¡°Hemos puesto el primer clavo en el ata¨²d del prohibicionismo¡±
El Gobierno minimiza el alcance del fallo de la Suprema Corte, mientras los promotores del litigio exigen el fin del prohibicionismo: ¡°Hemos puesto el primer clavo en su ata¨²d¡±
El Gobierno mexicano ha acogido con extrema frialdad?la decisi¨®n de la Suprema Corte de Justicia de abrir las puertas a la legalizaci¨®n de?la marihuana con fines recreativos y sin ¨¢nimo de lucro. Atento a las encuestas, que a¨²n muestran una opini¨®n p¨²blica mayoritariamente contraria a este paso, el Ejecutivo de Enrique Pe?a Nieto trat¨® por todos los medios de minimizar el alcance del hist¨®rico fallo, descart¨® emprender reformas legales, y se limit¨® a ofrecer la apertura de un debate nacional sobre la cuesti¨®n. ¡°No queremos discusiones, sino acciones. Somos cuatro pero representamos a 120 millones de mexicanos¡±, respondieron los promotores del litigio.
En una decisi¨®n hist¨®rica, la Sala Primera de la Suprema Corte aprob¨® el mi¨¦rcoles, por cuatro votos contra uno, autorizar el consumo, cultivo, transporte y posesi¨®n de marihuana a una asociaci¨®n de consumidores. Lejos de ser un cheque en blanco, el fallo circunscribe la autorizaci¨®n a los cuatro promotores de la entidad, pero al mismo tiempo allana el camino para que otros ciudadanos puedan hacer lo mismo. Esta apertura introduce, en la pr¨¢ctica, un elemento explosivo?en la restrictiva legislaci¨®n mexicana:?prima la libertad individual sobre el da?o a la salud, y admite, como parte del derecho al desarrollo libre de la personalidad, el autoconsumo l¨²dico y sin fines comerciales. ¡°La sentencia considera a los mexicanos entes libres y aut¨®nomos, y abre con ello un cap¨ªtulo hist¨®rico¡±, indic¨® el abogado de los litigantes, Fabi¨¢n Aguinaco.
El voto del ministro Jos¨¦ Ram¨®n Coss¨ªo
El voto concurrente del magistrado de la Suprema Corte Jos¨¦ Ram¨®n Coss¨ªo analiza el fallo que abre las puertas a la marihuana y la actual situaci¨®n del combate contra la drogas. En su texto, Coss¨ªo, uno de los magistrados m¨¢s destacados, pide un amplio debate social y exhorta a los poderes p¨²blicos a redefinir sus programas y avanzar legalmente. El juez concluye que la pol¨ªtica prohibicionista en materia de drogas ha fracasado. Puede consultar el texto ¨ªntegro de la opini¨®n del ministro en este enlace.
Ante la eventual cascada de imitadores que desatar¨¢ este fallo, el Gobierno mexicano se apresur¨® a construir un dique de contenci¨®n. La resoluci¨®n, a juicio de los portavoces oficiales, no sienta jurisprudencia (se necesitan cinco fallos consistentes), ni obliga a cambiar ninguna ley, dado que s¨®lo afecta a la denegaci¨®n para el autoconsumo que dio la Administraci¨®n sanitaria a los litigantes.
¡°La resoluci¨®n s¨®lo ata?e a las cuatro personas que presentaron el litigio, por tanto, no modifica la pol¨ªtica de combate contra el crimen organizado ni la del comercio de estupefacientes¡±, afirm¨® el portavoz del Gobierno, Eduardo S¨¢nchez. ¡°La siembra, suministro y comercializaci¨®n siguen siendo un delito. La marihuana no ha sido legalizada¡±, remat¨® el consejero jur¨ªdico, Humberto Castillejos. En este escenario, la ¨²nica ventana que dej¨® abierta el Ejecutivo fue la necesidad de un abrir un debate pero enfocado a ¡°la mejor regulaci¨®n para inhibir el consumo de drogas¡±.
Este inmovilismo choc¨® sonoramente con las esperanzas de los partidarios de la legalizaci¨®n. En su d¨ªa de gloria, los cuatro litigantes ¨CJuan Torres Landa, Josefina Ria?o, Pablo Girault y Armando Santacruz¨C pidieron que tanto el poder legislativo como el ejecutivo modifiquen la actual normativa con el objetivo de proteger los derechos reconocidos en el fallo. ¡°Es hora de que la prohibici¨®n desaparezca. Hemos puesto el primer clavo en su ata¨²d¡±, afirm¨® Landa.
El grupo, formado por miembros de la organizaci¨®n M¨¦xico Unido contra la Delincuencia, explic¨® que su amparo obedeci¨® a una estrategia dise?ada para forzar el debate sobre la legalizaci¨®n de la marihuana. ¡°No pod¨ªamos seguir caminando hacia el precipicio. El gasto en seguridad aument¨® un 800% en 10 a?os y el resultado fueron 100.000 muertos y 20.000 desaparecidos. Todos somos padres de familia y est¨¢bamos consternados¡±, se?alaron.
La resoluci¨®n, a juicio del Gobierno, ni sienta jurisprudencia ni obliga a cambiar ninguna ley
Con la victoria judicial se abre ahora un nuevo horizonte para este peque?o equipo de abogados y empresarios. Primero, asesorar a todos aquellos que quieran recorrer el mismo camino. ¡°No queremos aumentar el consumo, sino fortalecer la libertad de elecci¨®n. Hoy d¨ªa hacen m¨¢s da?o las pol¨ªticas contra las drogas que las drogas mismas¡±, afirm¨® Santacruz.
El segundo paso, en el que ya est¨¢n inmersos, es la b¨²squeda de una legislaci¨®n que recoja ¡°en positivo¡± los postulados de la Suprema Corte. Para ello, estos activistas necesitar¨¢n de las fuerzas parlamentarias. Un campo dif¨ªcil para este juego. S¨®lo el PRD, la formaci¨®n hegem¨®nica de la izquierda, se ha declarado partidario de la legalizaci¨®n. El resto ha defendido la v¨ªa de la consulta (PRI y Morena) o del debate (PAN).
En cualquier caso, pocos creen que los partidos vayan a quedarse de brazos cruzados. No s¨®lo la onda expansiva de la decisi¨®n judicial sino los avances legislativos en Estados Unidos y Canad¨¢ han propiciado un cambio de clima en un territorio donde hace pocos a?os el debate apenas exist¨ªa. Estos nuevos aires se perciben especialmente en el uso medicinal de la marihuana. Los sondeos muestran c¨®mo ha ganado terreno en los ¨²ltimos meses hasta convertirse en una opci¨®n aceptada por la mayor¨ªa. En este viraje han actuado como un catalizador emocional las dolorosas im¨¢genes de la peque?a Grace Elizalde, estragada por el s¨ªndrome de Lennox-Gastaut. Agotadas todas las salidas terap¨¦uticas y tras una formidable campa?a popular, un juez decidi¨® autorizar su tratamiento con marihuana. Un peque?o paso, que parec¨ªa limitado al universo hospitalario, pero que supuso la ca¨ªda de muchos prejuicios y que ha abierto la puerta a iniciativas de mayor aliento, como la del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel ?ngel Mancera, que ha propuesto la legalizaci¨®n del uso terap¨¦utico. Un camino al que muy pocos ya se oponen en M¨¦xico.
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