Passos Coelho, el hombre que acab¨® con ¡®la casta¡¯ portuguesa
El ganador de las elecciones aplic¨® las recetas de la troika y dej¨® caer a Esp¨ªrito Santo
Tiene el aire del correcto farmac¨¦utico, el que lee las recetas, da las medicinas al cliente y le aconseja c¨®mo administrarlas, sin olvidar sus contraindicaciones. El paciente se siente tan reconfortado con sus explicaciones que vuelve siempre a la misma farmacia. Pedro Passos Coelho (Coimbra, 1964) es el farmac¨¦utico de Portugal, pues los cirujanos llegaron de Bruselas y Washington. Passos lleg¨® al poder cuando la troika ya llevaba un mes gobernando su pa¨ªs, era junio de 2011. El Gobierno hab¨ªa firmado el Memorando de rescate econ¨®mico del pa¨ªs, el tercero desde la Revoluci¨®n de Abril de 1974.
En una entrevista, al poco tiempo de llegar, Passos Coelho, economista tard¨ªo y alumno de colegios p¨²blicos, advirti¨®: ¡°Iremos m¨¢s all¨¢ de la troika¡±. Y cuatro a?os despu¨¦s ha cumplido: las privatizaciones superan las exigidas por el FMI, UE y BCE.
El l¨ªder del Partido Social Dem¨®crata (PSD) vio en la llegada de la troika no una plaga, sino una ocasi¨®n ¨²nica para actuar. ¡°El caos es una oportunidad para el cambio¡±, dijo remedando a Schumpeter sobre la filosof¨ªa de la destrucci¨®n creativa. La troika no era un peso, sino la excusa perfecta para realizar cambios que, de otra forma, el acomodaticio pueblo portugu¨¦s nunca realizar¨ªa.
El triunfador de las elecciones del domingo no solo ha sido el alumno m¨¢s aplicado de la troika y el enemigo que ech¨® por tierra la teor¨ªa de los juegos de Varoufakis. Tambi¨¦n es el hombre que ha acabado en Portugal con el statu quo econ¨®mico-pol¨ªtico, ha terminado con la casta, que dir¨ªan al otro lado de la frontera. Y todo esto lo ha hecho un pol¨ªtico liberal, cat¨®lico y de centro derecha. Porque Passos Coelho no tiene padrinos; no es de nadie, no proviene de un grupo econ¨®mico ni necesita de ellos. No es de una de las familias del pa¨ªs; no viaja en business y no se ba?a en las playas pijochic de Comporta. Veranea en Manta Rota, como siempre. Y no deja de ir aunque se le llene la terraza de manifestantes. ¡°Si nos fu¨¦ramos, pensar¨ªan que hicimos algo de lo que ten¨ªamos que ocultarnos¡±, dijo a los que le aconsejaban que se mudara a otro lugar.
Quiz¨¢s por todo ello, el primer ministro no movi¨® un dedo para seguir manteniendo artificialmente el imperio Esp¨ªrito Santo y su contubernio con el poder pol¨ªtico de S¨®crates y la maquinaria de Portugal Telecom.
Liberar la econom¨ªa del pa¨ªs y abrirla a la competencia pasaba por acabar con el proteccionismo del Gobierno al imperio Esp¨ªrito Santo que manejaba Ricardo Salgado, apodado Dono disto tudo (Due?o de todo esto en portugu¨¦s). En varias ocasiones el patriarca de la primera familia portuguesa le llam¨® pidiendo socorro, pero no descolg¨® el tel¨¦fono. ?Qu¨¦ diferencia con su antecesor, que antes de llamar a la troika pidi¨® la aquiescencia de Salgado!
Por parad¨®jico que parezca, el gran golpe al capitalismo establecido no lo dio la Revoluci¨®n de Abril, sino un pol¨ªtico del centro derecha, fr¨ªo, inmutable, sin un mal gesto, sin un mal grito. ¡°Tendr¨ªa que pensar, pero no me acuerdo de la ¨²ltima vez que me enfad¨¦¡±, dec¨ªa en una entrevista al Observador. Gris en la normalidad y brillante junto al abismo: ¡°Debemos siempre controlar la manera en c¨®mo reaccionamos, para evitar que cualquier cosa derive en aquello que no desear¨ªamos. Tengo siempre mucha dificultad en vivir con la irreflexi¨®n¡±.
Pese a todas las penurias, pese a todas las recetas aplicadas, el boticario Passos Coelho ha convencido a sus fieles de que sus remedios surten efecto; quiz¨¢s el paciente le se?ale que, cuatro a?os despu¨¦s, camina con un par de muletas, pero ¨¦l le har¨¢ salir de su error porque, sin sus remedios, seguro que andaba sin piernas.
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