Estados Unidos vuelve a Cuba

John Kerry sabe que empez¨® a hacer historia desde el momento mismo en que pis¨® territorio cubano, a primera hora de la ma?ana de este viernes. Han tenido que pasar 70 a?os desde la ¨²ltima vez que un secretario de Estado norteamericano visita Cuba. Y 54 desde que onde¨® oficialmente en la isla una bandera estadounidense. Todo eso volvi¨® a suceder con la llegada de Kerry a La Habana, una visita rel¨¢mpago de menos de 12 horas pero no por ello menos cargada de historia, simbolismo, esperanzas y, tambi¨¦n, de recelos mutuos.

Porque el camino iniciado el 17 de diciembre con el anuncio simult¨¢neo desde Washington y La Habana de que los dos hist¨®ricos enemigos empezaban a normalizar relaciones vive uno de sus momentos cumbre con la visita de Kerry. Pero, como han advertido una y otra vez las dos partes, la ruta promete ser todav¨ªa larga y llena de dificultades.

Lo resumi¨® al comienzo de la ceremonia en la ya embajada estadounidense -como se?alaban claramente el letrero colocado en la madrugada sobre la entrada del edificio diplom¨¢tico- el flamante encargado de negocios norteamericano, Jeffrey DeLaurentis. Este "es el comienzo de un nuevo cap¨ªtulo y un paso clave hacia la normalizaci¨®n de relaciones", afirm¨®. El camino "es dif¨ªcil de transitar, pero merece la pena hacerlo", a?adi¨®.

Entre los temas todav¨ªa a resolver est¨¢n la demanda cubana de que EE UU ponga fin al embargo a la isla -cosa que solo puede hacer el Congreso- o la devoluci¨®n de Guant¨¢namo, algo que Washington por el momento dice que ni siquiera est¨¢ considerando. El Gobierno de Barack Obama mientras tanto quiere que se resuelva la cuesti¨®n de las demandas por las expropiaciones que hizo Cuba al comienzo de la revoluci¨®n liderada por Fidel Castro. Y asegura que seguir¨¢ insistiendo en la cuesti¨®n de los derechos humanos que tan tensa pone al Gobierno de la isla.

Lo dej¨® claro el propio Kerry durante su discurso en la embajada, donde habl¨® delante de invitados estadounidenses y de una representaci¨®n cubana encabezada por la jefa de las negociaciones para llegar a este momento, Josefina Vidal.

¡°Seguimos convencidos de que los cubanos estar¨ªan mejor con una democracia genuina, donde la gente pueda elegir libremente a sus l¨ªderes, expresar sus ideas y practicar su fe, donde el compromiso a la justicia econ¨®mica y social se haga de forma m¨¢s plena y donde las instituciones respondan ante quienes sirven¡±, sostuvo Kerry.

"Los cubanos son los que tienen que configurar su futuro. Pero todos en Cuba, cubanos y autoridades, deber¨ªan saber que EE UU siempre defender¨¢ los principios democr¨¢ticos y las reformas¡±, advirti¨® en un discurso en el que pronunci¨® algunas partes en espa?ol.

Minutos despu¨¦s, a las 10:37 hora tanto de La Habana como de Washington, la bandera estadounidense volv¨ªa a ondear en la legaci¨®n diplom¨¢tica norteamericana en la capital cubana. Apenas unas horas antes, en plena madrugada, operarios hab¨ªan dado los ¨²ltimos retoques al edificio, sobre cuya entrada colocaron las letras que le devuelven el estatus de embajada que perdi¨® en enero de 1961.

El cambio de nombre, de secci¨®n de intereses -como se llamaba desde que el presidente Jimmy Carter negoci¨® en 1977 una t¨ªmida apertura bilateral- a embajada no es solo cosm¨¦tico. A partir de ahora, los diplom¨¢ticos estadounidenses podr¨¢n entre otros viajar m¨¢s libremente por la isla -igual que los cubanos en EE UU-, algo que era una condici¨®n requerida por Washington para consumar el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas.

Kerry lleg¨® a Cuba con el objetivo principal de presidir la ceremonia de izada de la bandera estadounidense en la embajada norteamericana por primera vez desde que el 3 de enero de 1961 ambos pa¨ªses rompieron relaciones diplom¨¢ticas.

No es sin embargo m¨¢s que una ceremonia simb¨®lica, puesto que la legaci¨®n diplom¨¢tica lleva casi un mes abierta. A la medianoche del 20 de julio, Cuba y EE UU restablecieron formalmente relaciones diplom¨¢ticas. La Habana se adelant¨® y celebr¨® ese mismo d¨ªa la izada de la bandera cubana en su embajada en Washington con la presencia de su canciller, Bruno Rodr¨ªguez. Otro momento hist¨®rico ahora replicado por Kerry, quien tambi¨¦n volvi¨® a reunirse en privado con su par cubano para posteriormente conceder una rueda de prensa conjunta.

En la corta pero intensa agenda del secretario de Estado figur¨® tambi¨¦n un encuentro con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, quien ejerci¨® de enlace con el papa Francisco durante la mediaci¨®n del Vaticano en las conversaciones secretas entre EE UU y Cuba que llevaron al anuncio de normalizaci¨®n de relaciones el 17 de diciembre. Por el contrario, el jefe de la diplomacia estadounidense no ten¨ªa previsto reunirse ni con el presidente Ra¨²l Castro ni con su hermano y predecesor Fidel, seg¨²n el Departamento de Estado.

Este viernes, Kerry preside adem¨¢s una segunda ceremonia de izada de bandera en La Habana, en la residencia del encargado de negocios estadounidense -actualmente el m¨¢ximo representante diplom¨¢tico norteamericano en La Habana- DeLaurentis. A ese acto estaba invitada la disidencia.

La decisi¨®n de Washington de excluir a los opositores de la primera celebraci¨®n en la embajada ha provocado cr¨ªticas y protestas de parte de algunos disidentes que dicen sentirse marginados del proceso. El Departamento de Estado ha replicado que la de la embajada es un acto ¡°de gobierno a gobierno¡± y que lo limitado del espacio no permite una presencia muy grande de invitados.

Unas explicaciones que no han convencido a la oposici¨®n ni en la isla ni en Miami. La l¨ªder de las Damas de Blanco, Berta Soler, anunci¨® este mismo viernes que no asistir¨ªa al evento. Bajo el lema ¡°no arriaremos la dignidad¡±, el tambi¨¦n disidente Jorge Luis Garc¨ªa P¨¦rez ¡°Ant¨²nez¡± llam¨® por su parte a izar la bandera cubana, a la misma hora que se eleva la estadounidense en la residencia de DeLaurentis, ¡°en todas partes del pa¨ªs (Cuba) dondequiera que haya un cubano que considere que la dignidad del pueblo cubano est¨¢ por encima de cuanto acercamiento y cualquiera negociaci¨®n¡±, dijo. Activistas en Miami prometieron replicar la acci¨®n a lo largo de la jornada.

Antes de abandonar Cuba, en la misma tarde del viernes, Kerry ten¨ªa previsto agendado adem¨¢s un paseo por La Habana con la esperanza, seg¨²n hab¨ªa adelantado, de ¡°tener la oportunidad de intercambiar opiniones con la gente de Cuba¡±.