Siria se convierte en la ¨²ltima apuesta del jugador Putin
La acci¨®n responde a la estrategia de rentabilizar las operaciones de Ucrania y Georgia
![Pilar Bonet](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F20305dc5-7626-4aae-ba59-6e4ab29f2aac.png?auth=637102860dc774e4edecc8d35394dc6e08d620e804b66b7dbdb83c18f1a37160&width=100&height=100&smart=true)
![El presidente Vladímir Putin, en un encuentro de la Organización de Defensa Colectiva en Dushanbé hace dos semanas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CFH45BJUCMFMDKHPEXY44ENQGY.jpg?auth=555e8c6e010cffb90c6f25b3dd0d641c16b87a933c2b690cfb5e207d11c8cde4&width=414)
El presidente Vlad¨ªmir Putin ha iniciado esta semana una arriesgada operaci¨®n militar en Siria. El riesgo ha caracterizado tambi¨¦n otras iniciativas b¨¦licas rusas en el extranjero en lo que va de siglo, en Georgia, en agosto de 2008, y en Ucrania, desde febrero de 2014. Salvando las diferencias, las acciones del Kremlin en esos escenarios evocan las apuestas de un jugador de azar, que puja cada vez m¨¢s fuerte y, que en el caso de Siria, pone sobre el tablero el resultado de la apuesta anterior.
Con su acci¨®n en Siria, Putin busca el levantamiento de parte de las sanciones impuestas por occidente por su pol¨ªtica en Ucrania y tambi¨¦n mantener el apoyo de la sociedad ahora que el conflicto de Donb¨¢s es una pesada carga moral y econ¨®mica y que los rusos sienten ya las dificultades derivadas de la disminuci¨®n de ingresos del petr¨®leo y las sanciones. El ministro de desarrollo econ¨®mico, Aleks¨¦i Uliuk¨¢iev, ha anunciado que el PIB de Rusia en 2015 disminuir¨¢ un 3,9% (su anterior pron¨®stico era una ca¨ªda del 3,3%).
En agosto de 2008, el Kremlin despach¨® al 58 Ej¨¦rcito al sur del C¨¢ucaso para contener al l¨ªder georgiano Mijail Saakashvili, que arrojo sus tanques contra Tsjinvali, la capital de Osetia del Sur, una autonom¨ªa que se neg¨® a someterse a Tbilisi desde antes de que se desintegrara la URSS. Aunque el jefe del Estado era Dmitri Medv¨¦dev, los analistas creyeron percibir la impronta de Putin en aquella incursi¨®n. Presentada como el salvamento de de un genocidio, la acci¨®n rusa fue muy popular entre los rusos que a?os m¨¢s tarde aplaudieron a¨²n m¨¢s la anexi¨®n de la pen¨ªnsula de Crimea ejecutada con ayuda de soldados enmascarados entre febrero y marzo de 2014. El resultado de la vacilante operaci¨®n en Donb¨¢s (la carta de "Novarossia") es diferente: m¨¢s de 8.000 muertos y una importante regi¨®n arruinada y desestabilizada.
Los s¨ªmbolos teatrales son clave en Rusia, donde Putin ha reavivado los sue?os de grandeza, tras una d¨¦cada percibida como humillante. ¡°La ¨¦lite rusa busca la simetr¨ªa con EEUU y la recuperaci¨®n del estatus de superpotencia de la URSS, pero ahora como Imperio. En Siria Putin cree que defiende el Estado y est¨¢ convencido de su superioridad moral. Putin ten¨ªa la alternativa de concentrarse en Ucrania sin perspectivas de ¨¦xito o bien dirigir la atenci¨®n hacia otra parte¡±, se?ala el polit¨®logo Alex¨¦i Makarkin. ¡°Comparativamente, la guerra en Siria no es cara y, si resulta, Rusia ser¨¢ uno de los protagonistas de la regulaci¨®n del problema y tal vez logre que se eliminen parte de las sanciones¡±, afirma el polit¨®logo.
¡°Escaso sentido del peligro¡±
Vlad¨ªmir Putin admiti¨® tener ¡°un sentido del peligro disminuido¡± en 2000, cuando se preparaba para asumir la presidencia de Rusia. En noviembre de 2014, en una entrevista a la agencia TASS, el l¨ªder aclar¨® que ese fue el dictamen que le hizo un psic¨®logo y opin¨® que ¡°tal vez no se puede considerar un gran m¨¦rito¡±.
