El padre del ni?o sirio ahogado vuelve a Kobane para enterrar a su familia

El cad¨¢ver del ni?o sirio ahogado frente a la costa de Turqu¨ªa, Aylan Kurdi, el de su hermano Galib y el de su madre ya han llegado a la ciudad kurdo-siria de Kobane, donde el padre, Abdullah, los enterrar¨¢. Anoche fueron fletados en un vuelo a Estambul. Transido de dolor, el hombre fue recibido por las autoridades turcas y, a primera hora de la ma?ana del viernes, los cuerpos de su familia fueron llevados en avi¨®n a la ciudad sudoriental de Urfa, desde donde cruzaron a Kobane, de la que proced¨ªan. Abdullah Kurdi ha rechazado la oferta de Canad¨¢ de recibir asilo como refugiado, un asilo que el pasado junio le hab¨ªa sido denegado a la familia por las mismas autoridades de inmigraci¨®n canadienses, lo que les llev¨® a iniciar su mortal traves¨ªa desde Bodrum.

Anoche, s¨®lo las risas entrecortadas de algunas parejas noct¨¢mbulas se sobrepon¨ªan al acompasado ritmo de las olas del mar lamiendo las arenosas playas del pueblo de Akyarlar, en la tur¨ªstica pen¨ªnsula de Bodrum. Una imagen de normalidad rompedora con lo que ha sido la cotidianidad de esta costa sembradas de sombrillas y tumbonas, hoteles y blancos apartamentos de veraneo, durante las ¨²ltimas semanas, pues este es el punto desde el que parten cada d¨ªa cientos de refugiados hacia la isla griega de Kos, en lo que ellos llaman ¡°el viaje de la esperanza¡± hacia Europa, pero que en no pocas ocasiones termina en tragedia.

Dos j¨®venes, el tunecino Karim y la turca Zumra, trabajadores del hotel Armonia, el mismo cuyos empleados descubrieron el cuerpo del peque?o Aylan Kurdi, paseaban entre las tumbonas en busca de refugiados sirios a los que ofrecer comida y agua. ¡°Hasta ahora los mir¨¢bamos pasar cada noche, sin hacer nada, pero la imagen de este pobre ni?o muerto nos ha afectado much¨ªsimo¡±, explica Karim a EL PA?S. ¡°En noches anteriores pod¨ªas ver a cientos en la costa, esperando para cruzar, ah¨ª hab¨ªa 20 ah¨ª otros 20 y ah¨ª y ah¨ª¡±, indica este empleado del complejo hotelero se?alando los ¨¢rboles a la vera de la playa y al amparo de cuya sombra los refugiados hinchaban sus botes y los preparaban para lanzarse luego a la carrera hacia la estrecha franja de mar ¨Capenas 6 kil¨®metros- que separa esta costa de la isla griega de Kos. ¡°Pero esta noche s¨®lo hemos visto a dos sirios¡±, apunta Zumra.

La raz¨®n se halla en el incremento de la vigilancia ordenado por las autoridades turcas tras la tragedia del pasado mi¨¦rcoles, cuando dos pateras se hundieron provocando la muerte de 12 personas, siete de ellas menores de edad, y la desaparici¨®n de otras dos. ¡°Despu¨¦s de que apareciese la foto de ese ni?o, los comandantes de nuestra base nos ordenaron comenzar a tomar medidas de precauci¨®n¡±, afirma un gendarme al cargo de un ret¨¦n en otra playa cercana. Medidas que, hasta hace dos d¨ªas, no exist¨ªan.

Anoche, la Gendarmer¨ªa turca hab¨ªa establecido varios controles de carreteras para impedir que los refugiados y migrantes se acercasen a la costa suroeste de la pen¨ªnsula de Bodrum, la parte m¨¢s cercana a Kos. Durante el d¨ªa, seg¨²n testigos locales consultados por este diario, los helic¨®pteros patrullaban la costa. Pero toda esta vigilancia no fue ¨®bice para que algunos sirios lo intentasen por su cuenta: este periodista observ¨® un grupo de al menos cinco refugiados caminando a pie desde la localidad de Bodrum hasta la costa de Akyarlar a trav¨¦s de las escarpadas colinas que llegan hasta el mar. ¡°Nosotros estamos aqu¨ª para impedir que se echen al mar y evitar as¨ª la muerte de m¨¢s familias y ni?os. Pero ellos s¨®lo tienen una idea en la cabeza: cruzar a Grecia¡±, relata el gendarme entrevistado por EL PA?S.

De hecho, durante la madrugada, al menos dos botes fueron interceptados por los guardacostas en estas aguas y sus ocupantes enviados al centro para refugiados de Turgutreis, tambi¨¦n en la citada pen¨ªnsula. Y en los dos ¨²ltimos d¨ªas, cerca de 200 personas han sido detenidas por la Gendarmer¨ªa turca antes de que se hiciesen a la mar.