El dedo de Dios
Hay que preguntarse por qu¨¦ Merkel se ha convertido en abogada de gastos sociales
![Una niña muestra una foto de Angela Merkel, hoy en Budapest](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/W3VTKL5HZBAJCYQIM5SGKI7TJU.jpg?auth=4490a26f4ef9f0e9ac5a36cfa748d58ae0f11e810cb2482fdb472b8631c9c0c6&width=414)
No disimularemos nuestro placer: que el Gobierno alem¨¢n se decida a acoger unos millares de refugiados es una magn¨ªfica noticia, no solamente para los que se van a beneficiar de ella sino tambi¨¦n para todos aquellos que no han renunciado a luchar por un mundo mejor, m¨¢s digno y humano. Ahora bien, hay que preguntarse por qu¨¦ la emperatriz de Europa, cuya pol¨ªtica ha da?ado tanto a los ciudadanos europeos austerizados estos ¨²ltimos a?os, se ha vuelto de repente abogada de gastos sociales que seguramente ir¨¢n de pareja con esta decisi¨®n. Pues para que lo sepamos, el ¨²nico jefe de Estado (lo es) que hasta la fecha tiene un discurso realmente solidario en materia de inmigraci¨®n y de ayuda a los pa¨ªses pobres, es este inesperado papa Francisco, centinela admirable de lo bueno y de lo malo en un mundo sin sentido. No importa, para bien, el dedo de Dios ha tocado a la dama de hierro.
Ahora miremos lo que hay detr¨¢s de la cortina. Desde la cumbre de junio de 2015, en la que se intent¨®, bajo el impulso de Alemania, imponer a los 28 una pol¨ªtica com¨²n de reparto de los refugiados para frenar la tragedia humanitaria en el Mediterr¨¢neo, y frente al rechazo tajante y ego¨ªsta de la mayor¨ªa de estos pa¨ªses, el Gobierno alem¨¢n avis¨® claramente de que iba a actuar para llevar a cabo su propia soluci¨®n. Decidi¨® unilateralmente dejar de aplicar el acuerdo de Dubl¨ªn, que permite otorgar el permiso de asilo al primer pa¨ªs de llegada del inmigrante. Ahora bien, en opini¨®n de Berl¨ªn muchos pa¨ªses fronterizos aplican este principio de manera demasiado flexible, pues bien saben que la inmensa mayor¨ªa de inmigrantes se dirige principalmente hacia Alemania, donde va a encontrar ayuda, trabajo e integraci¨®n progresiva. M¨¢s grave: no se trata siempre de refugiados pol¨ªticos, sino en general de inmigrantes econ¨®micos que aprovechan esta situaci¨®n para entrar en Europa. Dicho de otro modo, la pol¨ªtica de gesti¨®n com¨²n de las fronteras europeas juega en contra de Alemania y, al no poder controlarla, es mejor volver a nacionalizar este control, haciendo que cada pa¨ªs se encargue de vigilar las suyas. Por supuesto, el discurso es siempre m¨¢s diplom¨¢tico y tampoco hemos llegado a institucionalizar todav¨ªa esta postura. Pero el camino est¨¢ abierto.
En realidad, Alemania est¨¢ buscando, con la campana medi¨¢tica sobre los 800.000 ¡°acogidos¡±, legitimar a la vez esta renacionalizaci¨®n y, por otro lado, subvenir a una necesidad demogr¨¢fica interna, pues se sabe que el pa¨ªs necesita centenares de miles de inmigrantes si quiere contrarrestar su declive demogr¨¢fico, lo cual amenaza seriamente su porvenir.
Por otro lado, tambi¨¦n por doquier en ?frica subsahariana, en Oriente Medio y en los pa¨ªses del Este, corre la informaci¨®n que Alemania necesita trabajadores. La generosidad germana se asimila de hecho a la regularizaci¨®n de una demanda migratoria no satisfecha desde a?os. Pero seamos positivos: no dudemos en alegrarnos cuando el dedo divino, incluso te?ido de intereses escondidos, toca la mente de la se?ora Merkel.
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