La oposici¨®n queda fuera del di¨¢logo para la paz en Siria
Viena acoge uno de los intentos m¨¢s ambiciosos para finalizar cuatro a?os de guerra civil
El neorrenacentista Hotel Imperial de Viena acoge desde ayer uno de los intentos m¨¢s ambiciosos de poner fin a la guerra de Siria en los cuatro a?os que ya dura el conflicto. Por primera vez, las negociaciones abarcan a todos los actores implicados: tanto los que abogan por una Siria sin Bachar el Asad (EE UU, la UE, Arabia Saud¨ª y Turqu¨ªa), como los aliados del dictador, encabezados por Rusia e Ir¨¢n. Entre los grandes ausentes, est¨¢ el r¨¦gimen de El Asad y sus opositores en casa.
Nadie espera una salida r¨¢pida para un conflicto que ha costado la vida a 250.000 personas y alimenta cada d¨ªa la crisis migratoria europea con millones de desplazados. Lo expres¨® ayer con toda dureza el ministro de Exteriores alem¨¢n, Frank-Walter Steinmeier: ¡°Ma?ana no ser¨¢ el d¨ªa definitivo¡±. El ¨¦xito de la reuni¨®n se medir¨¢ no tanto por ofrecer una soluci¨®n definitiva, sino por su capacidad para acercar posturas y acordar algunos principios b¨¢sicos sobre la Siria del futuro.
Kerry: ¡°El reto es salir del infierno¡±
El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, destac¨® antes de viajar a Viena la importancia de la reuni¨®n que supone, seg¨²n sus palabras "la oportunidad m¨¢s prometedora" hasta ahora de encontrar una salida a la guerra en Siria. "El reto al que nos enfrentamos es nada menos que trazar una salida del infierno", dijo Kerry en Washington, en un discurso sobre la estrategia de EE UU en Oriente Medio pronunciado en el think-tank Carnegie.
Kerry dio una magnitud de la tragedia al recordar que uno de cada 20 sirios ha sido asesinado o herido durante los cuatro a?os de guerra, uno de cada cinco son refugiados, y la esperanza de vida media ha bajado 20 a?os desde que comenz¨® el conflicto b¨¦lico.
¡°Las conversaciones suponen un paso positivo. Pero me temo que las luchas y el callej¨®n sin salida militar van a continuar¡±, asegura Yezid Sayigh, analista de Carnegie.
Las diferencias entre los participantes se intensificaron hace un mes con los bombardeos rusos contra objetivos rebeldes sirios. Pero es precisamente el agravamiento de la situaci¨®n lo que ha logrado algo que parec¨ªa imposible: sentar en una misma mesa a saud¨ªes e iran¨ªes, los dos grandes rivales que aspiran a la hegemon¨ªa en la regi¨®n. Las conversaciones de hoy son un primer paso importante. Pero las diferencias entre los distintos actores permanecen. Y la m¨¢s importante de todas es el papel que debe jugar El Asad en el futuro.
Estados Unidos, frustrado por el rotundo fracaso de sus planes para entrenar a la oposici¨®n, mantiene que las conversaciones en Viena servir¨¢n para comprobar hasta qu¨¦ punto Rusia e Ir¨¢n est¨¢n comprometidos con un plan de paz que, tras un periodo de transici¨®n, debe suponer el abandono del poder por parte de El Asad. ¡°No hay duda de que se ir¨¢. Puede ser a trav¨¦s de un proceso negociado o ser expulsado. Pero El Asad acabar¨¢ y¨¦ndose¡±, dijo a la BBC el ministro saud¨ª de Exteriores, Adel al Jubeir.
Otra opini¨®n tienen los rusos. Seg¨²n el ministro Sergu¨¦i Lavrov, el principal objetivo de Viena es retomar el di¨¢logo pol¨ªtico. ¡°Ir¨¢n no pretende mantener a El Asad indefinidamente en el poder¡±, asegur¨® el ministro iran¨ª antes de partir hacia Viena, donde ayer estaba previsto que se viera con sus hom¨®logos ruso y estadounidense. La duda que separa a unos y a otros es cu¨¢nto durar¨¢ y c¨®mo se organizar¨¢ ese periodo de transici¨®n.
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