¡°Hay que abrir m¨¢s v¨ªas para que los refugiados puedan venir legalmente¡±
Vincent Cochetel dice que las plazas que Europa ha ofrecido para los sirios no son suficientes
Los datos est¨¢n sobre la mesa y las im¨¢genes de los medios han puesto rostros al medio mill¨®n de personas que en lo que va de a?o han llegado a Europa en busca de refugio. La cifra, que ya dobla con creces las llegadas del a?o pasado, ha descolocado a los dirigentes europeos. Pero el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) asegura que llevaba tiempo advirti¨¦ndolo. ¡°La valla de Hungr¨ªa indic¨® a los refugiados que se cerraban las puertas de Europa¡±, declara a EL PA?S Vincent Cochetel, el coordinador regional de ese organismo para Europa. ¡°Hay que abrir m¨¢s v¨ªas para que los refugiados puedan venir legalmente¡±.
¡°Se han juntado un mont¨®n de crisis en pa¨ªses vecinos de Europa. Siria, Libia, Irak¡ La gente est¨¢ desesperada. Muchos sirios han perdido la confianza porque no ven soluci¨®n pol¨ªtica y est¨¢n vendiendo lo que tienen para costearse el viaje a Europa. Tambi¨¦n la valla que Hungr¨ªa ha levantado este a?o ha actuado de detonante. Su anuncio signific¨® para muchos refugiados que se cerraba la puerta, que se acababan sus posibilidades¡±, explica Cochetel durante un receso de la reuni¨®n anual del comit¨¦ ejecutivo de ACNUR en Ginebra.
Desde el Alto Comisionado se defiende la necesidad de programas s¨®lidos de reasentamiento y de reunificaci¨®n familiar. ¡°Las 22.000 plazas que Europa ha ofrecido hasta ahora para los sirios no son suficientes. La cuota de Espa?a, por ejemplo, es muy peque?a¡±, se?ala el alto funcionario con franqueza. En su opini¨®n, la prueba de que los mecanismos europeos no est¨¢n funcionando bien es que un mont¨®n de gente tiene que recurrir a entrar ilegalmente.
¡°La gente tiene derecho a pedir refugio. Hay que abrir m¨¢s v¨ªas para que los refugiados puedan venir legalmente a Europa¡±, subraya.
Preguntado por iniciativas concretas que pueda ayudar, Cochetel menciona las becas para que los estudiantes puedan proseguir sus estudios universitarios. ¡°En septiembre anunciamos en nuestra web 52 becas para ir a la universidad destinadas a sirios refugiados en Turqu¨ªa y en dos horas hubo 5.800 solicitudes de candidatos que cumpl¨ªan los requisitos¡±, cuenta. ¡°Las grandes universidades de Espa?a y otros pa¨ªses europeos podr¨ªan ofrecer cinco o diez becas como gesto de solidaridad. Este tipo de iniciativas ayudar¨ªan a reducir las entradas ilegales¡±.
No obstante, el coordinador de ACNUR admite el problema que plantea el que migrantes econ¨®micos se mezclen con quienes buscan asilo. ¡°Hay que transmitir el mensaje de que no todo el mundo tiene la condici¨®n de refugiado y devolver a quienes no re¨²nen los requisitos¡±, sugiere este o veterano del ACNUR que en 1998 cuando estaba destinado en Osetia del Norte fue v¨ªctima de un secuestro que se prolong¨® durante casi un a?o.
¡°La gran mayor¨ªa de quienes llegan a Grecia son refugiados que vienen de Siria y Afganist¨¢n. De eso no hay duda¡±, asegura.
Sin embargo, los programas europeos no incluyen a Afganist¨¢n entre los pa¨ªses cuyos ciudadanos cumplen las condiciones para solicitar refugio. ¡°El caso de los afganos es m¨¢s dif¨ªcil¡±, reconoce Cochetel. ¡°Creemos que parte de ellos est¨¢n huyendo del avance de los grupos de oposici¨®n [talibanes], pero a la vez tambi¨¦n hay una parte de j¨®venes que vienen en busca de oportunidades econ¨®micas que no encuentran en Afganist¨¢n, Pakist¨¢n o Ir¨¢n. En esos casos no hay m¨¢s soluci¨®n que devolverlos¡±.
Para el ACNUR, tanto Grecia como Italia, que son las principales v¨ªas de entrada, deben establecer mecanismos adecuados para determinar qui¨¦n es qui¨¦n. ¡°Necesitamos que haya un control pleno en las fronteras exteriores [de Europa] y hoy por hoy no lo hay¡±, afirma.
Otro problema que se plantea es el desequilibrio de g¨¦nero. Seg¨²n datos del propio ACNUR, un 80 % de quienes est¨¢n llegando a Europa son hombres. Para Cochetel, eso indica ¡°que las rutas que siguen son m¨¢s peligrosas para las mujeres; hay que encontrar v¨ªas legales para ayudar a las mujeres que necesitan protecci¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.