La crisis de los refugiados reabre la brecha Este-Oeste
La oposici¨®n de h¨²ngaros, checos, eslovacos y rumanos revela falta de liderazgo
La crisis de refugiados, el equivalente moral a la crisis del euro, reabri¨® ayer definitivamente la vieja brecha Este-Oeste. La oposici¨®n final de h¨²ngaros, checos, eslovacos y rumanos deja al descubierto los problemas de liderazgo y solidaridad que ya emergieron con la crisis econ¨®mica. Ni la enorme presi¨®n pol¨ªtica ni el golpe bajo que supuso de la amenaza de recorte de fondos estructurales han podido evitar esa cicatriz Este-Oeste, que sacude el tablero geopol¨ªtico continental e incide en algo tan intangible como los valores que dan forma a la idea de Europa.
Quien busque un buen ejemplo de la debilidad que aqueja a Europa no tiene m¨¢s que contemplar el kilom¨¦trico muro entre Hungr¨ªa y Serbia. A este paso, en el continente habr¨¢ pronto m¨¢s muros en sus confines que durante la Guerra Fr¨ªa: los hay en Ceuta y Melilla, en Grecia, Chipre y Bulgaria, y hay planes para construirlos en Ruman¨ªa y los b¨¢lticos. La crisis perpetua en la que est¨¢ Europa tiene m¨¢s inventiva que los pol¨ªticos que corren tras ella: a la debilidad asociada al jaleo econ¨®mico se suma ahora la crisis de refugiados, que deja de nuevo al descubierto los problemas de liderazgo y solidaridad de la UE combinados con una tensi¨®n creciente, que se traduce en animosidad entre pa¨ªses, incluso entre bloques. Reverdece la dial¨¦ctica Este-Oeste: cuatro pa¨ªses han rechazado el reparto de refugiados propuesto por Bruselas; buena parte de los socios del Este, liderados por una Polonia que al final ha dado marcha atr¨¢s, han levantado la voz en ese asunto por la cercan¨ªa de las elecciones o con la excusa esgrimida por varios Gobiernos de que sus opiniones p¨²blicas son reacias a aceptar inmigrantes y refugiados.
¡°Me inquieta que un tel¨®n de acero invisible est¨¦ cayendo sobre Europa¡±, dec¨ªa con el inevitable tono pomposo el comisario europeo Johannes Hahn hace unos d¨ªas. El ministro belga Alexander De Croo ha acertado a resumir las quejas del Oeste: ¡°Europa no es un cajero¡±. Berl¨ªn y Viena han amagado con bloquear los fondos estructurales si el Este no colabora. Bruselas recuerda que eso es imposible.
Pero el asunto no es tan sencillo: ese esquema Este-Oeste es apenas una tentativa parcial de resumir lo que ocurre. Tras una primera reacci¨®n muy hostil se han visto movilizaciones populares en favor de los refugiados, y pasos de varios Gobiernos del Este en la buena direcci¨®n. ¡°En cuanto a los valores, esa divisi¨®n es enga?osa¡±, apunta Michael Leigh, de la German Marshall Fund. Fabian Zuleeg, del European Policy Center, apunta que la realidad desdibuja esa brecha Este-Oeste: Reino Unido y Dinamarca destacan entre quienes se oponen por norma a los planes de Bruselas. Finlandia se abstuvo en la votaci¨®n por sus eternos problemas con las f¨®rmulas de mutualizaci¨®n. Las actitudes hostiles, en fin, no son patrimonio del Este. ¡°Los partidos antiinmigraci¨®n est¨¢n en los primeros puestos en Occidente¡±, critica Leigh.
¡°La respuesta pol¨ªtica ha sido ca¨®tica: como en la crisis econ¨®mica, la de refugiados revela los l¨ªmites de la solidaridad europea. El Este no acepta cuotas obligatorias: lleva toda la crisis del euro oyendo que las reglas est¨¢n para cumplirse, y en los tratados no se justifica la obligatoriedad. Y esos pa¨ªses no tienen experiencia recibiendo emigrantes; son ¨¦tnica, religiosa y culturalmente bastante homog¨¦neos, y determinadas actitudes no cambian de la noche a la ma?ana, menos a¨²n con una clase pol¨ªtica tan cerrada y pendiente de su opini¨®n p¨²blica¡±, afirma Stewart Patrick, del Center on Foreign Relations. Ni siquiera los argumentos demogr¨¢ficos son definitivos: el Este pierde poblaci¨®n, pero quienes se quedan no son siempre los mejor preparados y pueden tener miedo a perder su empleo, dice el analista Jordi Vaquer.
Los expertos consultados critican con dureza los vaivenes de Berl¨ªn, que ha protagonizado un liderazgo sospechoso y voluble, en el que han quedado patentes sus intereses nacionales con resultados mediocres. ¡°Esta crisis va a modificar las relaciones entre Alemania y la UE tanto como la crisis del euro¡±, vaticina el polit¨®logo Ivan Krastev. En juego est¨¢ incluso alguno de los grandes logros de la UE: Schengen est¨¢ suspendido en varios pa¨ªses por la llegada masiva de refugiados. ?Masiva? Se trata de menos del 0,2% de la poblaci¨®n europea. En L¨ªbano, la cifra de refugiados es del 25%.
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