De coalici¨®n a partido, y vuelta a empezar
Los ciudadanos que apoyan a Tsipras no le perdonar¨¢n unas elecciones para calmar Syriza
El refer¨¦ndum del 5 de julio en Grecia sobre la propuesta de reformas asociadas al tercer rescate econ¨®mico del pa¨ªs formulada por los socios apenas 10 d¨ªas antes ¨Cque la oposici¨®n interpret¨® como un s¨ª o un no a Europa y el euro¨C fue idea de Alexis Tsipras, nadie quer¨ªa una consulta semejante en su partido. El gesto cre¨® una relaci¨®n de confianza con la ciudadan¨ªa y a partir de ese momento, y m¨¢xime tras la cumbre de Bruselas del 12 de julio, el l¨ªder de Syriza se convirti¨® en algo parecido a un estadista al anteponer el inter¨¦s del pa¨ªs al suyo propio, es decir, a su liderazgo en el partido y la propia cohesi¨®n del mismo. Una unidad que ahora corre el riesgo de saltar de por los aires, y el partido, de volver a su estado anterior de amalgama de grupos.
Muchos griegos se dieron cuenta de que en Bruselas el primer ministro griego hizo todo lo que pudo, y adem¨¢s fue capaz de confesarlo, asegurando al defender el draconiano acuerdo que su deber es aplicarlo aunque no crea en ¨¦l. Ese alarde de sinceridad le granje¨® una ola de apoyo popular inversamente proporcional a la asunci¨®n por los suyos de esa capitulaci¨®n de su programa, y con condiciones a¨²n m¨¢s adversas que las de la pen¨²ltima propuesta europea.
El probable adelanto de las elecciones a oto?o depender¨¢ en gran medida de lo que suceda dentro de Syriza, pero esos ciudadanos que miran con tanta simpat¨ªa ¡°al chaval¡± ¨Cas¨ª denomina la calle a Tsipras¨C no le van a perdonar que las convoque para dirimir el cisma del partido, conscientes de que el pa¨ªs no se puede permitir otra tribulaci¨®n m¨¢s en su incierto porvenir. Tsipras lo sabe, y por eso ha planteado a los suyos un ultim¨¢tum: un congreso extraordinario en septiembre o un refer¨¦ndum interno este domingo, una maniobra que permitir¨¢ votar a todos los miembros del partido y no s¨®lo al d¨ªscolo comit¨¦ central (la mitad del mismo es abiertamente cr¨ªtico con el tercer rescate).
Aunque Tsipras haya mostrado a los rebeldes la puerta de salida, ¨¦stos no se lo van a poner f¨¢cil: se niegan a renunciar o a devolver sus actas, lo que deja al Gobierno sin mayor¨ªa parlamentaria. Pero no es la primera vez que tiene en contra a los radicales, ya cr¨ªticos desde 2013, cuando la antigua coalici¨®n se constituy¨® como partido e inici¨® un t¨ªmido giro al centro, con la incorporaci¨®n de independientes e incluso miembros de otras formaciones, incluido su socio de coalici¨®n, Griegos Independientes. Un viraje que, de continuar, podr¨ªa hacer de Tsipras un Lula a la europea, apoyado en el sector m¨¢s pragm¨¢tico y moderado del partido y con el contrapeso de la tercera v¨ªa, el llamado Grupo de los 53, que insiste en preservar la unidad del partido pero tambi¨¦n en abrir un debate sobre la relaci¨®n con Europa.
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