¡°Francisco es m¨¢s popular, m¨¢s casero, sin tanta alcurnia¡±
Dicen que su papam¨®vil va sin "aire acondicionado". Que tiene "el don de acercarse a la gente". Los habaneros saludan al Papa a su paso por la capital desde el aeropuerto
Minutos antes de que apareciese el papam¨®vil, una anciana (muy anciana) se resist¨ªa a tomar asiento mientras no llegaba Francisco. Se manten¨ªa en pie con su cuerpo m¨ªnimo. Delia Colom¨¦ de la C¨¢mara, firme a la espera del Sumo Pont¨ªfice de Roma. Bisnieta de un chino canton¨¦s. Hija de chinocubanos. Aficionada a los "frijolitos chinos". Cat¨®lica, "porque siempre fue la religi¨®n que m¨¢s me gust¨®". "Fidelista desde que tengo uso de raz¨®n". ¨CNacida el 1 de marzo de 1912.
Avenida 31 con calle 58 B. A las 17.25 apareci¨® un helic¨®ptero militar volando lento por encima de una palmera. Se acercaba Francisco. La gente excitada como cuando en un vuelta ciclista importante, un Tour de Francia o una Vuelta a Espa?a, se ven llegar en una contrarreloj los veh¨ªculos que preceden al maillot amarillo. Y al fondo en la curva se ven unas luces de coches y ah¨ª viene. El papa Francisco.
Delia Colom¨¦ de la C¨¢mara, a la que su hija hab¨ªa logrado sentar en una mullida silla port¨¢til, yergue sus 103 a?os y Jorge Mario Bergoglio pasa sonriendo ante sus ojos de cataratas centenarias.
Y as¨ª se acabaron los minutos de espera. Los comentarios que llenaban el tiempo muerto.
¨CAhora que termine en el aeropuerto con Ra¨²l ya se monta en el papam¨®vil.
¨CDicen que este Papa tiene un papam¨®vil que no trae la caseta cerrada. Va sin aire acondicionado, al aire libre ¨CEso lo comentaba un se?or de 87 a?os que se llamaba Isabelino.
¨C?Yamila vaapas¨¢ el Papa y t¨²nolovaavel!? ¨CEso una ni?a peque?a a otra m¨¢s peque?a.
Los bordillos de la carretera reci¨¦n pintados de blanco. Los bordes de la v¨ªa resguardados por ciudadanos asignados a la protecci¨®n del recorrido. Con una gorra marr¨®n con la bandera de Cuba.
¨CYa acab¨® Ra¨²l? ¨Cdice una se?ora pegada a una radio.
¨CYa acab¨® Ra¨²l? ¨Crebota otra a su lado.
En ese momento, el sacerdote cat¨®lico F¨¦lix Padr¨®n (74 a?os) ya se hab¨ªa puesto su sotana para ver pasar a Francisco con la solemnidad debida, rodeado de se?oras de su congregaci¨®n de barrio de la Iglesia de la Santa Cruz de Jerusal¨¦n. F¨¦lix Padr¨®n, "ordenado en 1964 en Espa?a, en Aranzazu, en el Pa¨ªs Vasco", un cura que antes de poco antes de ponerse el rop¨®n se chote¨® de un fiel.
¨CPadre ¨Cdijo un hombre que ven¨ªa con una ni?a¨C. Usted bautiz¨® a mi hija.
F¨¦lix Padr¨®n: "?Ah s¨ª? ?Pero ella es su hija?".
¨CS¨ª padre.
"?Y c¨®mo ella es tan bonita y t¨² eres tan feo hermano?". F¨¦lix Padr¨®n.
El cura tambi¨¦n dio su opini¨®n sobre Francisco. "Este Papa es m¨¢s popular, m¨¢s casero, de menos alcurnia. Tiene el don de acercarse a la gente sencilla". Y record¨® los tiempos de intolerancia religiosa en Cuba. "A dos catequistas m¨ªas que eran maestras de escuela les dijeron: o son maestras o van a la iglesia. Ten¨ªan que elegir. Una cosa u otra. Quien iba a la Iglesia no pod¨ªa formar al Hombre Nuevo. Esto fue en el 66 o en el 68, no me acuerdo bien del a?o. Una etapa dura".
Otros dos se?ores debat¨ªan si en la misa del domingo habr¨ªa tanta gente en la Plaza de Revoluci¨®n ¨Cla famosa de las efigies del Che Guevara y Camilo Cienfuegos¨C como en el concierto de Juanes en 2009.
Uno dec¨ªa que ni de broma, sobre todo porque el aforo estar¨¢ controlado. El otro dudaba. Los dos coincid¨ªan, eso s¨ª, en que en los discursos de Fidel Castro llegaron a ver todav¨ªa m¨¢s gente que en el m¨ªtico d¨ªa en que Juanes "meti¨® a media Cuba en la plaza".
Un hombre pas¨® con banderines de Cuba y del Vaticano. Ni?os, ni?os, ni?os detr¨¢s del hombre para que les diese los banderines, todos detr¨¢s de ¨¦l. A¨²n antes de que apareciese el Papa.
¨C?Y qu¨¦ le dir¨ªais al Papa si pudieseis hablar con ¨¦l?
Algunos de esos mismos ni?os que persegu¨ªan banderines.
¨CYo le preguntar¨ªa, en privado, cu¨¢ntos a?os tiene.
¨CYo le pedir¨ªa que ore por mi familia.
Dos ni?os comedidos. Otro m¨¢s ligero.
¨CYo una Xbox One.
Uno desbocado.
¨CUna Xbox One, una tablet y un Play Station 4.
Depu¨¦s pas¨® Francisco, sin aparatos electr¨®nicos. Con un papam¨®vil sin aire acondicionado. Pero con varias llaves en el bolsillo que pueden ensanchar el futuro de esos ni?os.
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