¡°Esto no es una guerra por Turqu¨ªa, sino derivada de la locura de Erdogan¡±
El HDP, que dio la sorpresa en las elecciones de junio, se debate entre los bombardeos contra posiciones kurdas y los ataques del PKK
Su aspecto denota cansancio. Ya no luce como el en¨¦rgico y jovial abogado que, hace casi dos meses, se convirti¨® en la estrella de las elecciones turcas tras llevar al Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP, izquierdista y prokurdo) a conseguir los mejores resultados su historia. Desde luego, no es f¨¢cil ser el l¨ªder de un partido kurdo en un momento en que los ataques del grupo armado PKK y los bombardeos del Ej¨¦rcito turco han sumergido el pa¨ªs en una nueva espiral de violencia ¡ªcuando hasta hace s¨®lo unos meses se negociaba un proceso de paz¡ª ni enfrent¨¢ndose a un proceso judicial que podr¨ªa llevar a los dirigentes de esta formaci¨®n pol¨ªtica a la c¨¢rcel. Pero la voz de Selahattin Demirtas (Elazig, 1973) sigue siendo segura y pausada, muy lejos de los habituales exabruptos que caracterizan la pol¨ªtica en Turqu¨ªa, y de vez en cuando da espacio a la sonrisa, si bien denota un halo de tristeza en la forma en que se tuercen las comisuras de sus labios.
Pregunta. ?C¨®mo ve usted la anunciada lucha del Gobierno turco contra el Estado Isl¨¢mico (EI)?
Respuesta. Es pura fachada, para limpiarse de las acusaciones de haber apoyado al EI. Bajo el manto de una operaci¨®n contra el EI, lo que est¨¢ llevando a cabo es una guerra contra el PKK y las fuerzas kurdas.
P. Estas operaciones militares contra el PKK, ?c¨®mo afectar¨¢n a la lucha contra el EI?
R. Esto reforzar¨¢ al EI. Lo m¨¢s correcto ser¨ªa que Turqu¨ªa hiciese las paces con el PKK y, juntos, luchasen contra el Estado Isl¨¢mico. Pero Turqu¨ªa cada vez se aleja m¨¢s de esta posibilidad.
P. El Gobierno les acusa de condenar el terrorismo del EI pero no hacer lo propio con el del PKK. ?Los ataques del PKK no son terrorismo?
R. Nosotros decimos abiertamente que los actos que est¨¢ cometiendo el PKK no son en absoluto correctos, no tienen justificaci¨®n alguna, y tienen que parar inmediatamente. Pero tambi¨¦n estamos en contra de esa visi¨®n que pone al PKK y al EI en el misma saco. Y eso es lo que intenta hacer el Gobierno. El EI es una organizaci¨®n terrorista inhumana. El PKK es una organizaci¨®n que hasta hace seis meses se sentaba a la mesa con el Gobierno y negociaba. As¨ª que no se puede comparar. Adem¨¢s, quienes han presentado una resistencia mayor al EI han sido las fuerzas kurdas.
P. Tras estas dos semanas de violencia, ?est¨¢ muerto el proceso de paz?
R. No. El proceso de paz vive una gran crisis, pero no debemos darlo por muerto. El proceso de paz puede sufrir retrocesos y enfrentarse a obst¨¢culos, pero la misi¨®n de quienes dirigen este proceso es superarlos. Todas las partes debemos presionar para que se vuelva a la mesa de negociaciones.
P. El Gobierno pide que el PKK deje las armas y abandone el pa¨ªs para retomar las conversaciones de paz. ?Es eso posible?
R. Ojal¨¢ fuera posible. Pero el propio [primer ministro, Ahmet] Davutoglu sabe mejor que yo que ese llamamiento que ha hecho es totalmente in¨²til. Para que sea efectivo debe ser m¨¢s convincente. Por ejemplo, si pidiese que el PKK decretase un nuevo alto el fuego a cambio de detener las operaciones militares ser¨ªa m¨¢s realista, y luego en la mesa de negociaciones se podr¨ªa discutir el desarme y la retirada del PKK de Turqu¨ªa. Ese es el llamamiento que nosotros hacemos.
