M¨¦xico, en vilo ante la decisi¨®n judicial sobre el consumo de marihuana
La Suprema Corte delibera este mi¨¦rcoles la propuesta de permitir el uso con fines l¨²dicos y sin ¨¢nimo de lucro
M¨¦xico est¨¢ en vilo. Una resoluci¨®n hist¨®rica depende de cinco hombres sentados alrededor de una mesa. La Sala Primera de la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n decide este mi¨¦rcoles si abre las puertas a la legalizaci¨®n del consumo de marihuana con fines l¨²dicos y sin ¨¢nimo de lucro. Todas las posibilidades est¨¢n vivas. Entre los cinco magistrados, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, no hay unanimidad. La propuesta del progresista Arturo Zald¨ªvar cuenta con apoyos entre sus pares, pero tambi¨¦n con dudas, y cabe la posibilidad de que la discusi¨®n sea elevada al pleno, donde, con 11 jueces y mayor¨ªa conservadora, perder¨ªa la votaci¨®n.
Los defensores de la legalizaci¨®n blanden la tradici¨®n liberal de la sala, demostrada en junio cuando aval¨® el matrimonio homosexual, como garant¨ªa de que el fallo ser¨¢ positivo. En ese caso, M¨¦xico, el segundo productor mundial de cannabis y principal exportador a EEUU, dar¨ªa un paso de gigante. Tras a?os de lucha a sangre y fuego contra el narco, habr¨ªa derribado el muro de los prejuicios y entrado en un nuevo ciclo hist¨®rico, cuyo avance ya parece imparable en su vecino del norte y en Canad¨¢. Aunque la respuesta judicial tendr¨ªa un efecto limitado y circunscrito a los ganadores del recurso, pocos en M¨¦xico dudan de que en la pr¨¢ctica supondr¨ªa su legalizaci¨®n general. "A todo aquel que lo pida, se le tendr¨¢ que conceder el derecho al consumo con fines l¨²dicos y sin ¨¢nimo de lucro", se?ala un abogado defensor.
La intervenci¨®n de la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n es fruto de una estrategia dise?ada por la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, una organizaci¨®n no gubernamental fundada en 2013 con el objetivo de forzar el debate por la v¨ªa jur¨ªdica. El primer paso fue pedir autorizaci¨®n a la Secretar¨ªa de Salud. Dado que el consumo est¨¢ despenalizado en M¨¦xico, aunque es sancionable administrativamente, este colectivo centr¨® su solicitud en las actividades correlacionadas: desde el sembrado hasta la preparaci¨®n, el transporte y la posesi¨®n. Todo ello destinado al autoconsumo con fines l¨²dicos y sin ning¨²n ¨¢nimo de lucro. La propuesta fue rechazada por la Administraci¨®n, alegando que vulneraba la legislaci¨®n sanitaria. Fue entonces cuando la pelota pas¨® al campo judicial y los litigantes encadenaron recursos de amparo hasta llegar a la Suprema Corte.
En su escalada blandieron como principal argumento el derecho al desarrollo libre de la personalidad, protegido por la Constituci¨®n mexicana. Las negativas se sucedieron hasta que el caso cay¨® en manos del magistrado Arturo Zald¨ªvar. Considerado uno de los jueces m¨¢s progresistas de la Suprema Corte, este antiguo abogado y catedr¨¢tico hizo suya la petici¨®n y decidi¨® defender la legalizaci¨®n de la marihuana ante sus otros cuatro compa?eros de la Sala Primera. Su propuesta, a grandes rasgos, se sustenta en que el riesgo para la salud de la marihuana es menor o similar al tabaco, y su prohibici¨®n, por tanto, resulta desproporcionada respecto al derecho constitucional a la autonom¨ªa individual, al libre albedr¨ªo.
La autorizaci¨®n defendida por Zald¨ªvar no supone un cheque en blanco. Los beneficios de su propuesta se circunscriben a los peticionarios. Pero allanar¨ªa el camino para que otros ciudadanos puedan tomar el mismo camino. Y esta apertura introducir¨ªa, en la pr¨¢ctica, un elemento liberador en la legislaci¨®n. Desde esa v¨¢lvula de escape, seg¨²n los expertos, es dif¨ªcil que en pocos a?os no se derriben las restricciones y, al igual que ha ocurrido en Estados Unidos, se ampl¨ªe el per¨ªmetro legal del consumo. El terreno parece abonado, incluso entre las fuerzas pol¨ªticas.
Ninguno de los grandes partidos se opone con claridad a la legalizaci¨®n. Aunque hay matices. El PRD, la fuerza hegem¨®nica de la izquierda, defiende que se ponga fin al "paradigma punitivo" y apuesta por una liberalizaci¨®n inmediata. El PRI (gubernamental) y Morena abogan por una consulta p¨²blica, y el PAN, la derecha, defiende abrir un debate. En esta zona gris, incluso la Iglesia ha mostrado una inusual tibieza y, sin declararse a favor o en contra, ha pedido un an¨¢lisis desapasionado del caso.
En esta proclividad influye la constataci¨®n de que a?os de lucha contra el crimen organizado no han logrado avances significativos. Por el contrario, la locura de la narcoviolencia y la extenuante guerra contra los c¨¢rteles, con 80.000 muertos y 20.000 desaparecidos a sus espaldas, han debilitado la fuerza de los opositores a la regulaci¨®n.
El contexto internacional tambi¨¦n ha mitigado el tradicional rechazo a la legalizaci¨®n de la marihuana. El avance en Estados Unidos y Canad¨¢ ha dejado sin base muchos de los argumentos empleados en M¨¦xico y ha dado nuevos br¨ªos a los partidarios. A esta ola se han sumado en las ¨²ltimas semanas, como un catalizador emocional, las dolorosas im¨¢genes de la peque?a Grace Elizalde, una ni?a de ocho a?os estragada por las crisis epil¨¦pticas del s¨ªndrome de Lennox-Gastaut. Agotadas todas las terapias y tras una formidable campa?a popular, un juez decidi¨® autorizar su tratamiento medicinal con marihuana. Un peque?o paso, que parec¨ªa limitado al universo hospitalario, pero que supuso la ca¨ªda de muchos prejuicios y que ha abierto la puerta a iniciativas de mayor aliento, como la del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel ?ngel Mancera, que ha propuesto la legalizaci¨®n del consumo terap¨¦utico.
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