La resurrecci¨®n de Armero, el pueblo que muri¨® bajo el lodo
Hace 30 a?os, la poblaci¨®n colombiana de Armero amaneci¨® bajo una capa de barro por la erupci¨®n del volc¨¢n Nevado
La noche m¨¢s larga de la historia de Colombia empez¨® el 13 de noviembre de 1985 a las 23.20, cuando la erupci¨®n del volc¨¢n Nevado del Ruiz sepult¨® bajo una capa de 10 metros de lodo al pueblo de Armero. H¨¦ctor Guevara, armerita de 65 a?os, se acost¨® ese d¨ªa a las nueve, como era costumbre en una finca cercana donde trabajaba. A la ma?ana siguiente, su pueblo hab¨ªa desaparecido. ¡°El ruido que escuch¨¢bamos no era de la lluvia, sino del volc¨¢n, que escupi¨® ceniza toda la noche¡±, cuenta que le dijo su esposa al amanecer con un pu?ado de polvo gris en la mano. La radio les avis¨® de la tragedia: Armero, una pr¨®spera poblaci¨®n algodonera de 50.000 habitantes, a cuatro horas de Bogot¨¢, hab¨ªa sido arrasada por la furia de la naturaleza y la desidia del Estado.
La lava del Ruiz (5.300 metros sobre el nivel del mar) fundi¨® el hielo de la monta?a, se robusteci¨® con el cauce de dos r¨ªos y provoc¨® una avalancha de 90 millones de metros c¨²bicos de barro, el equivalente a llenar 90 veces de lodo el Estadio Azteca ¡ªel tercero m¨¢s grande del mundo¡ª y verterlo en los 380 kil¨®metros cuadrados del pueblo. En el Azteca, precisamente, Argentina gan¨® el Mundial de 1986, pese a que la sede inicial del campeonato era Colombia. El Gobierno del entonces presidente Belisario Betancur tuvo que rechazar la organizaci¨®n del evento por esta tragedia y el ataque, menos de una semana antes, de la guerrilla del M-19 al Palacio de Justicia en Bogot¨¢, que se sald¨® con cerca de 100 muertos, 11 desaparecidos y el derrumbe de la estabilidad pol¨ªtica del pa¨ªs.
La tragedia en cifras
- 90 millones de metros c¨²bicos de barro cayeron sobre el casco urbano de Armero (380 kil¨®metros cuadrados), lo que equivale a llenar 90 veces de lodo el Estadio Azteca y verterlo en ese espacio.
- 25.000 muertos produjo la avalancha, la mitad de los habitantes del pueblo.
- 7.000 ni?os murieron en la tragedia y 237 est¨¢n desaparecidos.
- La quinta mayor cat¨¢strofe volc¨¢nica de la historia es la de Armero y tambi¨¦n la segunda m¨¢s grave del siglo XX, solo despu¨¦s de la del Monte Pel¨¦e, en 1902 en la isla de Martinica.
- A 60 kil¨®metros por hora baj¨® la avalancha que sepult¨® el pueblo. El volc¨¢n Nevado del Ruiz est¨¢ a 48 kil¨®metros del municipio.
¡°En ese hospital nacieron mis hijos. Y el mismo a?o de la tragedia me operaron ah¨ª de una apendicitis¡±, recuerda Guevara mientras pasa por las ruinas de la edificaci¨®n, que descansan entre la maleza como el casco de un barco hundido hace varios siglos. A 10 minutos del lugar est¨¢ el nuevo Armero, menos floreciente y ahora con 13.000 habitantes. El d¨ªa de la erupci¨®n murieron 25.000 armeritas, en la que ha sido la quinta mayor tragedia volc¨¢nica de la historia y la segunda m¨¢s grave del siglo XX, solo despu¨¦s de la del Monte Pel¨¦e, en 1902 en la isla de Martinica. ¡°Los sobrevivientes buscaron refugio en otros pa¨ªses, en Bogot¨¢, Guayabal, L¨¦rida¡ El Gobierno entreg¨® viviendas, pero la gente ya no ten¨ªa trabajo¡±, explica a EL PA?S Francisco Gonz¨¢lez, director de la fundaci¨®n Armando Armero, una ONG que se dedica a buscar a ni?os desaparecidos durante el desastre.
Desde la carretera que cruza por el antiguo pueblo, el Ruiz, que deb¨ªa verse mucho m¨¢s amenazante con sus rugidos de ultratumba y su columna de humo, hoy parece un gigante completamente indefenso que duerme entre la cordillera. La avalancha baj¨® a unos 60 kil¨®metros por hora hacia el valle del r¨ªo Magdalena y los 48 kil¨®metros que separan el volc¨¢n del municipio no alcanzaron para contener la desgracia. Dos meses atr¨¢s hab¨ªa empezado a dar se?ales de alerta. Un congresista conservador advirti¨® para esa ¨¦poca de que podr¨ªa ocurrir una cat¨¢strofe si el Gobierno no evacuaba el pueblo. ¡°El Estado no quiso actuar. A la larga, Armero le sirvi¨® al presidente para tapar las atrocidades de la retoma del Palacio de Justicia¡±, asegura Gonz¨¢lez. ¡°Luego de responder militarmente en Bogot¨¢, hizo lo mismo en esas otras circunstancias y orden¨® que militarizaran Armero¡±, agrega.
La reconstrucci¨®n del pueblo ha sido fragmentaria. ¡°Me mud¨¦ a Cambao [una localidad vecina] porque la Cruz Roja me dio una casa¡±, afirma Guevara. ¡°Mis hijos est¨¢n en Bogot¨¢ y yo me fui de ese sitio, all¨¢ uno se muere de aburrimiento, no hay en qu¨¦ trabajar¡±, a?ade antes de mencionar que perdi¨® a un ni?o de nueve a?os que no estaba con ¨¦l el d¨ªa del desastre porque estudiaba en el pueblo. Todo el viejo Armero es un campo santo regado de tumbas simb¨®licas que han puesto familiares y visitantes como el Papa Juan Pablo II, en cuyo viaje de 1986 dej¨® una cruz a la memoria de los muertos. ¡°Yo creo que el pueblo no desapareci¨®, cada sobreviviente se llev¨® la parte que pudo con ¨¦l¡±, concluye Guevara.
Los supervivientes recuperaron la punta del campanario de la iglesia para ponerla en el punto exacto donde estaba antes. A un costado, volvieron a hacer un parque central y, camino adentro de las ruinas, levantaron un altar dedicado a Omayra S¨¢nchez, la ni?a que se convirti¨® en s¨ªmbolo de la cat¨¢strofe tras quedar atrapada durante tres d¨ªas, frente a la impotencia de los rescatistas y las c¨¢maras de televisi¨®n, y quien finalmente muri¨® de un infarto. Este viernes el presidente, Juan Manuel Santos, inaugurar¨¢ un museo y el parque Omayra S¨¢nchez en el nuevo Armero como homenaje a las v¨ªctimas.
El novelista colombiano Jos¨¦ Mar¨ªa Vargas Vila dec¨ªa que los pa¨ªses sin monta?as no pod¨ªan hacerse a una idea de la grandeza. Hace 30 a?os, Colombia, pr¨®diga en esas formaciones, supo de la grandeza y la brutalidad de los fen¨®menos naturales, de la inmensidad absoluta que ten¨ªa la desidia del Estado colombiano con sus pueblos remotos.
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