Aprendiendo a vivir
Es muy dif¨ªcil saber c¨®mo ser¨¢ un mundo donde la seguridad ha desaparecido
Tal vez ya estaba escrito o tal vez todas las mentiras tienen fecha de caducidad. Pero lo cierto es que la guerra empez¨® en 1916, cuando el Imperio Brit¨¢nico y Francia se empe?aron en articular el futuro de las provincias ¨¢rabes del Imperio Otomano ¡ªdespu¨¦s de una presencia de 600 a?os¡ª creando una serie de pa¨ªses sin tener en cuenta sus especificidades. Despu¨¦s, el petr¨®leo, los d¨®lares, las libras y las escuelas en Inglaterra y Suiza hicieron el resto.
Eran pa¨ªses inventados sobre un mapa arbitrario en funci¨®n de las necesidades energ¨¦ticas del mundo nacido despu¨¦s de la Primera Guerra Mundial. Y aquello sigui¨® adelante hasta que en 1948, con el nacimiento del Estado de Israel, todos se acostumbraron a mirar el problema palestino-israel¨ª como un conflicto generado por la diferencia de sus relaciones con el mundo ¨¢rabe.
No se podr¨¢ regresar al mundo donde los economistas reinaban hasta que no haya una victoria militar
Al grito de ¡°Al¨¢ es grande¡±, este 13 de noviembre en Par¨ªs ha abierto una nueva perspectiva sobre las secuelas del 11S. El imperio de Estados Unidos, como mayor defensor de la democracia, pas¨® a vulnerar el esp¨ªritu de sus leyes, un esp¨ªritu que tanto Thomas Jefferson como Abraham Lincoln, y todos los grandes presidentes han respetado m¨¢s que las necesidades coyunturales. ?Acaso la Ley Patri¨®tica mat¨® eso? En realidad no, pero lo condicion¨®. Y adem¨¢s con Internet, el mundo se volvi¨® plano y todo empez¨® a sentirse con la misma virulencia. Un mundo en el que las crisis encadenadas hacen que asuntos como la independencia catalana de Espa?a tenga poca importancia.
Ahora se inicia un ciclo. Porque el 11S trajo la crisis del 2008 y nunca olvidar¨¦ aquel d¨ªa en que George W. Bush invadi¨® Irak y, despu¨¦s de su ¡°mission accomplished¡±, la cadena de televisi¨®n CBS le entrevist¨® y al preguntarle qu¨¦ se pod¨ªa hacer para apoyar la invasi¨®n iraqu¨ª, Bush simplemente contest¨®: ¡°Go shopping¡±. En ese momento comprar, consumir y relajar la disciplina sobre los mercados tambi¨¦n eran parte de la guerra que empez¨® el 11 de septiembre. A partir de lo que ha pasado en Par¨ªs, la mayor lucha de la Uni¨®n Europea ya no ser¨¢ por el d¨¦ficit fiscal, sino una batalla por la supervivencia en la que la xenofobia y el rechazo desatar¨¢n m¨¢s episodios dram¨¢ticos. Y no se podr¨¢ regresar al mundo donde los economistas reinaban hasta que no haya una victoria militar.
Nadie sabe qu¨¦ pasar¨¢ a partir de aqu¨ª. El momento coincide con el fin de la mayor crisis econ¨®mica del mundo moderno, y no porque la crisis haya sido superada, sino porque ¡ªcomo nos ense?¨® Gilbert K. Chesterton¡ª ¡°la mejor manera de ocultar un cad¨¢ver es desencadenar una guerra¡± y la mejor manera de acabar con una crisis sin soluci¨®n es cambiarla por otra.
Aparte de matar, tambi¨¦n destruimos la historia y los pedazos que quedan de civilizaci¨®n
Por tanto, ?ser¨ªa posible esta crisis sin la crisis econ¨®mica? Creo que no. Porque el ataque nace de la p¨¦rdida de fe de las nuevas generaciones y ya no se trata s¨®lo del musulm¨¢n que decide luchar por su Dios y asesinarnos por su causa, sino que los hijos de nuestros vecinos ¡ªcon pasaporte europeo¡ª son los que eligen el peor camino en un apocalipsis de esperanza. Si una de las v¨ªctimas colaterales de la crisis econ¨®mica fue precisamente la ausencia de esperanza, ahora la sustituci¨®n de un conflicto econ¨®mico por uno b¨¦lico, en cierto sentido, recoge las consecuencias de aquella.
El mundo moderno se cre¨® con la destrucci¨®n de las Torres Gemelas. La novedad es que ahora, aparte de matar, tambi¨¦n destruimos la historia y los pedazos que quedan de civilizaci¨®n. Es muy dif¨ªcil saber c¨®mo ser¨¢ un mundo donde la seguridad ha desaparecido y en el que alguien estar¨¢ dispuesto a ser un luchador al que ning¨²n Ej¨¦rcito podr¨¢ vencer. A saber c¨®mo explicaremos a nuestros hijos esta nueva y tr¨¢gica realidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Atentado Par¨ªs 13-N
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Sala Bataclan
- Estado Isl¨¢mico
- Par¨ªs
- Atentados mortales
- Tiroteos
- Estadio de Francia
- Conflicto Sun¨ªes y Chi¨ªes
- Atentados terroristas
- Incidentes
- Francia
- Terrorismo islamista
- Islam
- Yihadismo
- Europa occidental
- Grupos terroristas
- Sucesos
- Europa
- Conflictos
- Religi¨®n
- Terrorismo
- Edici¨®n Am¨¦rica