¡°Hay fundamentalismo en Molenbeek¡±

Fran?oise Schepmans (Bruselas, 1960) es una pol¨ªtica liberal bien conocida en el ¨¢mbito de la capital belga. Desde hace tres a?os se encarga de liderar una de las comunas m¨¢s conflictivas, pero tambi¨¦n pobre y sumida en el desempleo ¡ªespecialmente juvenil, con una tasa del 40%¡ª de Bruselas. Durante este trienio como burgomaestra (un cargo similar al de alcaldesa) de Molenbeek, Schepmans ha visto c¨®mo varios vecinos de la zona han estado involucrados en atentados yihadistas: en el semanario franc¨¦s Charlie Hebdo, en el Museo Jud¨ªo de Bruselas, en el Thalys, y el ¨²ltimo y m¨¢s mort¨ªfero, en Par¨ªs. "Es cierto que hay fundamentalismo aqu¨ª", reconoce desde su enorme despacho en el corraz¨®n del barrio.

Esta burgomaestra ha recibido muchas cr¨ªticas los ¨²ltimos d¨ªas. Incluso los partidos de la oposici¨®n ¡ªencabezados por los socialistas¡ª la han llegado a culpar de la masacre del 13-N en la capital francesa en la que 130 personas fueron asesinadas y 350 resultaron heridas, seg¨²n explica durante la entrevista. "Nunca pens¨¦ que el impacto de Par¨ªs llegara a B¨¦lgica", explica. Schepmans est¨¢ preocupada, pero dice sentirse en un callej¨®n sin salida al no tener competencias en vigilancia de sospechosos radicalizados, poder efectuar detenciones, etc. "La Polic¨ªa local y federal deb¨ªan conocer la peligrosidad de los dos hermanos Abdeslam [Brahim, que se inmol¨® en la noche de los atentados en la capital francesa, y Salah, bajo el que pesa una orden de busca y captura internacional]". Pero no hay coordinaci¨®n suficiente en la lucha contra el yihadismo, seg¨²n la edil. Fuentes de su entorno aseguran que hace un par de a?os los agentes locales remitieron informaci¨®n a la polic¨ªa federal sobre los hermanos Abdeslam. Sin embargo, es s¨®lo la Polic¨ªa federal la que tiene la competencia de vigilancia y detenci¨®n de sospechosos por terrorismo. "Pido m¨¢s colaboraci¨®n", insiste Schepmans.

Desde su lujoso despacho enmoquetado de hace m¨¢s de un siglo, del que cuelgan l¨¢mparas de ara?a de cristal e incluso un retrato del archiduque Alberto, elaborado en la escuela del pintor flamenco Pedro Pablo Rubens (siglo XVI), echa balones fuera y solicita al Gobierno central m¨¢s ayuda a la hora de tomar medidas. "Queremos m¨¢s polic¨ªa, m¨¢s colaboraci¨®n y m¨¢s dinero para prevenir el fundamentalismo". En Molenbeek, de 100.000 habitantes, hay una inmensa poblaci¨®n musulmana que se congrega cada viernes de rezo en 24 mezquitas o centros de culto al Islam ¡ªfrente a las cinco iglesias cristianas¡ª y a Schepmans no le va a temblar el pulso a la hora de cerrar algunas. "Sabemos en cu¨¢les hay un discurso m¨¢s radical e informaremos a la polic¨ªa federal para que emita la orden de clausurarlas". Muchas operaciones policiales se han llevado a cabo en este distrito y Schepmans no descarta que se lleven a cabo m¨¢s de ahora al lunes, cuando el Gobierno vuelva a revisar el nivel de alerta terrorista.

Ella vive en este distrito, al noroeste de la capital, y desde que tiene cinco a?os ha visto el "gran cambio" en la vida socioecon¨®mica del ¨¢rea. "Molen significa molino, y beek canal" explica. El distrito, por su proximidad al canal, comenz¨® siendo industrial y de peque?os comerciantes. Little Manhattan, lo apodaron los residentes. A partir de los a?os 70 comenz¨® a llegar una gran inmigraci¨®n de Marruecos y desde entonces "se fue creando el gueto", explica t¨ªmidamente.

A pesar de que su entorno reconoce que el primer pensamiento tras los atentados fue: "Ahora el foco estar¨¢ en nosotros", como describe uno de los funcionarios de la comuna, la l¨ªder local lo niega. "Yo me sorprendo cada vez que el autor es de Molenbeek (...), pero debo subrayar que en la mayor¨ªa de los casos los yihadistas est¨¢n de paso porque aqu¨ª es donde tienen contactos. La gente se junta y se conoce en la calle o en los caf¨¦s porque no hay trabajo".

Esta alcaldesa liberal, durante los tres pr¨®ximos a?os que le quedan de mandato, quiere prevenir el fundamentalismo desde su nacimiento en los colegios, una de las razones por las que sus hijos adolescentes acuden a un centro en otro barrio. "En las escuelas de Molenbeek no hay la suficiente variedad. Hay una mayor¨ªa ¨¢rabe y musulmana". La edil ve la necesidad inmediata de implantar los valores europeos en este distrito para que haya m¨¢s equilibrio entre la cultura ¨¢rabe y la local.

El pasado jueves, el primer ministro belga, Charles Michel, anunci¨® 18 medidas restrictivas para "garantizar" la seguridad de los ciudadanos belgas y, especialmente, bruselenses. Uno de los puntos se refiere a la creaci¨®n de un plan de "prevenci¨®n y represi¨®n" en Molenbeek. "Esto es humo", explican otras fuentes del partido de Schepmans. "No hay plan. Aunque abrimos la puerta a cualquier ayuda", reiteran.