Berl¨ªn reacciona con cautela al acuerdo alcanzado en Atenas

El acuerdo alcanzado entre el Gobierno griego y los acreedores sobre el tercer paquete de rescate, estimado en unos 86.000 millones de euros, ha sido recibido con cautela y con una peque?a porci¨®n de optimismo en Berl¨ªn. La primera reacci¨®n del Gobierno alem¨¢n ha llegado de la mano del secretario de Estado del Ministerio de Finanzas, Jens Spahm, quien este martes, en un acto de malabarismo pol¨ªtico, ha mostrado su confianza en que se haya sellado un pacto y, al mismo tiempo, ha sido cauto ante el anuncio hecho en Atenas. ¡°Parece que hay mejor disposici¨®n que la que vivimos en los ¨²ltimos meses¡±, ha dicho el alto funcionario durante una entrevista con la cadena de televisi¨®n p¨²blica ARD.

El secretario de Estado ha recordado, sin embargo, que el acuerdo debe ser sostenible y durar los pr¨®ximos tres a?os. ¡°Este es el motivo por el que el paquete de rescate debe ser negociado de forma minuciosa. Cuando se haya llegado a un acuerdo final lo analizaremos con tranquilidad¡±, ha a?adido el funcionario.

Aunque el acuerdo a¨²n debe ser sometido a votaci¨®n en el Parlamento griego y tambi¨¦n debe recibir el visto bueno de los ministros de Finanzas de la zona euro, el llamado Eurogrupo, el anuncio ha puesto en marcha en Berl¨ªn un delicado mecanismo destinado a interrumpir las vacaciones estivales de los diputados federales, que deber¨¢n ser convocados, posiblemente antes del 20 de agosto, a una sesi¨®n extraordinaria para aprobar la participaci¨®n alemana en el tercer paquete de rescate a Grecia.

A pesar de que el voto a favor no corre peligro gracias al apoyo del grupo parlamentario socialdem¨®crata y de los Verdes, la votaci¨®n puede provocar fisuras en el partido de la canciller Angela Merkel a causa de la decisi¨®n de un n¨²mero a¨²n no conocido de diputados de su grupo parlamentario que desean votar en contra del paquete y de la amenaza de Volker Kauder, poderoso jefe del grupo parlamentario democristiano, de castigar a los diputados de sus filas que voten en contra del paquete. Esta in¨¦dita acci¨®n ha enfurecido a decenas de parlamentarios.

Cuando el Bundestag fue convocado, el 17 de julio pasado, con el prop¨®sito de que concediera permiso al Gobierno para empezar a negociar el tercer rescate a Grecia, 60 diputados democratacristianos votaron en contra y cinco se abstuvieron. Para evitar un contratiempo similar o una revuelta a¨²n m¨¢s amplia que podr¨ªa afectar a la imagen de la canciller, Kauder anunci¨®, desde las p¨¢ginas del peri¨®dico dominical conservador Welt am Sonntag, que proceder¨ªa a castigar a todos los diputados democratacristianos que voten en contra del paquete de rescate.

El l¨ªder del bloque conservador integrado por la CDU y la CSU de Baviera ¡ªque caus¨® furor en 2011 cuando dijo ¡°toda Europa hablaba ahora alem¨¢n¡±, en alusi¨®n al ¨¦xito de Berl¨ªn al imponer el dogma de la austeridad entre sus socios comunitarios¡ª anunci¨® que los disidentes no podr¨¢n optar a cargos de responsabilidad en los comit¨¦s parlamentarios m¨¢s sensibles. ¡°Aquellos que voten no no pueden seguir perteneciendo a los comit¨¦s de Presupuesto o Europa, donde necesitamos defender nuestra mayor¨ªa¡±, dijo Kauder.

La declaraciones del pol¨ªtico de 65 a?os, considerado en Berl¨ªn como el soldado m¨¢s importante, combativo y fiel con que cuenta la canciller en el Parlamento, provocaron una tormenta pol¨ªtica y medi¨¢tica en la capital que ha hecho temer por el futuro pol¨ªtico de Kauder. Medios conservadores como el Frankfurter Allgemeine Zeitung y el sensacionalista Bild acusaron a Kauder de actuar en contra de la Constituci¨®n, que se?ala en su art¨ªculo 38 que los diputados no est¨¢n ligados a ¡°mandatos ni instrucciones¡± y que est¨¢n sujetos ¡°¨²nicamente a su conciencia¡±.

¡°En julio, 60 diputados democratacristianos votaron en contra de Angela Merkel. Para la pr¨®xima votaci¨®n pueden ser muchos m¨¢s y eso es algo que la canciller no se puede permitir¡±, advirti¨® el Bild en su edici¨®n de este martes, al calificar las amenazas de Kauder como contraproducentes para la propia Merkel.