La Alianza y el Kremlin se tientan
En Turqu¨ªa Rusia y la OTAN miden sus fuerzas en un ejercicio m¨¢s ret¨®rico que f¨¢ctico
No es nada nuevo que Rusia y la OTAN midan sus fuerzas, en un ejercicio m¨¢s ret¨®rico que f¨¢ctico, tratando de mostrar resoluci¨®n en defensa de sus respectivos intereses y chequeando hasta d¨®nde llega la voluntad del contrario para soportar el envite. Lo que Rusia pretende es recuperar un ¨¢rea de influencia propia, mostrar a sus vecinos que la OTAN no tiene agallas para pasar a los hechos y recuperar su estatus de potencia global. Por su parte, la OTAN se limita a no perder la cara, con precauci¨®n para no avivar la tensi¨®n m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente necesario.
Y en ese contexto hay que enmarcar la que actualmente se vive tras la violaci¨®n del espacio a¨¦reo turco por parte de aviones de combate rusos implicados en el apoyo al r¨¦gimen sirio. Como un ejemplo m¨¢s de un viejo juego que consiste en una gesticulaci¨®n bravucona ¡ªpero midiendo milim¨¦tricamente cada paso para no provocar una escalada irreversible¡ª, Mosc¨² lleva tiempo sobrevolando las proximidades del espacio a¨¦reo de distintos pa¨ªses OTAN, al tiempo que sus submarinos se adentran ¡°accidentalmente¡± en aguas territoriales aliadas. Busca as¨ª mostrarse desafiante, con acciones de tan peque?a entidad que nunca justificar¨ªan una respuesta en fuerza, mientras calibra el estado de operatividad de las defensas adversarias. La Alianza, en consecuencia, suele responder discursivamente (al igual que ahora) con declaraciones m¨¢s o menos firmes sobre su voluntad de defender a todo aliado amenazado, incrementando el n¨²mero de ejercicios militares en el territorio afectado y reiterando su disponibilidad para emplear la fuerza si fuera necesario (incluso concretando su capacidad para desplegar hasta 40.000 efectivos en apenas 48 horas). Y ah¨ª se queda todo.
Una cosa es que el afectado (Turqu¨ªa ahora) apele al art¨ªculo V del Tratado de la OTAN ¡ªdefensa colectiva ante una agresi¨®n a uno de sus miembros¡ª y otra muy distinta que eso suponga una respuesta militar autom¨¢tica contra el agresor. Aunque obviamente lo sucedido en cada invasi¨®n del espacio a¨¦reo turco no puede considerarse un accidente, una respuesta militar directa contra Mosc¨² ser¨ªa una opci¨®n altamente improbable. Y esto es as¨ª porque la Alianza est¨¢ lejos de mostrar la suficiente voluntad pol¨ªtica para ir m¨¢s all¨¢ de alg¨²n despliegue preventivo (como volver a activar alguna bater¨ªa de misiles Patriot o desplazar algunos cazas aliados en suelo turco) o de preposicionar militar para hipot¨¦ticas acciones futuras. Y Mosc¨² no puede desear abrir un nuevo frente, consciente de su inferioridad militar frente a Washington y cuando ya acumula una pesada carga, tanto en Ucrania como en Siria, contra cualquier enemigo de su aliado, sea Daesh o cualquier otro. As¨ª, lo previsible es que ambas partes se ajusten al guion habitual.
S¨ªgueme en @SusoNunez
Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde es codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH).
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