El cese de la violencia no aplaca el conflicto en el Este de Ucrania
Los acuerdos de Minsk, el marco de soluci¨®n pol¨ªtica y militar, no podr¨¢n cumplirse para fines de a?o, como estaba previsto
El fin de la guerra entre Ucrania y los rebeldes del Este del pa¨ªs, si llega a cristalizar, no supone la soluci¨®n pol¨ªtica para el mort¨ªfero conflicto que sigui¨® a la anexi¨®n rusa de Crimea. El futuro previsible por el momento de las autodenominadas rep¨²blicas populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL) es el de un nuevo entorno empobrecido, degradado e inseguro en el coraz¨®n de Europa.
Los acuerdos de Minsk, el cauce de soluci¨®n pol¨ªtica y militar simult¨¢nea del conflicto, no pueden cumplirse para fin de 2015 tal como preve¨ªan al firmarse en febrero. En las pr¨®ximas semanas los insurgentes celebrar¨¢n elecciones locales, al margen de la ley ucrania; Kiev no ha finalizado la reforma constitucional descentralizadora y no es previsible que el 31 de diciembre Rusia ceda a Ucrania el control de la frontera de la que depende la supervivencia de los rebeldes.
De hecho, los observadores de la OSCE han informado que detectaron el 25 de septiembre en un centro de entrenamiento en Kruhlyk (31 kil¨®metros al sudoeste de Lugansk) un sistema de lanzador de misiles del tipo TOS-1 Buratino, de 220 mil¨ªmetros. Seg¨²n la BBC, se trata de un sistema muy potente que, de acuerdo con los an¨¢lisis de Jane's y el Instituto Internacional de Investigaciones de la Paz de Estocolmo, solo se produce en Rusia y que fue usado por la URSS en Afganist¨¢n.
La intervenci¨®n militar rusa contra el Estado Isl¨¢mico puede acelerar a Alemania y Francia, los socios de Rusia y Ucrania en el ¡°cuarteto de Normand¨ªa¡±, que se dio cita este viernes en una reuni¨®n informal en Paris. Si en Donb¨¢s no disparan o disparan poco, los interlocutores de Ucrania pueden pretender que hay progreso. Hasta cierto punto. La gran regi¨®n minera e industrial ucrania subsiste gracias a los restos de su potencial productivo y tambi¨¦n a los subsidios de Mosc¨², que paga los sueldos de la ¨¦lite pol¨ªtica local, en su mayor¨ªa personas con posiciones marginales hasta la ca¨ªda del r¨¦gimen de V¨ªktor Yanuk¨®vich. Los l¨ªderes insurgentes con demasiada iniciativa han sido eliminados (en sentido f¨ªsico e institucional) del panorama pol¨ªtico, donde mandan hoy los que trasmiten la voluntad del Kremlin.
Condicionado por un modelo de Estado unitario, el presidente Petr¨® Poroshenko maniobra entre fuerzas diversas en una sociedad marcada por la guerra. Los dirigentes ucranianos no han podido (o querido) concluir la reforma constitucional que dar¨ªa un estatus especial a las regiones secesionistas, tal como estipulaba el acuerdo de Minsk.
Kiev no logr¨® destruir las administraciones rebeldes (apoyadas militarmente por Rusia), como seguramente planeaba cuando respondi¨® a su desaf¨ªo con una ¡°operaci¨®n antiterrorista¡±. El proceso de Minsk fue un reconocimiento de esa realidad, pero a¨²n no el inicio de un di¨¢logo pol¨ªtico profundo entre las partes.
Si las armas no disparan, la realidad de Donb¨¢s ha perdido inter¨¦s para los gobernantes europeos y resulta irrelevante para los empresarios deseosos de mejorar la relaci¨®n con Mosc¨². Sobre el terreno, Donb¨¢s se va pareciendo a otros territorios enquistados de la antigua URSS, aunque a gran escala, porque en la castigada regi¨®n ucrania viven varios millones de personas, mientras que conjuntamente hay menos de un mill¨®n en el Transdniester, Nagorno Karabaj, Osetia del Sur y Abjazia, las regiones que no encontraron encaje arm¨®nico en el paisaje postsovi¨¦tico en 1991. Dos fuentes de Donb¨¢s afirmaban este viernes por tel¨¦fono que es pronto para relajarse, porque los nervios de los combatientes siguen a flor de piel. La siderurgia y metalurgia del oligarca Rinat Ajm¨¦tov (que ha logrado mantener buenas relaciones con Kiev y con Mosc¨²) dan trabajo y exportan, pero la econom¨ªa local no crea empleo, si se except¨²a la polic¨ªa y los servicios de seguridad o de escolta armada.
Para cubrir las vacantes de la administraci¨®n local, necesitada de cuadros expertos, regresan veteranos funcionarios del Partido de las Regiones de los tiempos de Yanuk¨®vich, ante el desmayo de quienes creyeron en un proyecto social de nuevo tipo. ¡°S¨®lo nos queda malvivir y esperar a que las dificultades econ¨®micas y las deudas debiliten a Ucrania¡±, dice una de las fuentes. ¡°A diferencia de Kiev, nosotros el gas, el carb¨®n y la electricidad lo tenemos gratis¡±, sentencia.
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