Iguala, la ciudad de los desaparecidos

Fue la televisi¨®n la que hizo que Josefina se sacudiera el miedo y saliera a buscar a su hermano. Hace dos semanas se enter¨® en un informativo que Marco Antionio R¨ªos Berber, un sicario en prisi¨®n del cartel Guerreros Unidos, sacaba fotograf¨ªas con su m¨®vil a sus v¨ªctimas. Detalles macabros como este suelen dar esperanza a los familiares de los desaparecidos en M¨¦xico.

-¡°Yo no s¨¦ en que andaba ¨¦l, pero lo busco por mi madre¡±, dice.

Su hermano, un pe¨®n de alba?il de 26 a?os, no existe en las estad¨ªsticas de desaparecidos en el Estado de Guerrero. Su presencia fantasmal sobrevive en la memoria de Josefina y su madre desde hace un a?o, cuando fue secuestrado en Iguala, la ciudad que visitaba mientras compraba material para una obra. ¡°No hemos puesto denuncia por miedo¡­ya ve que se la cobran contra los familiares¡±.

La gente se arm¨® de valor para empezar a buscar. Se comenzaron a destapar varias fosas Carintina, madre de un desaparecido en Iguala?

Josefina visit¨® la ciudad maldita que ha visto esfumarse cientos de vidas en los ¨²ltimos a?os, porque hab¨ªa escuchado que un grupo de personas como ella se re¨²ne todos los martes. Al llegar a la parroquia de San Gerardo Mayela, en el centro de la ciudad de 110.000 habitantes, encontr¨® un centenar de mujeres mayores. Cada una de ellas representa una familia que ha sido tocada por la violencia de Guerrero.

El caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa raptados la noche del 26 de septiembre de 2014 ayud¨® a muchos que lloraban en privado a perder el miedo. ¡°La gente se arm¨® de valor para empezar a buscar. Se comenzaron a destapar varias fosas. Y no eran ellos a los que encontraban, eran otros que llevaban bastante tiempo¡±, dice Caritina, de 65 a?os. Su hijo, Modesto, de 26, desapareci¨® en marzo de 2012.

Iguala, la ciudad de los desaparecidos

En noviembre de 2014 se form¨® en Iguala el grupo Te buscar¨¦ hasta encontrarte. Comenzaron recorriendo los tupidos cerros cercanos para buscar cuerpos. Se convirti¨® en una organizaci¨®n tan grande ¡ªtiene 380 personas registradas¡ª que atrajo la atenci¨®n de la Comisi¨®n Ejecutiva de Atenci¨®n a V¨ªctimas. Una vez a la semana, el Gobierno federal les env¨ªa desayunos, apoyos econ¨®micos, m¨¦dicos y dentistas para asistirlos. Tambi¨¦n asisten psic¨®logos y funcionarios de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR, Fiscal¨ªa), que toman muestras de ADN y llevan noticias sobre sus casos.

Esta semana, integrantes de la Unidad de B¨²squeda de la PGR informaban los m¨¢s recientes hallazgos. Frente a un auditorio de mujeres mayores, los funcionarios describ¨ªan uno a uno los cad¨¢veres hallados en cuatro fosas cercanas a Iguala, descubiertas entre noviembre de 2014 y marzo de este a?o.

-¡°Cuerpo exhumado en La Laguna¡­ hombre de entre 20 y 26 a?os¡­ camiseta negra, short marca Adidas y b¨®xer con el lema: cuidado con el perro¡±.

73 muertos: 14 mujeres y 59 hombres. Todos an¨®nimos, con sus vestimentas como ¨²ltimo testimonio de su paso por la Tierra. Ninguno de los asistentes logr¨® identificar a sus familiares en esta ocasi¨®n. Desde que el grupo existe, la Unidad de B¨²squeda ha tramitado 290 denuncias por desaparici¨®n. Solo diez personas han recuperado los restos de sus familiares.

Una de ellas es Carintina. Fue la vestimenta lo que la permiti¨® hallar a Modesto. Recibi¨® sus restos hace una semana.¡°Yo no tengo duda, estoy segura de que el que tengo enterrado es mi hijo¡±.

En Iguala los comercios est¨¢n abiertos y la vida parece casi normal. Las patrullas de la Gendarmer¨ªa son escasas. La divisi¨®n de la Polic¨ªa Federal lleg¨® a la regi¨®n despu¨¦s de que se eliminara la polic¨ªa municipal por sus v¨ªnculos con Guerreros Unidos. La tragedia que ha destruido centenares de familias es casi imperceptible para los for¨¢neos.

Sin embargo, Guerrero contin¨²a siendo uno de los Estados m¨¢s violentos de M¨¦xico. Ni el Gobierno local ni el federal han logrado frenar la sangr¨ªa. La entidad contabiliz¨® 199 homicidios en agosto, la cifra m¨¢s alta del mes en todo el pa¨ªs. En lo que va del a?o, suma 1.321 asesinatos. Solo lo supera el Estado de M¨¦xico, con 1.521, un Estado que quintuplica a Guerrero en poblaci¨®n, tiene 12 millones de habitantes m¨¢s.

La impunidad tambi¨¦n sigue lacerando la ciudad. Sirenio Campos de Jes¨²s, un cristiano evang¨¦lico de 65 a?os, se averg¨¹enza cuando confiesa las ganas de matar que sinti¨® al ver en la calle al que cree asesino de su hijo, Adelfo Campos, un alba?il de 35 a?os. Oculto bajo un sombrero de ala ancha, recuerda el 3 de julio de 2014, el d¨ªa en que un grupo de personas se lo llev¨® en una camioneta cuando terminaban de almorzar. Sirenio piensa que a su hijo lo pudo haber secuestrado su patrona, que le qued¨® a deber 30.000 pesos (1.700 d¨®lares). ¡°Aqu¨ª son muchos m¨¢s que 43 desaparecidos. En Iguala la mataz¨®n no descansa¡±, dice el hombre bajo la sombra de un gran mango.