La frialdad de Obama y Netanyahu en una alianza inquebrantable

Fue un apret¨®n de manos corto y sin sonrisas. La breve comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n antes del inicio de la reuni¨®n de este lunes en el Despacho Oval de la Casa Blanca exhibi¨® la frialdad de la relaci¨®n entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu. Ambos optaron por enfatizar ante los periodistas, que no pudieron hacer preguntas, los lazos bilaterales profundos.

Relajado pero con rostro serio, Obama empez¨® su intervenci¨®n con un gesto conciliador: ¡°No hay un l¨ªder extranjero con el que me haya reunido con m¨¢s frecuencia. Creo que esto es un testimonio del v¨ªnculo extraordinario entre Estados Unidos e Israel¡±, dijo. Despu¨¦s, m¨¢s tenso, enumer¨® el reguero de desaf¨ªos en Oriente Pr¨®ximo.

Netanyahu, con semblante serio, destac¨® la fortaleza de la relaci¨®n, agradeci¨® el apoyo de seguridad estadounidense y evit¨® hablar de las discrepancias sobre el acuerdo nuclear con Ir¨¢n. Pero lanz¨® una frase desafiante: ¡°No creo que nadie deba dudar de la determinaci¨®n de Israel a defenderse contra el terror y la destrucci¨®n, y nadie deber¨ªa dudar de la voluntad de Israel de hacer la paz con nuestros vecinos¡±.

El choque en los ¨²ltimos meses entre Washington y Jerusal¨¦n sobre el pacto, alcanzado en julio, que limita el programa nuclear de Ir¨¢n fue la culminaci¨®n del creciente distanciamiento entre Obama y Netanyahu. El primero ha sido acusado por Israel de ser demasiado ingenuo. El segundo, por EE UU, de demasiado inflexible.

Un buen inicio

Casi nunca existi¨® qu¨ªmica entre ambos, pese a que la relaci¨®n personal empez¨® bien. En su primer encuentro, en 2007, cuando Obama aspiraba a ser el candidato dem¨®crata en las elecciones de 2008, y Netanyahu estaba en la oposici¨®n, este vio enseguida que Obama pod¨ªa ser el pr¨®ximo presidente.

El vaticinio se cumpli¨®, pero entonces empezaron los problemas. El Gobierno estadounidense presion¨® a Israel para que congelara la construcci¨®n de asentamientos en Cisjordania. Netanyahu acab¨® aceptando, pero EE UU se enfureci¨® cuando, en una visita en 2010 a Israel del vicepresidente Joe Biden, se anunciaron m¨¢s asentamientos.

Al a?o siguiente, las discrepancias saltaron a la luz p¨²blica. En el Despacho Oval en 2011, Netanyahu aleccion¨® a Obama sobre las l¨ªneas rojas de Israel ante un intento de EE UU de impulsar un acuerdo de paz entre israel¨ªes y palestinos.

Al inicio del segundo mandato de Obama, en 2013, hubo gestos esperanzadores como las negociaciones con Palestina. Pero estas fracasaron. Y el inicio, a finales de ese a?o, de las negociaciones con Ir¨¢n quebraron la confianza entre ambos l¨ªderes.