Remmy Valenzuela, el cantante de la pistola de oro
Tiroteado hace dos a?os en una boda, el int¨¦rprete de narcocorridos ha sido detenido por portar armas
En Sinaloa, la tierra del Chapo Guzm¨¢n, los narcotraficantes se entierran en grandes mausoleos como si fueran faraones. En vida, viven rodeados de una corte de aduladores que hasta escriben canciones sobre sus correr¨ªas. Los cantantes de narcocorridos, aut¨¦nticas celebridades que llenan por igual palenques o estadios de b¨¦isbol, viven en esa extra?a ambig¨¹edad que los sit¨²a en alg¨²n punto entre el mundo de la cultura y el de la delincuencia. Remmy Valenzuela, uno de los int¨¦rpretes m¨¢s conocidos de este g¨¦nero, fue detenido el s¨¢bado por llevar encima una pistola ba?ada en oro.?
El artista, de 24 a?os, fue puesto en libertad el lunes tras pagar una fianza cuyo monto no se ha hecho p¨²blico, seg¨²n informa la fiscal¨ªa de Sinaloa. Valenzuela viajaba en un coche por la ciudad de Guasave con unos amigos cuando fue interceptado por la polic¨ªa. Ah¨ª le encontraron, guardada en una bolsa negra, una pistola del calibre 38 con tres cargadores. Su detenci¨®n tuvo mucho eco en redes sociales, donde tiene numerosos seguidores, y poco a poco se fue propagando el rumor de que los sicarios de un cartel intentar¨ªan rescatarlo de comisar¨ªa. Eso no lleg¨® a ocurrir pero por si acaso el ej¨¦rcito rode¨® las instalaciones. ??
Valenzuela, al igual que otros int¨¦rpretes como El Komander o Gerardo Ort¨ªz, pertenecen al movimiento alterado,? un estilo musical con ra¨ªces en Sinaloa que se ha ido extendido por la frontera con Estados Unidos y se ha convertido en un fen¨®meno en ciudades como Los ?ngeles y San Diego. A diferencia de los cl¨¢sicos narcocorridos que cantaban grupos como Los Tigres del Norte, donde los m¨²sicos no eran m¨¢s que los trovadores, esta nueva generaci¨®n de int¨¦rpretes destaca por la crudeza de sus letras donde se habla de descuartizados y toneladas de coca¨ªna. La sutiliza no es su fuerte.?
El movimiento alterado se compara con el gasgsta rap, un subg¨¦nero del rap que surgi¨® en Estados Unidos. Reflejaba el estilo de vida violento de los barrios m¨¢s deprimidos de Los ?ngeles, de mayor¨ªa negra. Solo que ahora no se habla de tipos con los pantalones ca¨ªdos y pistolas en la guantera, sino de sicarios, leopardos usados como galgos que cazan conejos en las llanuras del norte, costales de marihuana y un whisky escoc¨¦s, el de marca Buchanan¡¯s, que por alguna misteriosa raz¨®n se ha convertido en la bebida favorita de los narcos.
No es la primera vez que Valenzuela se encuentra en la diana. En su d¨ªa lo se?alaron directamente como miembro de un cartel. Hace dos a?os, la marina mexicana irrumpi¨® a tiros en la boda de un supuesto traficante en Nayarit, en la costa del Pac¨ªfico. En el tiroteo result¨® herido en la espalda el cantante, a quien las autoridades llegaron a dar por muerto. Esta vez, seg¨²n el parte policial al que el portal?La Pared?tuvo acceso, tras ser detenido intent¨® sobornar a la polic¨ªa con 60.000 d¨®lares.?
El movimiento ha encontrado resistencia en algunas partes de la sociedad mexicana. Las letras son una clara apolog¨ªa de la violencia, seg¨²n sus detractores. Los gobernadores de los Estados mexicanos de Puebla y Morelos han cancelado conciertos de El Komander. Las regiones norte?as de Chihuahua, Baja California y Sinaloa proh¨ªben por ley que suenen los narcocorridos en la radio.
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