Dormir entre robots

Un dinosaurio mec¨¢nico con pajarita y sombrero y una mujer androide que parpadea, sonr¨ªe y casi respira son los encargados de dar la bienvenida a los hu¨¦spedes del hotel Henn na, en Jap¨®n. El primero habla ingl¨¦s y la segunda, japon¨¦s. Ambos forman parte del equipo que gestiona este particular establecimiento, el primero del mundo que aparentemente no necesita empleados humanos para funcionar.

El hotel Henn na, literalmente "Hotel Raro", abri¨® sus puertas este julio en la ciudad japonesa de Sasebo, situada en el sureste del pa¨ªs. Cuenta con una plantilla de 10 robots humanoides y varios m¨¢s industriales. Al llegar, los hu¨¦spedes deben introducir sus datos en una pantalla t¨¢ctil en recepci¨®n y seguir las instrucciones de los robots, mientras un carro automatizado transporta las maletas hasta la habitaci¨®n asignada. Dos conserjes acompa?an a los invitados hasta sus aposentos. La puerta se abre mediante un sistema de reconocimiento facial que se ha configurado durante el registro. Si uno no quiere dejar su equipaje en la habitaci¨®n, un brazo robotizado controla una consigna acristalada en la entrada del establecimiento.

Un dinosaurio mec¨¢nico con pajarita y sombrero y una mujer androide que parpadea, sonr¨ªe y casi respira son los encargados de dar la bienvenida a los hu¨¦spedes

Detr¨¢s de la iniciativa no solamente est¨¢ la extravagancia y la posibilidad de vivir una experiencia ¨²nica, sino la voluntad de crear "el hotel m¨¢s eficiente del mundo", seg¨²n defiende su fundador, Hideo Sawada, al peri¨®dico local Japan Times. Asegura que ha ahorrado un 25% solamente en costes salariales, a lo que hay que sumar la bajada de la factura energ¨¦tica gracias a su dependencia de la energ¨ªa solar y el aprovechamiento del agua. Sus 72 habitaciones son minimalistas y no cuentan con televisor ni nevera. La temperatura est¨¢ controlada mediante sensores de calor y las luces se encienden y apagan autom¨¢ticamente dependiendo del movimiento. Los hu¨¦spedes cuentan con una tableta -con la que pueden contactar con recepci¨®n- y con un peque?o robot encima de la mesa de noche al que pueden preguntar sobre la previsi¨®n meteorol¨®gica o pedir que active el despertador. No hay restaurante -aunque s¨ª m¨¢quinas expendedoras de productos b¨¢sicos- ni servicio de lavander¨ªa.

El precio m¨ªnimo de la estancia es de unos 66 euros para una habitaci¨®n est¨¢ndar, de unos 21 metros cuadrados. Sin embargo, en ¨¦pocas de mucha demanda, los visitantes tienen que pujar por el precio que est¨¢n dispuestos a pagar. Seg¨²n su p¨¢gina web, la tarifa oscila estos d¨ªas entre los 295 y los 327 euros por noche. La ampliaci¨®n del complejo -situado dentro de un parque tem¨¢tico inspirado en Holanda- ya est¨¢ en marcha y se prev¨¦ inaugurar un edificio anexo con otras 72 habitaciones en menos de un a?o. Su creador, tambi¨¦n due?o de una popular agencia de viajes de bajo coste, sue?a con la expansi¨®n internacional: "queremos construir un millar de hoteles similares en todo el mundo".

Aunque es probable que el visitante no se cruce con ning¨²n empleado humano durante su estancia, el hotel cuenta tambi¨¦n con personal de carne y hueso para supervisar el trabajo de los robots y especialmente controlar la seguridad del establecimiento. En caso de emergencia, el alojamiento garantiza la presencia de personal humano las 24 horas del d¨ªa. En el futuro, a medida que se logren m¨¢s avances en rob¨®tica -Jap¨®n es l¨ªder mundial de la industria y el Gobierno la considera como estrat¨¦gica-, Sawada espera que m¨¢s del 90% de los servicios del hotel los gestionen los robots. "A¨²n no pueden hacer las camas", dice.