste del fixer se suma la econom¨ªa de guerra con los precios del transporte o del acceso a generadores e Internet disparatados.
A estos riesgos y costes se suman al final otros gastos que, aunque importantes, muchos freelance no pueden costear debido a las bajas tarifas que ofertan los medios por las piezas informativas. En ocasiones, j¨®venes freelance se lanzan a informar desde Siria sin equipo de protecci¨®n (como un chaleco antibalas o casco) o un seguro m¨¦dico de emergencia. Los cursos de formaci¨®n para profesionales en zonas de conflicto alcanzan los 2.000 euros, otra herramienta de la que muchos informadores han de prescindir por falta de medios. Cubrir la guerra de Siria en tiempos de crisis se ha convertido en un factor de riesgo para el freelance.
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