La yihad que amenaza a ?frica

Aclaraba el pasado mes de mayo uno de los hombres m¨¢s buscados en ?frica, el argelino Mojtar Belmojtar, que el grupo terrorista que lideraba, Al Morabit¨²n, que asumi¨® este viernes la autor¨ªa del ataque en Bamako, no hab¨ªa dado su bay'ah (juramento de lealtad) al Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s). S¨ª parece que lo hab¨ªa hecho otro de los hombres fuertes de la organizaci¨®n, Abu Waleed al Sahrawi, quien fuera responsable de MUYAO, grupo de yihadistas saharianos con un papel destacado en el levantamiento en el norte de Mal¨ª en 2012 --a¨²n con presencia alrededor de Gao--. Un detalle siquiera en el inmenso mar yihadista que amenaza el norte y centro de ?frica, pero que hizo saltar las alarmas ante la posibilidad de que los yihadistas m¨¢s peligrosos del Sahel se unieran al grupo ¨¢rabe m¨¢s violento del momento.

Porque esa es la amenaza en las fronteras entre el S¨¢hara y el Sahel ante la que se puede tener que enfrentar cualquier contingente militar en la zona: grupos yihadistas nacidos y escindidos de la antigua Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI) --como el propio Belmojtar--. AQMI es a¨²n una de las ramas del grupo financiado anta?o por Osama bin Laden que sobrevive en el norte de ?frica con alrededor de un par de cientos de hombres a¨²n en sus filas.

Pero la intervenci¨®n francesa en 2012 para contener el frente tuareg-yihadista logr¨® al menos dos cosas en el campo terrorista: empujar a muchos milicianos islamistas radicales al sur de Libia, campo f¨¦rtil hoy para que sigan creciendo --aunque tienen que v¨¦rselas con tribus locales--, y dar un duro golpe a AQMI. De ah¨ª la escisi¨®n de Jund al Khilafa (Soldados del Califato), principal grupo yihadista vinculado al ISIS en Argelia.

El embrollo de Mal¨ª, no obstante, pese a contar como principales amenazas la propia AQMI y la salafista Ansar Dine --poco amigas del acuerdo entre tuaregs y Gobierno del pasado junio-- tambi¨¦n responde a la embestida de grupos armados de aparente nuevo cu?o como el Frente para la Liberaci¨®n de Macina, que ya asumi¨® el asalto en un hotel de S¨¦var¨¦ en agosto. Este Frente, seg¨²n explicaba recientemente el semanario Jeune Afrique (art¨ªculo Es el nuevo Boko Haram), estar¨ªa liderado por Amadou Koufa, un predicador conocido de Iyad Ag Ghaly, l¨ªder de Ansar Dine, uno de los hombres m¨¢s odiados en Mal¨ª.

La Operaci¨®n Serval, con la que Francia entr¨® en Mal¨ª para frenar la rebeli¨®n tuareg, fue reemplazada por la Barkhane en agosto de 2014, con la que Par¨ªs pretende frenar la amenaza yihadista en colaboraci¨®n con Mal¨ª, N¨ªger, Burkina Faso, Mauritania y Chad. La operaci¨®n pretende contener en el norte y, sobre todo, frenar desde el sur. N¨ªger y Chad comparten frontera con Nigeria, el coraz¨®n hoy del yihadismo m¨¢s salvaje de la mano de Boko Haram, secta islamista fundamentalista, con fuerte presencia en el noreste del pa¨ªs y al sur del lago Chad, que el pasado mes de marzo jur¨® lealtad al ISIS. Seg¨²n el?Global Terrorism Index, Boko Haram, que reclama una suerte de emirato, fue el grupo m¨¢s letal en 2014, con 6.644 muertos --muchos de ellos mujeres y ni?os--, por encima de los 6.073 del ISIS.

En la franja oriental africana, finalmente, los j¨®venes terroristas somal¨ªes--tambi¨¦n extranjeros-- de Al Shabab mantienen, aunque debilitados el pulso contra las tropas de la AMISOM. Una peque?a facci¨®n de integrantes de este grupo encabezada por Abdul Qadir Mumin, leal hasta ahora a Al Qaeda Central, se adhiri¨® el pasado mes al ISIS, un nuevo detalle de que la batalla por la yihad global pasa por controlar a los grandes grupos terroristas africanos.