Al menos 7 muertos en la explosi¨®n de 17 paquetes bomba al sur de China

Al menos 7 personas han muerto, 2 est¨¢n desaparecidas y m¨¢s de 50 han quedado heridas despu¨¦s de la explosi¨®n de una misteriosa serie de paquetes bomba en diferentes lugares p¨²blicos de la ciudad de Liuzhou y sus alrededores, en la regi¨®n aut¨®noma china de Guangxi, en el sur del pa¨ªs. Entre las instalaciones afectadas se encuentran la sede del gobierno local, un hospital, una estaci¨®n, un centro comercial y un mercado.

La serie de 17 explosiones, seg¨²n los medios oficiales chinos, se produjo en poco m¨¢s de una hora, a media tarde. Al parecer, los paquetes explosivos hab¨ªan sido repartidos por mensajero, un servicio ubicuo en toda China gracias al gran auge del comercio electr¨®nico. Seg¨²n los medios oficiales chinos, la Polic¨ªa examinaba otros 60 paquetes sospechosos por si pudieran contener explosivos.

La oleada de bombas gener¨® el p¨¢nico y la confusi¨®n en la zona. En las redes sociales, los residentes se apresuraban a colgar im¨¢genes que mostraban edificios derrumbados, cr¨¢teres, heridos que ped¨ªan ayuda y numerosos da?os materiales.

Los medios oficiales han ofrecido pocos detalles sobre el suceso. Como suele ser habitual en los casos de incidentes considerados ¡°sensibles¡±, los periodistas chinos han recibido instrucciones del gobierno de limitarse a reproducir la informaci¨®n que provenga de canales oficiales, tal y como indica una directiva filtrada en internet y de la que se hace eco la p¨¢gina web ¡°Shangaiist¡±.

Un dato que los medios chinos s¨ª est¨¢n autorizados a publicar es que la Polic¨ªa china descarta que se trate de un ¡°acto de terrorismo¡± organizado, afirman. Los investigadores han detenido a un residente local, de apellido Wei y de 33 a?os de edad, como sospechoso. Podr¨ªa no ser el ¨²nico: la cadena de televisi¨®n CCTV alude en su cuenta de Twitter a declaraciones de testigos a la Polic¨ªa para hablar de ¡°sospechosos¡± (en plural) que ¡°pagaron a los mensajeros para que entregaran los paquetes¡±.

Es relativamente frecuente que en China -donde el acceso a la Justicia se encuentra plagado de obst¨¢culos y los tribunales no se perciben como entidades imparciales- algunos ciudadanos que se sienten v¨ªctimas de abusos recurran a la fuerza. Aunque en casos previos no se hab¨ªa dado una combinaci¨®n similar de nivel de violencia y organizaci¨®n.

En 2013, una persona muri¨® y 8 quedaron heridas cuando un hombre hizo estallar una serie de artefactos explosivos caseros en el exterior de un edificio gubernamental en Taiyuan, en el norte de China. Tambi¨¦n ese a?o, otro hombre se suicid¨® y mat¨® a m¨¢s de 40 personas al prender fuego al autob¨²s en el que viajaba en la provincia de Fujian para protestar contra las autoridades locales.

Las explosiones en Liuzhou han resultado tanto m¨¢s alarmantes cuanto se han producido un d¨ªa antes del d¨ªa nacional de China, el 1 de octubre, que abre la llamada ¡°semana dorada¡±, siete d¨ªas festivos que componen una de las temporadas altas para el turismo nacional. El 1 de octubre tambi¨¦n marca un aniversario ¡°sensible¡±, el establecimiento de la regi¨®n aut¨®noma de Xinjiang.

Xinjiang es cuna de la minor¨ªa uigur, de religi¨®n musulmana, y donde ha ido en aumento una violencia que Pek¨ªn atribuye a grupos extremistas y que ha incluido explosiones y ataques con cuchillos. En los ¨²ltimos tres a?os China tambi¨¦n ha atribuido a grupos uigur un pu?ado de incidentes fuera de la provincia, como un ataque con cuchillos en una estaci¨®n en la ciudad de Kunming en 2014 en el que murieron 33 personas o un burdo coche bomba en la plaza pekinesa de Tiananmen, que cost¨® la vida a 5 personas, incluidos los 3 atacantes.

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