Una huelga contra la austeridad paraliza Finlandia
Una protesta contra los recortes anunciados por el Gobierno colapsa el centro de Helsinki
Decenas de miles de trabajadores finlandeses han colapsado este viernes el centro de Helsinki en una multitudinaria manifestaci¨®n en protesta contra los recortes anunciados por el Ejecutivo de centro-derecha del primer ministro Juha Sipil?. Al cumplirse los cien d¨ªas desde su llegada al poder, el Gobierno tripartito se encuentra en franca confrontaci¨®n con los sindicatos. Las tres principales organizaciones sindicales del pa¨ªs ¡ªSAK, STTK y Akava¡ª han llamado a un paro que, seg¨²n sus portavoces, ha paralizado el 75% de las actividades del pa¨ªs n¨®rdico.
Bajo una intensa lluvia, miles de trabajadores se han concentrado en la plaza de la estaci¨®n para escuchar a los l¨ªderes sindicales. "Finlandia la construimos con la cultura del acuerdo, no con decretazos que menoscaben los derechos laborales", ha dicho Lauri Lyly, presidente del principal sindicato, SAK.
Las tres organizaciones sindicales suman 2,2 millones de afiliados, lo cual equivale a cerca del 80% de la poblaci¨®n activa del pa¨ªs. La de este viernes ha sido la mayor protesta obrera registrada en el pa¨ªs n¨®rdico en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
El Gobierno, surgido tras las elecciones legislativas de abril, ha intentado aplicar reformas con el fin de mejorar la competitividad del pa¨ªs, que se ha visto seriamente lastrada durante el ¨²ltimo lustro. El primer ministro intent¨® en dos ocasiones sellar un amplio acuerdo social, que los sindicatos consideraron como un marco que proteg¨ªa los intereses de la confederaci¨®n de empleadores.
Hace 10 d¨ªas, el Gobierno present¨® su programa econ¨®mico, donde estipula que el d¨¦ficit de sostenibilidad es de 10 000 millones de euros. El documento prev¨¦ el ahorro de 4.000 millones por medio de recortes, otros 4.000 por reformas estructurales, adem¨¢s de la reducci¨®n de un 5% de los costes laborales.
Seg¨²n Antti Palola, presidente del sindicato STTK, aquel d¨ªa fue "un martes negro". El proyecto establece un recorte en todas las horas extraordinarias y de las vacaciones pagadas, y los derechos por enfermedad se ven seriamente afectados. El Gobierno inform¨® de que si no se llega a un acuerdo, proceder¨¢ a implantar dichas pol¨ªticas a trav¨¦s de decretos por la v¨ªa urgente.
El proyecto gubernamental cay¨® como un balde de agua fr¨ªa entre las organizaciones sindicales. Sirkku Alsthed es enfermera de maternidad. Seg¨²n ella, el Ejecutivo intenta hacer pagar los costes de la crisis a los trabajadores y, en especial, a las trabajadoras con salarios m¨¢s bajos. "El recorte en las horas extras es un tijeretazo a nuestros ingresos. Esto puede representar un 25% en nuestros escu¨¢lidos salarios. Si todos tenemos que aportar para salir de esta situaci¨®n, tambi¨¦n los empleadores deber¨ªan contribuir con su parte", dice la enfermera.
A menos de 48 horas de la huelga, el primer ministro se dirigi¨® a la naci¨®n por radio y televisi¨®n. "El crecimiento econ¨®mico de Finlandia es el m¨¢s bajo de Europa, y nuestra econom¨ªa ha menguado en los ¨²ltimos a?os. En ning¨²n otro pa¨ªs de Europa el desempleo crece tan r¨¢pido como en Finlandia. El Estado finland¨¦s se endeuda casi un mill¨®n de euros cada hora, d¨ªa a noche, y as¨ª hemos estado durante siete a?os. As¨ª no podemos continuar. El dinero se acaba", afirm¨®.
Finlandia atraviesa una larga crisis econ¨®mica. Seg¨²n economistas e instituciones financieras, en 2015 la econom¨ªa registrar¨¢ un crecimiento negativo, y ser¨¢ el cuarto a?o consecutivo. El PIB de la otrora din¨¢mica econom¨ªa n¨®rdica est¨¢ un 4,5% por debajo de los niveles registrados en 2007. La deuda p¨²blica se ha duplicado hasta un 63% del PIB, y el desempleo llega a un 11%.
Los agentes sociales, en general, concuerdan con el diagn¨®stico del Ejecutivo, pero no en la forma en que este quiere sacar al pa¨ªs de la crisis. "Con ese paquete del Gobierno, durante la legislatura los trabajadores aportar¨ªan 3 600 millones de euros, y los empleadores, 30 millones. El negocio para ellos es redondo", dice Palola, dirigente de STTK.
"El Gobierno no puede fijar el precio del trabajo. Eso es cosa nuestra, de los trabajadores y los empleadores, de los agentes sociales. El Gobierno no puede estropear nuestra larga tradici¨®n de negociaci¨®n y acuerdo", ha dicho Lauri Lyly, del sindicato SAK, a los manifestantes, en la plaza de la estaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.