Obama pierde un apoyo clave en el Congreso para su pacto con Ir¨¢n

¡°He decidido que debo oponerme al acuerdo¡±. Con estas palabras, el senador dem¨®crata Chuck Schumer le propinaba la noche del jueves al presidente estadounidense, Barack Obama, uno de los golpes m¨¢s duros en sus intentos de convencer al Congreso para que d¨¦ su visto bueno al pacto nuclear con Ir¨¢n.

Porque Schumer no es un legislador cualquiera: el veterano senador de Nueva York probablemente ser¨¢ el pr¨®ximo l¨ªder de los dem¨®cratas en el Senado. Y es jud¨ªo, con lo que su respaldo era considerado clave para frenar la intensa campa?a emprendida por Israel contra el acuerdo.

El Comit¨¦ de Asuntos P¨²blicos Americano Israel¨ª (AIPAC), considerado el lobby jud¨ªo m¨¢s influyente de Washington, se opone radicalmente al texto y llama a votar en contra. El embajador de Israel en EE UU tambi¨¦n ha informado a los legisladores de la posici¨®n de su pa¨ªs. El primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu, ha calificado el acuerdo de ¡°error de proporciones hist¨®ricas¡±.

Si Schumer se hubiera visto c¨®modo con el pacto y capaz de jug¨¢rsela pol¨ªticamente por apoyarlo, habr¨ªa sido un ejemplo para los legisladores a¨²n indecisos.

El Congreso tiene hasta mediados de septiembre para pronunciarse sobre el pacto. El problema no est¨¢ en un bando republicano con mayor¨ªa en las C¨¢maras que ha prometido votar en contra. La preocupaci¨®n de la Casa Blanca es asegurarse el pu?ado de votos de sus propio partido que pod¨ªan hacer descarrilar el que seguramente es el mayor logro en pol¨ªtica exterior de la era Obama.

El presidente ha prometido que vetar¨¢ una resoluci¨®n negativa. Pero el Congreso puede imponerse al veto con una mayor¨ªa reforzada de dos tercios. Es ah¨ª donde las dudas de algunos dem¨®cratas pueden inclinar la balanza, y por eso preocupa la decisi¨®n del influyente Schumer, aunque la Casa Blanca trat¨® de restarle importancia este viernes.

Aunque ¡°decepcionante¡±, el portavoz de Obama, Josh Earnest, asegur¨® que la decisi¨®n de Schumer ¡°no ha sorprendido demasiado¡± en la Casa Blanca. Y subray¨® que tampoco cambia la ¡°confianza¡± de Obama en que conseguir¨¢ una ¡°sustancial mayor¨ªa¡± de dem¨®cratas que respalden el acuerdo ¡°o, de ser necesario, para defender el veto presidencial¡±. En este sentido, record¨® el creciente n¨²mero de respaldos p¨²blicos que el pacto iran¨ª ha recibido desde que Obama pronunciara un discurso clave para defenderlo este mi¨¦rcoles en la American University, en el mismo escenario donde John F. Kennedy, en plena Guerra Fr¨ªa, hab¨ªa argumentado medio siglo antes a favor de la diplomacia para evitar una escalada nuclear con la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Pero el rechazo de Schumer, que tambi¨¦n se conoce tras el discurso presidencial, no se ha producido, como ha denunciado Obama en otros casos, por desconocimiento. El dem¨®crata se tom¨® tres semanas para analizar con detenimiento el plan firmado en julio en Viena y escuchar todos los argumentos que la Casa Blanca ha esgrimido tanto a puerta cerrada como p¨²blicamente.

Su conclusi¨®n lleg¨® en un art¨ªculo de m¨¢s de 1.600 palabras publicado justo cuando los candidatos presidenciales republicanos celebraban la noche del jueves su primer debate, en el que tambi¨¦n criticaron el acuerdo con Ir¨¢n aunque con muchos menos argumentos.

¡°Rechazar¨¦ el acuerdo no porque crea que la guerra es una opci¨®n viable o deseable, ni para desafiar el camino de la diplomacia. Lo har¨¦ porque creo que Ir¨¢n no va a cambiar y que con este acuerdo ser¨¢ capaz de lograr su doble meta de eliminar las sanciones y retener su poder nuclear y no nuclear¡±, explic¨® Schumer. El congresista Elliot Engel -dem¨®crata y jud¨ªo como Schumer- tambi¨¦n anunci¨® el jueves su rechazo al pacto.

Desde Vietnam, el secretario de Estado, John Kerry, dijo que respeta la decisi¨®n de los legisladores, pero subray¨® que ¡°el rechazo no es una pol¨ªtica de futuro¡± porque ¡°no ofrece ninguna alternativa¡±.