La sequ¨ªa devasta Guatemala
La escasez de lluvia provocada por ¡®El Ni?o¡¯ ya afecta a m¨¢s de un mill¨®n de personas
Las prolongadas sequ¨ªas que afectan al llamado Corredor Seco centroamericano, que comprende desde las deprimidas provincias del este de Guatemala hasta la frontera de Nicaragua con Costa Rica, han puesto de nuevo sobre el tapete una de las lacras m¨¢s dolorosas de la regi¨®n: la extrema vulnerabilidad del campesinado ante la irregularidad de la lluvia, que se traduce en cosechas perdidas y, en consecuencia, en hambre.
En Guatemala, el fen¨®meno tiene cifras: 296.817 familias que, seg¨²n estad¨ªsticas de la Secretar¨ªa de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Ministerio de Agricultura y del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), en total alrdedor de un mill¨®n de personas, de ellas 176.182 ni?os cuyos padres dif¨ªcilmente pueden ofrecerles un plato de comida al d¨ªa. El pa¨ªs presenta uno de los ¨ªndices de desnutrici¨®n infantil m¨¢s altos del mundo: la mitad de sus ni?os padece desnutrici¨®n cr¨®nica, seg¨²n el Unicef.
La sequ¨ªa es un fen¨®meno recurrente, ante el que las autoridades guatemaltecas no han sabido reaccionar. El PMA lleva a?os se?alando la necesidad en que se invierta en una infraestructura que permita recolectar el agua de las lluvias ¡ªa las sequ¨ªas prolongadas suelen sobrevenir aguaceros torrenciales¡ª, acompa?ados de la sustituci¨®n de cultivos que garanticen que los afectados puedan llenar sus necesidades alimentarias m¨ªnimas.
¡°Esas recomendaciones se analizan concienzudamente¡±, dijo a EL PA?S el jefe de prensa de la gubernamental Coordinadora Nacional para la Reducci¨®n de Desastres (Conred), David de Le¨®n. No obstante, Le¨®n admite que todav¨ªa no hay una pol¨ªtica de Estado para ponerlas en marcha. A?ade que en algunas zonas afectadas, como Jocot¨¢n y Camot¨¢n (al este de esta capital) se ha dotado a las familias de aves de corral y cabras, para que puedan tener acceso a prote¨ªnas. ¡°De momento, lo ¨²nico que hace el Estado es distribuir alimentos¡±, puntualiza.
El panorama no es esperanzador. Estad¨ªsticas oficiales confirman que, en la mayor¨ªa de la vertiente pac¨ªfica de Centroam¨¦rica, las lluvias han estado por debajo de la media hist¨®rica. Tambi¨¦n se advierte de la posibilidad de que el fen¨®meno El Ni?o, que en Guatemala provoca una disminuci¨®n en la frecuencia de las lluvias, se prolongue hasta marzo de 2016. ¡°Hay una situaci¨®n de can¨ªcula extendida que merece mayor atenci¨®n, monitoreo y coordinaci¨®n a nivel regional y por pa¨ªs¡±, se lee en un bolet¨ªn conjunto del PMA y de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO).
Mientras tanto, las familias afectadas se ven en la necesidad de endeudarse o vender sus pertenencias para sobrevivir. El hecho de la baja en las cosechas del caf¨¦, demandante de mano de obra no calificada, motivada por la enfermedad de la roya, a?ade m¨¢s angustia a los damnificados.
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