Alemania, Francia y Espa?a acoger¨¢n al 60% de los 120.000 asilados

El nuevo esquema de la Comisi¨®n Europea para redistribuir a los refugiados condensa los esfuerzos de reparto en muy pocos pa¨ªses. Alemania, Francia y Espa?a deber¨¢n acoger al 59% de los 120.000 asilados que ahora se concentran en Hungr¨ªa, Grecia e Italia, seg¨²n los documentos a los que ha tenido acceso este diario. A cambio de pedir solidaridad, Bruselas endurece las expulsiones de los migrantes sin derecho a asilo e insta incluso a detenerlos si hay riesgo de que incumplan la orden de regreso. Las nuevas medidas para paliar la crisis migratoria se presentar¨¢n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.

El Ejecutivo comunitario quiere persuadir a los Estados de que acepten ese controvertido marco de reparto de refugiados porque lleva asociada una mayor agilidad en las devoluciones de todos aquellos que no reciben el estatus de refugiado. Los t¨¦cnicos han pulido los criterios iniciales de acogida (poblaci¨®n, PIB, esfuerzos anteriores en asilo y paro) para hacer recaer el grueso en un pu?ado de pa¨ªses. A Alemania y Francia ¡ªambos partidarios del esquema obligatorio de cuotas¡ª se les otorga la mayor responsabilidad. Espa?a ¡ªmuy reacia en principio a la iniciativa, aunque ha suavizado su postura¡ª figura en tercer lugar, con 14.931 nuevos demandantes de asilo a los que atender, seg¨²n adelant¨® el domingo este diario. El bloque del Este ¡ªel m¨¢s renuente desde el principio¡ª sale mejor parado, en un movimiento t¨¢ctico del equipo de Jean-Claude Juncker con vistas a lograr la m¨¢xima aceptaci¨®n por parte de los Estados miembros.

Por abultada que parezca, la cifra total de 120.000 refugiados est¨¢ lejos de cubrir las necesidades de Hungr¨ªa, Italia y Grecia, pa¨ªses desde los que se transferir¨¢n migrantes a otros Estados. Ese cupo representa apenas un 36% de las entradas irregulares que registran ahora estos tres territorios, seg¨²n c¨¢lculos de la Comisi¨®n, que eval¨²a el coste de la propuesta para las arcas comunitarias en 780 millones de euros. Esa cantidad incluye los 6.000 euros por asilado que Bruselas ofrece, al igual que en el esquema anterior de reparto de 40.000 refugiados, a¨²n en fase de tr¨¢mite. Bruselas da dos a?os a los socios para repartirse a los refugiados.

Dada la emergencia que viven Italia, Grecia y Hungr¨ªa, Bruselas insta a ¡°asegurar un desplazamiento r¨¢pido al Estado de acogida de las personas afectadas¡±. Esos migrantes se seleccionar¨¢n entre los arribados a partir de la entrada en vigor de esta decisi¨®n o, como m¨¢ximo, entre los registrados el mes anterior.

Con el fin de vencer las enormes resistencias de los pa¨ªses del Este, Bruselas rebaja significativamente la cuota asignada a ese bloque. La excepci¨®n es Polonia, que pasa del 6,65% al 7,74%. La primera ministra de este pa¨ªs, Ewa Kopacz, se ha mostrado en los ¨²ltimos d¨ªas dispuesta a realizar un esfuerzo mayor, aunque sin aceptar un sistema obligatorio, como quiere la Comisi¨®n. Bruselas, adem¨¢s, libera a Hungr¨ªa de la responsabilidad de acoger los migrantes de otros Estados y convierte a ese pa¨ªs en uno de los tres que podr¨¢n enviar refugiados al resto.

Devoluciones m¨¢s r¨¢pidas

Junto a ese documento de redistribuci¨®n, Bruselas presentar¨¢ el mi¨¦rcoles una comunicaci¨®n para acelerar las devoluciones de los llamados migrantes econ¨®micos (sin razones de guerra o persecuci¨®n). El equipo de Juncker considera que el bajo porcentaje de expulsiones ejecutadas (un 39% del total en 2014 y menos del 30% en el caso de pa¨ªses africanos) act¨²a como incentivo. ¡°Cuando los migrantes no regresan voluntariamente, tiene que forzarse el regreso¡±, advierte el texto.

Eso implica que los Estados miembros ¡°deber¨ªan usar las detenciones como una medida leg¨ªtima de ¨²ltimo recurso, cuando sea necesario evitar que los migrantes irregulares se fuguen¡±, seg¨²n el consejo del Ejecutivo comunitario.

En la actualidad las normas vigentes sobre retorno de extranjeros ya permiten detener durante seis meses (y hasta un m¨¢ximo de 18 en casos excepcionales) a los extranjeros sujetos a una orden de detenci¨®n. La directiva que lo permite, de 2008, gener¨® una gran controversia por contemplar medidas tan estrictas.