El aluvi¨®n de refugiados deriva en crisis pol¨ªtica para Merkel
Aumentan las cr¨ªticas internas a la canciller y dimite el responsable de migraci¨®n
La presi¨®n va a m¨¢s. La canciller Angela Merkel conect¨® a principios de mes con una mayor¨ªa de alemanes conmovidos por las escenas de refugiados que hu¨ªan de la guerra. ¡°Lo vamos a lograr¡±, exhort¨® Merkel a sus conciudadanos en un grito de ¨¢nimo. Pero a medida que pasan los d¨ªas, la preocupaci¨®n crece. Los flujos de llegada no cesan, cada vez m¨¢s administraciones se ven sobrepasadas y los reproches de los Estados federados suben de tono. En la CDU de Merkel comienza a inquietar la impresi¨®n de que nadie tiene un plan. Este jueves, la crisis se cobr¨® su primera v¨ªctima pol¨ªtica con la dimisi¨®n del responsable gubernamental de los refugiados.
Manfred Schmidt, hasta ahora presidente de la Oficina para la Migraci¨®n y los Refugiados, justific¨® su decisi¨®n por ¡°motivos personales¡±. Pero se marcha en pleno hurac¨¢n pol¨ªtico en el que su figura ¡ªy la de su jefe directo, el ministro del Interior y estrecho aliado de Merkel, Thomas de Maizi¨¨re¡ª hab¨ªan sido vapuleadas. La reuni¨®n del Gobierno federal con los l¨ªderes regionales del martes deriv¨® en una monumental bronca, en la que representantes de los l?nder, los encargados de gestionar a los reci¨¦n llegados, reprocharon al ministro del Interior falta de organizaci¨®n e incapacidad para acelerar unos tr¨¢mites que se alargan meses y meses. Entre los m¨¢s cr¨ªticos estaban los socialdem¨®cratas y los cada vez m¨¢s d¨ªscolos socialcristianos b¨¢varos. Pero las dudas tambi¨¦n crecen en la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) que preside Merkel.
El tabloide Bild inform¨® este jueves de una cena en un restaurante berlin¨¦s en la que distintos l¨ªderes democristianos reprocharon a su jefa la falta de rumbo. Ya no est¨¢n solos los socialcristianos, que fueron los primeros en levantar el hacha de guerra al tachar de error absoluto la decisi¨®n del pasado 5 de septiembre de llevar a Alemania a los refugiados que se agolpaban en Hungr¨ªa. La CSU, los hermanos b¨¢varos de la CDU, forzaron a la canciller a dar un giro radical una semana m¨¢s tarde, cuando instaur¨® controles en la frontera con Austria, dejando en suspenso el Tratado de Schengen durante un tiempo indeterminado. Fue la se?al de que la oposici¨®n a su pol¨ªtica de puertas abiertas iba en serio.
Respuestas a los alemanes
Las fuentes gubernamentales consultadas por este peri¨®dico confirman que la preocupaci¨®n va en aumento y que es necesario dar cuanto antes respuestas a los ciudadanos, que se preguntan cu¨¢ntos refugiados van a llegar y cu¨¢ntos se puede permitir a medio plazo un pa¨ªs como Alemania. Las estimaciones ¡ª800.000, un mill¨®n, ?m¨¢s a¨²n?¡ª son por ahora papel mojado. En el Gobierno temen que la ola de simpat¨ªa hacia los reci¨¦n llegados pueda esfumarse si los medios de comunicaci¨®n empiezan a dar noticias negativas de j¨®venes inmigrantes meti¨¦ndose en l¨ªos. Las administraciones, adem¨¢s, se enfrentan al reto may¨²sculo de dar alojamiento fijo ¡ªy no en tiendas de campa?a¡ª a decenas de miles de personas antes del invierno.
Y mientras, el flujo de llegadas contin¨²a. El mi¨¦rcoles se duplic¨® la cifra del martes. Y las autoridades alemanas enviaron este jueves mismo trenes especiales a Austria para recoger a 2.000 solicitantes de asilo que ser¨¢n repartidos a lo largo del pa¨ªs.
¡°En sus primeras declaraciones, Merkel dio la impresi¨®n de que Alemania estaba preparada para recibir a cientos de miles de personas, algo que ha sido rebatido por el aluvi¨®n de llegadas. Quiz¨¢s no fue un error decir que acoger¨ªa a los que estaban en Hungr¨ªa, pero no calcul¨® adecuadamente sus consecuencias¡±, sostiene Josef Janning, director de la secci¨®n berlinesa del think-tank ECFR.
Ante la gravedad de las cr¨ªticas que est¨¢ recibiendo estos d¨ªas, Merkel respondi¨® el pasado martes. ¡°Si vamos a tener que empezar a disculparnos por haber ofrecido una cara amable en una situaci¨®n de emergencia, este ya no es mi pa¨ªs¡±, dijo la canciller.
Con esta frase cargada de sentimiento, algo poco habitual en sus declaraciones p¨²blicas, Merkel quer¨ªa responder a la pregunta que muchos se hacen y que ayer resum¨ªa Die Zeit en su portada: ¡°?Sabe lo que est¨¢ haciendo?¡±. El semanario ilustraba el titular con una foto de la canciller haci¨¦ndose un selfie con un sonriente refugiado. Y es que las cr¨ªticas que salen de su propio partido no se dirigen solo contra decisiones concretas. Le reprochan tambi¨¦n gestos ¡ªlos selfies, sus declaraciones de que el derecho de asilo no conoce l¨ªmites...¡ª que han podido contribuir a esparcir la imagen por el mundo de que Alemania est¨¢ dispuesta a acoger a todos aquellos que deseen abandonar sus pa¨ªses.
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