Sue?os de unidad y riqueza

A Xi Jinping le quedan seis a?os para hincar el diente al bocado m¨¢s dif¨ªcil que tiene ante s¨ª el comunismo chino. En 2012 se convirti¨® en el quinto sucesor de Mao Zedong, el Gran Timonel, y si las reglas de juego actualmente vigentes no cambian y todo funciona como un reloj, en 2022 deber¨ªa ser sustituido por el l¨ªder de la sexta generaci¨®n, tras diez a?os en principio improrrogables como m¨¢ximo responsable del partido y del Estado.

Dos son las tareas que han dejado encima de su mesa las anteriores generaciones de dirigentes comunistas con la esperanza de verlas completadas nada menos que en 2021, cuando se cumpla el centenario de la fundaci¨®n del Partido Comunista de China, el emperador colectivo que arranc¨® al pa¨ªs de la dependencia extranjera, le incorpor¨® al mapa de la globalizaci¨®n econ¨®mica y le convirti¨® en una superpotencia emergente con una vocaci¨®n de liderazgo m¨¢s disimulada que reprimida.

La primera es continuar el camino emprendido por Deng Xiaoping, el Peque?o Timonel, es decir, coronar el ascenso econ¨®mico iniciado en 1979 hasta abandonar del todo, incluso en sus m¨¢s remotas regiones, aquel Tercer Mundo del que fue protagonista de primera fila. La segunda, la m¨¢s ardua, es la recuperaci¨®n de la soberan¨ªa sobre Taiwan, completando as¨ª los pasos emprendidos por Deng, que recuper¨® las colonias de Macao y Hong Kong pero dej¨® para las siguientes generaciones la resoluci¨®n del contencioso sobre la isla de Formosa, donde se instal¨® el r¨¦gimen nacionalista de Chang Kaishek tras su derrota en la guerra civil frente a Mao Zedong. Es decir, riqueza y unidad, como atributos imprescindibles para la primera superpotencia del siglo XXI.

Los plazos no corren tan solo con motivo del centenario del comunismo chino. El actual presidente taiwan¨¦s, Ma Ying-jeou, del nacionalista Kuomintang, proclive a la unificaci¨®n bajo el lema lanzado por Deng de ¡°un solo pa¨ªs, dos sistemas¡±, termina mandato a principios de 2016 y seg¨²n todas las encuestas ser¨¢ sustituido por un presidente del Partido Democr¨¢tico Progresista, partidario de mantener Taiwan como una naci¨®n con identidad propia y separada de la China continental. Si no cambian los comportamientos electorales en relaci¨®n a los dos ¨²ltimos presidentes, el Kuomintang, partidario de la unificaci¨®n, se hallar¨¢ alejado del poder en Taiwan durante los pr¨®ximos diez a?os, lo que duran dos mandatos presidenciales.