El rigor de la ofensiva talib¨¢n obliga a la OTAN a involucrarse en Kunduz

El Ej¨¦rcito afgano est¨¢ encontrando serias dificultades para desalojar a los talibanes de Kunduz, la ciudad del norte que capturaron el pasado lunes, a pesar de la ayuda de la OTAN. Fuerzas especiales de la misi¨®n de la Alianza en Afganist¨¢n se han unido como consejeros a las tropas concentradas en el aeropuerto de Kunduz y este mi¨¦rcoles han tenido un primer enfrentamiento directo con los insurgentes islamistas. El retraso en la contraofensiva ya est¨¢ pasando factura pol¨ªtica al presidente Ashraf Ghani. Varios diputados han pedido su dimisi¨®n y la de su socio en el Gobierno de unidad nacional, Abdullah Abdullah.

¡°Asesores de las fuerzas especiales de la coalici¨®n, mientras asesoraban y asist¨ªan a miembros de la fuerzas de seguridad afganas, se han enfrentado a una amenaza insurgente en la vecindad del aeropuerto de Kunduz, hacia la una de la madrugada del 30 de septiembre¡±, ha informado el coronel Brian Tribus, citado por la agencia Reuters. Seg¨²n este portavoz militar de la OTAN en Kabul esas tropas ¡°no tienen misi¨®n de combate, pero s¨ª el derecho a defenderse¡±.

Al parecer, los comandos reaccionaron ante un ataque de los talibanes al aer¨®dromo, donde se han establecido junto a los 5.000 soldados afganos all¨ª concentrados. Tribus no ha dado m¨¢s detalles sobre el incidente, ni tampoco ha precisado el n¨²mero de soldados desplegados o sus nacionalidades. Las cifras var¨ªan entre 40 y un centenar, seg¨²n las fuentes, y de acuerdo con un militar citado por la agencia France Presse se trata soldados de ¨¦lite estadounidenses, brit¨¢nicos y alemanes.

¡°Son muy pocos¡±, asegura a EL PA?S Thomas Ruttig, codirector del Afghanistan Analysts Network (AAN), dando a entender que la presencia de esos asesores no supone un factor decisivo. De momento, este analista opina que ¡°la contraofensiva de ayer y hoy ha fracasado¡±.

Su apreciaci¨®n coincide con los testimonios recogidos sobre el terreno. ¡°El martes fue un d¨ªa relativamente tranquilo, aunque durante la noche se reanudaron los combates y los bombardeos a¨¦reos. Hoy [mi¨¦rcoles] la ciudad estaba tensa, como a la espera de un repunte en las hostilidades, pero hasta ahora [fin de la tarde] no se ha producido¡±, relata Ghilhem Molinie, representante de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) para Afganist¨¢n, que est¨¢ en contacto permanente con el personal de su hospital en Kunduz.

¡°El primer d¨ªa la ciudad se sumi¨® en el caos hasta el momento en que qued¨® claro que la oposici¨®n hab¨ªa tomado el control¡±, explica cuidando su lenguaje. La estricta neutralidad de su organizaci¨®n en el conflicto ha permitido que las ¡°nuevas autoridades¡± les den garant¨ªas de que van a proteger el hospital y a su personal, 470 trabajadores, incluido un pu?ado de extranjeros. Desde el lunes, han tratado a 272 pacientes (entre ellos 53 ni?os y 31 mujeres), la mayor¨ªa por heridas de bala. ¡°La pasada noche recibimos v¨ªctimas de ataques a¨¦reos con heridas m¨¢s complejas¡±, precisa Molinie.

El portavoz de la OTAN ha confirmado que la aviaci¨®n de EE UU lanz¨® tres bombardeos contra posiciones talibanes en las afueras de Kunduz. Sin embargo, la esperada contraofensiva afgana se est¨¢ retrasando. Por un lado, los insurgentes han minado las carreteras de acceso a la ciudad, lo que est¨¢ retrasando la llegada de los refuerzos. Por otro, la falta de coordinaci¨®n y otros males que plagan al Ej¨¦rcito afgano siguen contribuyendo a su fracaso. Cerca de 200 efectivos han abandonado el cuartel de Bala Hisar, un puesto clave en lo alto de una colina desde la que se controlan las principales carreteras, al quedarse sin munici¨®n y comida, seg¨²n el vicegobernador provincial, Hamdullah Daneshi.

¡°Es vergonzoso c¨®mo [el Gobierno] est¨¢ afrontando la situaci¨®n en Kunduz¡±, se quejaba Iqbal Safi, un diputado por la provincia de Kapisa, durante una sesi¨®n parlamentaria retransmitida por televisi¨®n. Safi ha pedido la dimisi¨®n del presidente Ghani y de su jefe ejecutivo Abdullah. Un portavoz de Ghani le ha respondido que la prioridad del Gobierno es la seguridad de sus ciudadanos, pero la impresi¨®n generalizada es que la reconquista de Kunduz va a llevar tiempo y a desgastar al Ejecutivo.

Al contrario, el nuevo l¨ªder talib¨¢n, el cl¨¦rigo Akhtar Mansur, que el pasado julio remplaz¨® al fallecido mul¨¢ Omar, se est¨¢ beneficiando de la situaci¨®n. ¡°Le ayuda a probar que controla el grupo y que el conflicto por la sucesi¨®n no ha minado su capacidad militar¡±, estima Ruttig, quien recuerda que Mansur estaba ya al mando en la pr¨¢ctica desde hace algunos a?os.