¡°El precio de los errores es muy alto¡±, razon¨® el estadista entonces, pero, cuando le preguntaron si hab¨ªa cometido errores como presidente, la respuesta fue un rotundo ¡°no¡±. Inquirido por su decisi¨®n respeto a Crimea, Putin dijo: ¡°Tenemos la raz¨®n y la fuerza est¨¢ en la verdad y cuando el ruso siente la verdad, es invencible. Lo digo con total sinceridad¡±.
En sus incursiones militares, Rusia declara un objetivo inicial, pero con el tiempo altera y enriquecen las explicaciones de su motivaci¨®n. Mosc¨² ten¨ªa un contingente pacificador en Osetia del Sur, en el marco de una regulaci¨®n de conflicto bajo la ¨¦gida de la OSCE. La responsabilidad de aquella breve guerra recay¨® tambi¨¦n sobre Saakashvili que, provocado o no, cometi¨® el error de atacar a la poblaci¨®n civil. A resultas de la guerra, Georgia perdi¨® dos franjas de territorio suplementario, en el distrito de Ajalgori (en osetia del Sur) y en el valle de Jodor (en Abjazia) y Rusia reconoci¨® las dos autonom¨ªas de la ¨¦poca sovi¨¦tica como pa¨ªses independientes. El reconocimiento coarta el di¨¢logo con Georgia que puede justificar ahora su pol¨ªtica proatlantista en tanto que pa¨ªs privado de la posibilidad de negociar una reintegraci¨®n de sus antiguas autonom¨ªas.
En Georgia y en Ucrania, Putin aprovech¨® los errores de los pol¨ªticos vecinos. Como en Georgia, la intervenci¨®n militar rusa en Crimea tuvo como argumento inicial la necesidad de de defender a los habitantes de la pen¨ªnsula, en este caso de los supuestos fascistas ucranianos. En 2008 y en 2014, el elemento geoestrat¨¦gico fue clave, saber el flanco sur, el mar Negro, la base de Sebastopol, donde Mosc¨² se asegur¨® una larga permanencia que hubiera sido cuestionada por los sucesores del presidente V¨ªctor Yanuk¨®vich. Despu¨¦s el Kremlin lanz¨® otras cartas al tapete, no solo la vinculaci¨®n de Crimea con Rusia desde Catalina la Grande, que la arrebat¨® al imperio otomano en el siglo XVIII, sino el medieval pr¨ªncipe Vlad¨ªmir, que se convirti¨® al cristianismo en un lugar de Crimea a fines del siglo X.
La comunidad internacional, que apenas reaccion¨® en el caso de Osetia del Sur y Abjazia, no acept¨® los argumentos rusos en Crimea ni en Donb¨¢s, donde la intevenci¨®n militar rusa fue vergonzante, porque Mosc¨², ya bajo la presi¨®n de las sanciones internacionales se ha negado a reconocer el env¨ªo de contingentes militares y equipo b¨¦lico, pese a la evidencia, incluidas las confesiones de los oficiales de los servicios de inteligencia rusos apresados por Ucrania en Donb¨¢s.
La idea de la fortaleza acosada impregna la pol¨ªtica del Kremlin
Putin en solitario trata de imponerse a los aliados occidentales e interfiere en su estrategia en Siria. Por los embustes acumulados en las campa?as de Ucrania,el l¨ªder ruso no goza de presunci¨®n de inocencia, sino que suscita recelos. Occidente se pregunta cu¨¢les son sus fines, aparte de golpear al Estado Isl¨¢mico y de conseguir un trueque con Ucrania. ?Mantener a el Assad? ?Destruir instalaciones petroleras para que suba el precio del crudo? ?Experimentar y rodar sus aviones y equipos b¨¦licos?
La idea de la fortaleza acosada impregna la pol¨ªtica del Kremlin. Rusia que mantiene bases y un contingente de miles de soldados en Abjazia y Osetia del Sur y que est¨¢ reforzando los confines de Abjazia con Georgia, lo que algunos interpretan como un intento de aislar la primera frente a la segunda, precisamente cuando Tbilisi, desenga?ada de Saakashvili, busca un acercamiento con Abjazia y con Mosc¨². En la l¨®gica de crear un cintur¨®n de seguridad en su per¨ªmetro , se inscribe la iniciativa anunciada por Putin en septiembre de fundar una base a¨¦rea en Bielorrusia, aprovechando que el presidente Alexandr Lukashenko depende de petr¨®leo y pr¨¦stamos de Mosc¨². Las nuevas bases en el Artico y en la frontera con Ucrania son parte de un mismo pensamiento: blindarse, a ser posible rodeada de un cintur¨®n de seguridad, para luchar ah¨ª, si se tercia, y no en casa.
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