Verano del 15
Los vaivenes europeos y el renacer de Obama centraron el est¨ªo
El verano que se desvanece confirma que la historia no se toma vacaciones. El est¨ªo de 2014 concentr¨® la mirada en el centenario de la Gran Guerra a la que los viejos imperios acudieron empuj¨¢ndose unos a otros como son¨¢mbulos. Hoy parece impensable el estallido de una conflagraci¨®n b¨¦lica global, pero s¨ª nos acechan conflictos regionales susceptibles de desbordamiento, crisis ambientales, movimientos migratorios desestabilizadores y nuevos terrorismos.
Los acontecimientos de este verano han pivotado esencialmente en torno a Europa, enfrentada al reto existencial de las migraciones y de las fronteras abiertas, o la imposible fortaleza inasediable, en Estados Unidos y China. Por contra, los pa¨ªses emergentes, Brasil y Rusia especialmente, han visto frenado su ascenso v¨ªctimas de la maldici¨®n del petr¨®leo, provocada por una China saciada de momento de su sed de materias primas.
Europa ha salido del laberinto griego y Alemania asume su papel global. Despierta de su ensimismamiento gracias al gran ¨¦xodo de los refugiados, siempre las crisis como amalgama integradora. Nunca nada como la combinaci¨®n de una fotograf¨ªa, la del ni?o sirio ahogado en una playa de Turqu¨ªa y el valor de Merkel, hicieron tanto para relegitimar la Europa unida del siglo XXI. La canciller alemana rescata los valores que nos hacen creer en una integraci¨®n m¨¢s estrecha y prende la chispa para ilusionar a la ciudadan¨ªa europea.
El poema de Emma Lazarus en la estatua de la Libertad de Nueva York merecer¨ªa una r¨¦plica en Berl¨ªn. "Dadme tus cansados, tus pobres, tus masas amontonadas gimiendo por respirar libres, los despreciados de tus congestionadas costas. Enviadme a estos, los despose¨ªdos, basura de la tempestad".
Obama resurge de una presidencia declinante. Con avances sociales como la aprobaci¨®n por el Tribunal Supremo de los matrimonios homosexuales. Por contra, 50 a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n de las leyes de los derechos civiles, reconoce que EE UU a¨²n no ha superado el problema racial. Triunfa en Ir¨¢n con el acuerdo de restricci¨®n nuclear, que tendr¨¢n que tragar los republicanos, como la opci¨®n menos mala.
Refuerza estrat¨¦gicamente a Washington. Obama gana tambi¨¦n en Cuba, es con los enemigos con quien hay que hablar, y repara relaci¨®n con Latinoam¨¦rica. El presidente dem¨®crata ve satisfecho como los republicanos, que no entienden el fin progresivo de la Am¨¦rica wasp (blanca, anglosajona y protestante), se destrozan en una batalla en la que prima el populismo extravagante liderado por el multimillonario Donald Trump, partidario de soluciones simples para problemas complejos. Un candidato inelegible en noviembre de 2016. En el campo dem¨®crata, Hillary Clinton muestra fragilidad y no parece tan inevitable.
Los cardenales de la Ciudad Prohibida de Pek¨ªn confirmaron un crecimiento inferior al 7% y la devaluaci¨®n del yuan, seguida del colapso de la bolsa china. Demostraron que se les ha atragantado el capitalismo de Estado. Las burbujas de su econom¨ªa pueden hacer perder legitimidad al PCCh y a Xi, que temen sobre todo la quiebra del orden social en un pa¨ªs de 1.300 millones de habitantes a los que han prometido una vida mejor. Con un problema a?adido: no sabemos casi nada de lo que realmente sucede en China. Menudo verano.
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