En la v¨ªa muerta de la Historia

La noticia de que un tren militar alem¨¢n de la II Guerra Mundial haya podido quedar preservado oculto a lo largo de todos estos a?os, en la v¨ªa muerta de la Historia por as¨ª decirlo, es sensacional y digna del thriller m¨¢s imaginativo. La asociaci¨®n de trenes y nazis es siempre escalofriante. Deportados y tropas ¡ªincluso divisiones acorazadas enteras con sus tanques¡ª eran desplazados en tren.

De momento solo podemos especular con las circunstancias del supuesto hallazgo y lo que habr¨ªa provocado y permitido que todo un convoy ferroviario fuera abandonado y permaneciera al amparo de las miradas durante 70 a?os. Por no hablar del contenido del tren: se habla de material de guerra pero tambi¨¦n de tesoros. ?Se tratar¨¢ del tren personal de alguno de los l¨ªderes nazis? Hitler, Himmler y Goering ¡ªestos ¨²ltimos como jefe de las SS y de la Luftwaffe respectivamente¡ª los pose¨ªan. Eran espl¨¦ndidas plataformas m¨®viles para desplazarse con comodidad y seguridad por el frente.

Esos trenes de los jerarcas del III Reich iban poderosamente armados, incluso con artiller¨ªa a¨¦rea, y serv¨ªan de cuarteles generales y puestos de mando. Pod¨ªan estar equipados con gran lujo. En la ¨²ltima etapa de la guerra permit¨ªan viajar con ciertas garant¨ªas ante la absoluta superioridad a¨¦rea de los Aliados. Era habitual, precisamente, meter el tren en un t¨²nel para ocultarse de los temibles cazas y bombarderos enemigos.

La presencia de tesoros en forma de obras de arte, joyas o lingotes de oro no ser¨ªa rara en un tren de Himmler o Goering, conocidos depredadores. Aunque hay otras posibilidades incluso m¨¢s inquietantes. Que el tren est¨¦ en Silesia podr¨ªa apuntar a un convoy procedente del este de Polonia cargado con el rico bot¨ªn arrancado a las v¨ªctimas de los campos de la muerte.

Sea como sea, abrir esa verdadera c¨¢psula del tiempo ¡ª?qu¨¦ habr¨¢ sido de sus ocupantes?¡ª llena de emoci¨®n, viejos recuerdos terribles y oscuros presagios este fin de verano.