El peronismo entra en crisis y pone en riesgo su hegemon¨ªa
El partido ha perdido las cuatro mayores provincias y puede dejar el Gobierno argentino
El director de la edici¨®n Cono Sur del peri¨®dico ¡®Le Monde Diplomatique¡¯, Jos¨¦ Natanson, reconoce que le cuesta mucho hacerse una idea de qu¨¦ suceder¨ªa con el peronismo gobernante en Argentina si su candidato a presidente, Daniel Scioli, pierde la segunda vuelta electoral el 22 de noviembre contra el liberal Mauricio Macri, de la alianza Cambiemos. ¡°En ese escenario, el rol de (Sergio) Massa va a ser decisivo¡±, se refiere Natanson al peronista opositor al kirchnerismo que termin¨® tercero en los comicios del pasado domingo. ¡°Massa va a volver a un peronismo hecho pedazos que no gobierna ninguna de las cinco provincias m¨¢s importantes del pa¨ªs¡±, a?adi¨® el experto en una jornada de reflexi¨®n poselectoral que organizaron en simult¨¢neo en Buenos Aires y Par¨ªs la revista ¡®Anfibia¡¯, de la Universidad de San Mart¨ªn, y el Observatorio de Pol¨ªtica de Am¨¦rica Latina del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Par¨ªs (Scienses Po).
El peronismo perdi¨® este domingo la provincia de Buenos Aires, el distrito donde vota el 37% de los argentinos, despu¨¦s de 28 a?os de hegemon¨ªa. La gan¨® el liberalismo de Macri. En realidad, un peronista pero opositor al kirchnerismo seguir¨¢ gobernando la segunda provincia en poblaci¨®n, C¨®rdoba. La tercera, Santa Fe, dej¨® de ser peronista en 2007, cuando la gan¨® el socialismo. La cuarta, Mendoza, pasar¨¢ en diciembre pr¨®ximo del peronismo al radicalismo (centro), aliado de Cambiemos. Y la ciudad aut¨®noma de Buenos Aires fue gobernada por un peronista hasta 2007, cuando Macri lleg¨® al poder. Otro liberal seguir¨¢ gobernando la capital.
¡°El peronismo tiene que entender que corre riesgo de perder una hegemon¨ªa: porque al quedar alineados (a la alianza Cambiemos) los gobiernos de la Naci¨®n, la ciudad y la provincia de Buenos Aires y grandes centros urbanos se dan las condiciones para que el partido quede relegado a un lugar secundario¡±, alert¨® Alexandre Roig, profesor de la Universidad de San Mart¨ªn y especialista en sociolog¨ªa econ¨®mica. Su advertencia tambi¨¦n alcanz¨® a Massa, ahora rozagante por su papel como ¨¢rbitro de la segunda vuelta: ¡°El masismo deber¨ªa pensar lo que est¨¢ pasando con el radicalismo, que est¨¢ siendo fagocitado por el PRO (Propuesta Republicana, el partido que cre¨® Macri). Porque el PRO hoy ya tiene condiciones de hegemonizar un proceso¡±, a?adi¨® Roig.
Expertos definen a Macri como una nueva derecha democr¨¢tica, de rostro social y posneoliberal
¡°Municipios que acompa?aban al peronismo y al kirchnerismo (la vertiente peronista inaugurada por los Gobiernos de los Kirchner en 2003) les dieron la espalda, no por pocos votos sino por muchos y en eso tuvo que ver con la pol¨ªtica local¡±, opin¨® Sergio Morresi, profesor de la Universidad de General Sarmiento y uno de los autores del libro ¡®Mundo PRO¡¯. ¡°Y eso se engarza con lo que dice PRO. ¡¯Lo que hicimos en la ciudad de Buenos Aires lo podemos hacer en el pa¨ªs. No tengo una gran idea de hacia d¨®nde ir sino una respuesta concreta de c¨®mo resolver el problema de tu municipio¡¯, dice el candidato del PRO. Y si la gesti¨®n fue mala, es m¨¢s atractivo alguien que viene a resolver que otro que propone continuidad¡±, evalu¨® Morresi la derrota del peronismo kirchnerista en grandes municipios bonaerenses el domingo.
¡°Macri es la expresi¨®n de una nueva derecha que tiene caracter¨ªsticas particulares: en principio es democr¨¢tica. Se presenta a elecciones, las gana, las pierde. No busca un golpe de Estado, al menos no visiblemente¡±, caracteriz¨® Natanson a PRO. Desde las primeras elecciones presidenciales libres de Argentina, en 1916, solo han vencido en las urnas los radicales y los peronistas, nunca la derecha, que solo gobern¨® con fraude o golpes militares. ¡°Hay una nueva derecha porque es posneoliberal: no promete privatizar todo. Si despu¨¦s lo va a hacer o no, es otra historia. El neoliberalismo ya ocurri¨®. Salvo algunas empresas, la mayor¨ªa est¨¢ privatizada. Las leyes de flexibilizaci¨®n laboral que se aplicaron en los 90 siguen vigentes. Si la gente no le hubiera cre¨ªdo (a Macri) el giro en el discurso que dio en los ¨²ltimos meses, no lo habr¨ªa votado¡±, se refiri¨® al apoyo del candidato liberal a la asignaci¨®n universal por hijo para parados y trabajadores informales y al mantenimiento en la ¨®rbita estatal de la petrolera YPF y Aerol¨ªneas Argentinas. ¡°Es una nueva derecha porque muestra una cara social. Lo primero que dice es: ¡®Yo no le voy a sacar el plan (ayuda social) a nadie que lo tenga¡¯¡±, complet¨® Natanson.
¡°Me parece que hay una sociedad en la que hubo muchos avances en t¨¦rminos de derechos, que se han hecho cuerpo y que ning¨²n candidato, por m¨¢s de derecha que sea, podr¨¢ sacarlos: asignaci¨®n universal por hijo, convenios colectivos de trabajo, inversi¨®n en universidades¡±, observ¨® Roig. El investigador de la Universidad de San Mart¨ªn busca explicaciones al voto a Macri en el hecho de que los j¨®venes no vivieron lo que fue la era neoliberal de Argentina, previa al kirchnerismo: ¡°En la experiencia de gran parte del electorado que tiene menos de 30 a?os no est¨¢ presente lo que sucedi¨® en los a?os 90 ni lo que sucedi¨® en (la crisis de) 2001. Eso no crea un regreso al neoliberalismo, la sociedad no lo permitir¨ªa, pero s¨ª genera una apertura para un gobierno de derecha como el de Macri. Como dice Alejandro Grimson (antrop¨®logo) en una nota de ¡®Anfibia¡¯, el voto a un partido anal¨ªticamente de derecha y discursivamente de centro no implica que la sociedad se haya derechizado¡±.
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