P. Hace unos meses parec¨ªa cosa hecha el abandono de la lucha armada.
R. Una semana despu¨¦s de que el Gobierno y nosotros firm¨¢semos el Acuerdo de Dolmabah?e, el pasado 28 de febrero, estaba previsto que una delegaci¨®n del Ejecutivo, una delegaci¨®n nuestra y una delegaci¨®n de observadores se reuniesen con Abdullah ?calan [fundador del PKK, encarcelado a perpetuidad en la isla-prisi¨®n de Imrali]. Estaba previsto tambi¨¦n que, tras esa reuni¨®n, ?calan hiciese un llamamiento al PKK para que dejase las armas. A mediados de marzo se har¨ªa un congreso para discutir el desarme y, a cambio, el Gobierno aprobar¨ªa una lista de diez reformas acordadas. Pero [el presidente turco, Recep Tayyip] Erdogan prohibi¨® el viaje de las delegaciones a Imrali porque vio en las encuestas que, al contrario de lo esperado, su intenci¨®n de voto descend¨ªa. Pensando que eso pon¨ªa en peligro su posici¨®n, dio un giro de 180 grados a su pol¨ªtica y comenz¨® un discurso nacionalista turco.
P. Pero fue el PKK el que rompi¨® el alto el fuego a inicios de julio.
R. Nosotros pensamos que eso fue un error de principio a fin, no se deber¨ªa haber vuelto a la lucha armada porque impide que el problema pueda ser solucionado por la v¨ªa pol¨ªtica. Y por eso defendemos que se decrete un alto el fuego mutuo. Tanto el PKK como el Gobierno deben darse cuenta que la violencia est¨¢ haciendo mucho da?o a Turqu¨ªa.
P. ?Qu¨¦ piensa ?calan del fin del alto el fuego del PKK?
R. No lo sabemos. Desde hace m¨¢s de cuatro meses no se ha podido ver con nadie. Ni siquiera dan permiso para que lo visiten sus abogados o su familia, pese a que el Tribunal de Estrasburgo ha advertido a Turqu¨ªa que tiene que permitir que ?calan vea a sus abogados. (El Gobierno) nos dice que, como HDP, no podremos visitar a ?calan hasta que convenzamos al PKK de que deje las armas. Y a los abogados, la excusa oficial que se les da es que el barco que va a Imrali est¨¢ estropeado.
P. Si ?calan hablase ?se podr¨ªa calmar la situaci¨®n?
R. S¨ª, desde luego. ?calan es un l¨ªder muy influyente y apoya el proceso de paz. El hecho de que se le mantenga incomunicado es una muestra de que el Gobierno est¨¢ siguiendo una estrategia de fomentar la tensi¨®n y aprovechar esta tensi¨®n para debilitar al HDP y sacar mejores resultados en unas nuevas elecciones.
P. Aunque ustedes mantienen que no existen ¡°lazos org¨¢nicos¡± entre el PKK y el HDP, s¨ª hay ciertos nexos. ?No pueden servir esas relaciones para convencer al grupo de que abandone la violencia?
R. Lo intentamos, cr¨¦ame, lo intentamos. Pero no es f¨¢cil. Para eso necesitamos que haya mayor apoyo social, no s¨®lo de nuestra parte, sino tambi¨¦n del resto de partidos pol¨ªticos y organizaciones sociales. Si la voz de la gente se alza pidiendo el alto el fuego, entonces podr¨ªamos enviar una delegaci¨®n a Kandil [monta?as iraqu¨ªes donde se encuentra el cuartel general del PKK] y tratar de convencerles de que pongan fin a la violencia. Pero ahora mismo es imposible enviar una delegaci¨®n porque continuamente hay bombardeos.
P. La experiencia en el Pa¨ªs Vasco o en Irlanda del Norte demuestra que estos conflictos entran en v¨ªas de soluci¨®n cuando el ala civil del movimiento se impone a la militar.
R. Eso intentamos nosotros. Cuanto m¨¢s se democratice Turqu¨ªa, m¨¢s influyentes seremos y las armas perder¨¢n importancia. Por eso hay que apoyar a quienes hacen pol¨ªtica y, en cambio, lo que hace el Gobierno es ponernos obst¨¢culos. Se nos procesa, se atacan nuestras sedes. Esto refuerza a los que hablan con las armas, cuando lo que se deber¨ªa hacer es abrirnos el camino para que sea la pol¨ªtica la que hable y callen las armas. La pol¨ªtica debe imponerse a las armas.
P. Teme que el retorno de la violencia les haga perder el apoyo obtenido hasta ahora.
R. No. La gente que nos apoy¨® no est¨¢ decepcionada, est¨¢ triste, porque nos apoy¨® en busca de la paz, pero creo que entiende que esta guerra no la ha comenzado el HDP, ni es una guerra para defender la patria, sino una guerra desatada por Palacio [se refiere a Erdogan] para defender su posici¨®n. Los turcos que nos han apoyado lo han hecho porque se han dado cuenta de que Erdogan est¨¢ loco.
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