Una at¨ªpica coalici¨®n intenta vaciar las prisiones de Estados Unidos
El debate sobre por qu¨¦ es el pa¨ªs con m¨¢s presos del mundo ha entrado en la campa?a
El debate sobre por qu¨¦ Estados Unidos es el pa¨ªs con m¨¢s presos del mundo (dos millones de personas o uno de cada 100 adultos) ha entrado de lleno en la campa?a electoral. El presidente Obama y los hermanos Koch, los mayores donantes a los candidatos presidenciales republicanos, destacan en una at¨ªpica alianza de conservadores y progresistas para reformar el sistema judicial, liberar presos no violentos, reducir condenas por delitos de drogas o invertir en reinserci¨®n.
EE UU tambi¨¦n detiene a 14 millones de personas al a?o y ha llegado a condenar a cadena perpetua delitos por posesi¨®n de drogas. Son cifras que sol¨ªan pasar desapercibidas para la mayor¨ªa en EE UU y que desde hace unos meses alimentan el debate p¨²blico. La ¨²ltima vez que el sistema penitenciario form¨® parte de una campa?a electoral, Bill Clinton promet¨ªa al electorado que encarcelar¨ªa a m¨¢s delincuentes. Ahora desde su esposa, la candidata dem¨®crata Hillary Clinton, hasta el republicano Marco Rubio prometen lo contrario.
¡°Hay una sensaci¨®n de que el sistema penal est¨¢ fuera de control¡±, explica Norman Reimer, director ejecutivo de la Asociaci¨®n Nacional de Abogados Defensores (NACDL). Esta organizaci¨®n empez¨® hace casi una d¨¦cada su campa?a a favor de la reforma, pero como recalca Reimer los conservadores se han sumado ahora a esta corriente, que rompe radicalmente con la ret¨®rica de dureza contra el crimen que ha predominado en las cuatro ¨²ltimas d¨¦cadas.
El cambio coincide, adem¨¢s, con el intenso debate sobre la discriminaci¨®n racial y la relaci¨®n entre las autoridades y la comunidad negra. En los ochenta, al comenzar la guerra contra las drogas la cifra de afroamericanos encarcelados se cuadruplic¨®. En 2000, era 26 veces superior.
¡°Las cifras nos hacen cuestionar si hay algo malo en nosotros o es que nos hemos equivocado de leyes¡±, dice el representante de los abogados. EE UU invierte m¨¢s en prisiones que en educaci¨®n, 80.000 millones de d¨®lares al a?o. Pero despu¨¦s de un gasto de tres billones de d¨®lares en cuatro d¨¦cadas, el consumo de drogas es casi el mismo.
EE UU invierte m¨¢s en prisiones que en educaci¨®n, 80.000 millones de d¨®lares al a?o
La campa?a para reformar el sistema judicial cuenta con los aliados m¨¢s conservadores de EE UU: los hermanos Charles y David Koch, que han donado importantes sumas a la campa?a de la asociaci¨®n de abogados defensores para sacar adelante una ley que reduzca la poblaci¨®n reclusa, recorte el gasto p¨²blico por preso y elimine las penas de prisi¨®n obligatorias por posesi¨®n de drogas.
Reimer reconoce que es un consenso ¡°inusual¡± y que lo que comenz¨® como una reforma con tintes econ¨®micos, inspirada por la recesi¨®n, ahora busca reparar el da?o causado a la sociedad. Para ¨¦l la soluci¨®n implica eliminar las penas m¨ªnimas obligatorias, mejorar el acceso a abogados para personas sin recursos, revisar las pr¨¢cticas policiales y reparar la p¨¦rdida de derechos civiles para los excarcelados.
Obama tambi¨¦n apoya esta iniciativa. En los ¨²ltimos meses ha indultado a 46 presos que cumpl¨ªan penas por delitos no violentos, en un discurso ante una organizaci¨®n de defensa de los derechos civiles pidi¨® al Congreso que reduzca la poblaci¨®n encarcelada y reforme el sistema penal, y se convirti¨® en el primer presidente en visitar una c¨¢rcel federal. ¡°Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas hemos encarcelado a m¨¢s delincuentes no violentos que nunca, con sentencias mayores que nunca¡±, record¨® Obama en julio, en referencia a que EE UU, con el 5% de la poblaci¨®n mundial, suma el 25% de los encarcelados del planeta.
Estos porcentajes se dispararon con pol¨ªticas de la guerra antidrogas que impusieron penas m¨ªnimas de 10 a?os por vender cinco kilos de coca¨ªna o un kilo de hero¨ªna. El Tribunal Supremo tambi¨¦n respald¨® la cadena perpetua por posesi¨®n de drogas para condenados sin antecedentes.
Con leyes que permiten a la polic¨ªa dar el alto e identificar a cualquier sospechoso de haber cometido un delito, y a la falta de acceso a un abogado defensor, en los ¨²ltimos 35 a?os ha aumentado un 800% la poblaci¨®n de las c¨¢rceles federales: de 24.000 a 215.000 personas, donde la mitad cumple sentencia por drogas.
Un estudio de Urban Institute, una organizaci¨®n progresista de Washington, estima que si los Estados aplican cambios en las sentencias por delitos menores y facilitan la libertad condicional, reduciendo a la mitad el n¨²mero de condenas de prisi¨®n, en 2012 habr¨ªan recortado en un 25% la poblaci¨®n encarcelada. Y a pesar de las medidas, sus autores alertan de que ¡°si se liberara hoy a todos los presos por delitos de drogas, el problema de la masificaci¨®n en las c¨¢rceles seguir¨ªa existiendo¡±.
Un cambio en marcha
El 30% de los presos vuelve a entrar en prisi¨®n en menos de seis meses y el 68% vuelve a ser detenido antes de pasar tres a?os en libertad, seg¨²n el Departamento de Justicia. Desde Obama hasta los hermanos Koch quieren acabar con esa estad¨ªstica. Su plan de reforma parte de los ¨¦xitos en los 17 Estados que en la ¨²ltima d¨¦cada han aprobado medidas orientadas a un nuevo sistema penitenciario que destine m¨¢s fondos p¨²blicos a programas de reinserci¨®n para tratamiento m¨¦dico de los presos y para prevenir su reincidencia.
Kentucky proyecta la liberaci¨®n de 3.000 presos en la pr¨®xima d¨¦cada y un ahorro de 400 millones de d¨®lares. Texas puso en libertad a 5.000 personas el a?o pasado tras la reforma de 2007 que ayud¨® a cerrar varias prisiones entre 2011 y 2013. Y el plan m¨¢s ambicioso es el de California, aprobado en refer¨¦ndum en 2012 y que ha derivado en la excarcelaci¨®n de 2.700 reclusos desde noviembre y aspira a liberar a un total de 10.000. El Estado, donde la poblaci¨®n encarcelada se dispar¨® un 300% en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, invertir¨¢ lo que ahorre en programas de educaci¨®n y salud.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.