McRefugiados en Hong Kong: supervivencia en la ciudad financiera
1 de cada 5 personas vive bajo la l¨ªnea de la pobreza en Hong Kong, la mitad de ellos ancianos
La muerte solitaria de una mujer en un restaurante de comida r¨¢pida ha puesto de relieve la precaria condici¨®n social de una considerable parte de la poblaci¨®n en Hong Kong, uno de los centros financieros m¨¢s importantes del mundo.
La mujer, de 56 a?os y apellidada Lai seg¨²n la polic¨ªa de Hong Kong, falleci¨® la madrugada del 3 de octubre en una sucursal de McDonald's. Las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad mostraron c¨®mo se desplom¨® sobre una mesa mientras los dem¨¢s clientes hac¨ªan caso omiso, asumiendo quiz¨¢s que la se?ora simplemente dorm¨ªa.
A altas horas de la noche, cuando los estudiantes, oficinistas y familias que frecuentan sus locales durante el d¨ªa son relevados por j¨®venes juerguistas u obreros nocturnos, no es raro encontrarse con personas de la tercera edad que duermen sobre las sillas de pl¨¢stico de los restaurantes McDonald's abiertos las 24 horas.
M¨¢s de la mitad de las 250 sucursales de esta cadena en el territorio aut¨®nomo operan de esta forma ¡°para complementar el estilo de vida moderno de Hong Kong¡±, dice un portavoz de la marca estadounidense. Agrega que ¡°damos la bienvenida a todos en nuestros restaurantes en todo momento¡±, en alusi¨®n indirecta a los McRefugiados.
Este fen¨®meno social, que seg¨²n algunas ONG locales comenz¨® a observarse por lo menos desde 2007, es algo a lo que ya est¨¢n acostumbrados los hongkoneses y que se registra tambi¨¦n en otras ciudades chinas. El n¨²mero de personas sin techo se duplic¨® de 393 en diciembre de 2010 a 806 en enero de este a?o seg¨²n el gobierno aut¨®nomo, pero ONGs como la Sociedad para la Organizaci¨®n Comunitaria estiman que en realidad suman unos 1.500 en total, el doble de las cifras oficiales.
Esto no explica el n¨²mero de McRefugiados en una ciudad de 7 millones: muchos son ancianos y no necesariamente vagabundos o desempleados, algunos trabajan como recolectores de material para reciclaje o transportadores de carga de d¨ªa. En algunos casos alquilan un catre en un apartamento subdividido ilegalmente (que en el barrio obrero de Sham Shui Po cuesta alrededor de 250 euros al mes por 2,5 metros cuadrados), pero prefieren la comodidad del aire acondicionado -y quiz¨¢s la compa?¨ªa de desconocidos- a las condiciones precarias de su vivienda. En otras ocasiones, se ven obligados a pasar la noche en los restaurantes debido al alto coste del transporte.
El perfil de los McRefugiados de Hong Kong es reflejo de las ¨²ltimas estad¨ªsticas oficiales sobre la pobreza publicadas en octubre: si bien el total de los que viven bajo la l¨ªnea oficial de pobreza decreci¨® un 14,3% en 2014, el n¨²mero de ancianos aument¨® un 19% -de 366.000 en 2009 a 436.000 en 2014- sobre un total de 1,3 millones en la capa social m¨¢s desfavorecida.
La ausencia de un sistema de jubilaci¨®n agrava el fen¨®meno, que se suma al aumento continuo de la disparidad entre los ingresos entre ricos y pobres. La asistencia mensual gubernamental a la tercera edad de unos 260 euros es solamente un paliativo que no soluciona el problema.
Tras la muerte solitaria de la McRefugiada, adem¨¢s de urgir al gobierno a encarar la situaci¨®n con medidas inmediatas como el establecimiento de m¨¢s refugios para vagabundos, se reanim¨® el debate sobre la carencia de nuevas viviendas p¨²blicas y los prohibitivos precios en el mercado inmobiliario en Hong Kong. Son un 30% superiores al promedio en Nueva York y est¨¢n 3 veces por encima de Tokio, seg¨²n calcula un sondeo de Demographia International para el tercer trimestre de 2014.
La Autoridad de la Vivienda estima que el per¨ªodo de espera t¨ªpico de viviendas p¨²blicas para ancianos solos es de dos a?os. Mientras tanto, llegada la noche, los McRefugiados seguir¨¢n ocupando sus posiciones en los restaurantes.
Si tienen suerte, los empleados acordonar¨¢n un ¨¢rea del comedor para ellos y apagar¨¢n las luces; all¨ª descansar¨¢n mejor.
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